Pregunta
¿Qué quiso decir Job cuando dijo "mi redentor vive" en Job 19:25?
Respuesta
Job 19:25-26 dice: "Yo sé que mi Redentor vive, y al final se levantará sobre el polvo. Y después de deshecha mi piel, aun en mi carne veré a Dios" (NBLA).
Tras una lectura rápida, este versículo parece referirse a Dios como redentor, a Su venida a la tierra (posiblemente en encarnación o posiblemente en victoria), a la resurrección del cuerpo e incluso a la esperanza de la vida eterna.
El problema con esta interpretación es que se basa en una comprensión de la revelación completa de la verdad cristiana. Hay una regla en hermenéutica que dice que un versículo no puede significar para nosotros lo que no podía significar para la audiencia original. Si este versículo es un resumen completo de la verdad cristiana tal y como se enseña más adelante en el Nuevo Testamento, entonces es bastante notable, y parecería que Job tenía un conocimiento muy superior al de sus contemporáneos e incluso al de los profetas posteriores. Por supuesto, algunos verían estos versículos como una prueba de que algunos creyentes del Antiguo Testamento, como Job, tenían un conocimiento bastante profundo de lo que estaba por venir.
El hecho de que Job pareciera saber algunas cosas a las que ni siquiera los profetas posteriores aluden, o lo hacen muy raramente, debería hacernos cuestionar la interpretación estándar de sus palabras en Job 19:25. O bien se ha alterado la naturaleza progresiva de la revelación bíblica, o bien la traducción de Job 19:25 tiene algunos problemas debido a las palabras difíciles que contiene el pasaje. Aunque la mayoría de las versiones modernas mantienen una redacción similar a la traducción de la NBLA, también añaden notas al pie que ofrecen significados alternativos.
Utilizando las notas al pie proporcionadas por la NBLA, Job 19:25-26 podría leerse así: "Yo sé que mi Defensor vive, y como el último tomará su lugar sobre el polvo. Y después que ellos han cortado mi piel, aun desde mi carne veré a Dios".
Utilizando las notas al pie de la NVI, el versículo podría leerse así: "Yo sé que mi Defensor vive y que al final se levantará sobre el polvo. Y, cuando mi piel haya sido destruida, todavía veré a Dios en mi carne".
Sustituir simplemente palabras en una traducción basándose en notas al pie no es una metodología sólida, pero el ejercicio sirve para ilustrar las dificultades que se encuentran al traducir estos versículos en particular.
En este punto del libro de Job, los amigos de Job lo han acusado de algún gran pecado que ha hecho que Dios se vuelva contra él. Job expresa su confianza en que un "pariente redentor" (la palabra es la misma que se utiliza para Booz en el libro de Rut) vendrá en su ayuda. No se especifica la identidad de este pariente redentor; sin embargo, parece poco probable que Job pudiera tener en mente a nadie más que al mismo Dios. Dios será testigo de Job contra sus amigos acusadores. Por lo tanto, la idea aquí de un "redentor" no tiene toda la teología cristiana implícita, aunque los cristianos que miran hacia atrás pueden ver claramente las semillas de esa teología en Job.
Además, Job expresa su confianza en que Dios vendrá a vindicarlo y se pondrá "sobre el polvo" o "sobre la tierra" o "sobre la tumba". El término hebreo aquí puede significar cualquiera de los tres, dependiendo del contexto. Si la palabra se traduce como "tumba", entonces Job espera la reivindicación después de la muerte. Si se prefiere "polvo", entonces puede significar en esta vida, es decir, que Dios aparecerá ante él en el mismo montón de polvo sobre el que yace agonizando.
El siguiente término difícil es traducido como "desecha" por la NBLA. La palabra hebrea no indica necesariamente la muerte. Si Job piensa en "destrucción total", entonces el término se referiría a la muerte. Si piensa en "estropear" o "dañar", podría significar simplemente que Job espera ser reivindicado después de que la agonía física por la que está pasando haya llegado a su peor momento. No hay nada en el término que especifique la vida o la muerte. Una traducción precisa podría ser cualquiera de las dos.
La siguiente frase difícil es "en mi carne" (NBLA). Literalmente, es "desde mi carne" (NBLA) y puede significar "aparte de mi carne" o "desde dentro de mi carne". En otras palabras, las traducciones viables pueden significar casi lo contrario entre sí. Sin embargo, no hay ninguna indicación en este pasaje en particular (ni en el libro, por cierto) de que Job espere una resurrección corporal. "Veré a Dios" es la esperanza de Job, ya sea en su cuerpo (en esta vida) o fuera de su cuerpo (en el más allá).
En resumen, en el versículo 25, Job confía en que Dios aparecerá y lo vindicará de las acusaciones de sus amigos. En el versículo 26, Job confía en que verá a Dios, y en el versículo 27 profundiza en esa esperanza. De hecho, Job ve a Dios y es vindicado al final del libro.
La forma en que muchos cristianos han utilizado Job 19:25-26 es un caso clásico de enseñanza de doctrinas correctas a partir de versículos erróneos. El significado completo de Dios como nuestro pariente redentor es una revelación del Nuevo Testamento, al igual que la promesa de la vindicación final después de la muerte y el cuerpo resucitado (ver Romanos 8:18-39 y 1 Corintios 15:42-58).
Tras una lectura rápida, este versículo parece referirse a Dios como redentor, a Su venida a la tierra (posiblemente en encarnación o posiblemente en victoria), a la resurrección del cuerpo e incluso a la esperanza de la vida eterna.
El problema con esta interpretación es que se basa en una comprensión de la revelación completa de la verdad cristiana. Hay una regla en hermenéutica que dice que un versículo no puede significar para nosotros lo que no podía significar para la audiencia original. Si este versículo es un resumen completo de la verdad cristiana tal y como se enseña más adelante en el Nuevo Testamento, entonces es bastante notable, y parecería que Job tenía un conocimiento muy superior al de sus contemporáneos e incluso al de los profetas posteriores. Por supuesto, algunos verían estos versículos como una prueba de que algunos creyentes del Antiguo Testamento, como Job, tenían un conocimiento bastante profundo de lo que estaba por venir.
El hecho de que Job pareciera saber algunas cosas a las que ni siquiera los profetas posteriores aluden, o lo hacen muy raramente, debería hacernos cuestionar la interpretación estándar de sus palabras en Job 19:25. O bien se ha alterado la naturaleza progresiva de la revelación bíblica, o bien la traducción de Job 19:25 tiene algunos problemas debido a las palabras difíciles que contiene el pasaje. Aunque la mayoría de las versiones modernas mantienen una redacción similar a la traducción de la NBLA, también añaden notas al pie que ofrecen significados alternativos.
Utilizando las notas al pie proporcionadas por la NBLA, Job 19:25-26 podría leerse así: "Yo sé que mi Defensor vive, y como el último tomará su lugar sobre el polvo. Y después que ellos han cortado mi piel, aun desde mi carne veré a Dios".
Utilizando las notas al pie de la NVI, el versículo podría leerse así: "Yo sé que mi Defensor vive y que al final se levantará sobre el polvo. Y, cuando mi piel haya sido destruida, todavía veré a Dios en mi carne".
Sustituir simplemente palabras en una traducción basándose en notas al pie no es una metodología sólida, pero el ejercicio sirve para ilustrar las dificultades que se encuentran al traducir estos versículos en particular.
En este punto del libro de Job, los amigos de Job lo han acusado de algún gran pecado que ha hecho que Dios se vuelva contra él. Job expresa su confianza en que un "pariente redentor" (la palabra es la misma que se utiliza para Booz en el libro de Rut) vendrá en su ayuda. No se especifica la identidad de este pariente redentor; sin embargo, parece poco probable que Job pudiera tener en mente a nadie más que al mismo Dios. Dios será testigo de Job contra sus amigos acusadores. Por lo tanto, la idea aquí de un "redentor" no tiene toda la teología cristiana implícita, aunque los cristianos que miran hacia atrás pueden ver claramente las semillas de esa teología en Job.
Además, Job expresa su confianza en que Dios vendrá a vindicarlo y se pondrá "sobre el polvo" o "sobre la tierra" o "sobre la tumba". El término hebreo aquí puede significar cualquiera de los tres, dependiendo del contexto. Si la palabra se traduce como "tumba", entonces Job espera la reivindicación después de la muerte. Si se prefiere "polvo", entonces puede significar en esta vida, es decir, que Dios aparecerá ante él en el mismo montón de polvo sobre el que yace agonizando.
El siguiente término difícil es traducido como "desecha" por la NBLA. La palabra hebrea no indica necesariamente la muerte. Si Job piensa en "destrucción total", entonces el término se referiría a la muerte. Si piensa en "estropear" o "dañar", podría significar simplemente que Job espera ser reivindicado después de que la agonía física por la que está pasando haya llegado a su peor momento. No hay nada en el término que especifique la vida o la muerte. Una traducción precisa podría ser cualquiera de las dos.
La siguiente frase difícil es "en mi carne" (NBLA). Literalmente, es "desde mi carne" (NBLA) y puede significar "aparte de mi carne" o "desde dentro de mi carne". En otras palabras, las traducciones viables pueden significar casi lo contrario entre sí. Sin embargo, no hay ninguna indicación en este pasaje en particular (ni en el libro, por cierto) de que Job espere una resurrección corporal. "Veré a Dios" es la esperanza de Job, ya sea en su cuerpo (en esta vida) o fuera de su cuerpo (en el más allá).
En resumen, en el versículo 25, Job confía en que Dios aparecerá y lo vindicará de las acusaciones de sus amigos. En el versículo 26, Job confía en que verá a Dios, y en el versículo 27 profundiza en esa esperanza. De hecho, Job ve a Dios y es vindicado al final del libro.
La forma en que muchos cristianos han utilizado Job 19:25-26 es un caso clásico de enseñanza de doctrinas correctas a partir de versículos erróneos. El significado completo de Dios como nuestro pariente redentor es una revelación del Nuevo Testamento, al igual que la promesa de la vindicación final después de la muerte y el cuerpo resucitado (ver Romanos 8:18-39 y 1 Corintios 15:42-58).