Pregunta
¿Qué significa que la lluvia cae sobre justos e injustos?
Respuesta
En Mateo 5:45, como parte del Sermón del Monte, Jesús dice esto acerca de Dios el Padre: "Él hace salir Su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos" (NBLA). Como siempre, el contexto es clave para entender este pasaje. En los versículos inmediatamente anteriores, Jesús menciona un dicho popular y luego da una instrucción contracultural: "Ustedes han oído que se dijo: "Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo". Pero Yo les digo: amen a sus enemigos y oren por los que los persiguen" (versículos 43–44, NBLA). Luego, en la primera mitad del versículo 45, Jesús da la razón detrás de esta orden: "para que ustedes sean hijos de su Padre que está en los cielos" (NBLA).
No debemos malinterpretar la declaración de Jesús como si se pudiera llegar a ser hijo de Dios simplemente por amar a los enemigos. No ganamos un lugar en la familia de Dios haciendo esto ni ningún otro tipo de obra buena. En el idioma griego original, ser "hijo" de alguien no implicaba necesariamente ser miembro biológico de su familia; más bien, un "hijo" era alguien que actuaba como otra persona o cosa. Por ejemplo, a Jacobo y Juan se les llamó "hijos del trueno" (Marcos 3:17), probablemente por sus temperamentos fuertes; tenían "personalidades tronantes" o quizás "caracteres explosivos". La versión Traducción en lenguaje actual refleja bien este sentido en Mateo 5:45: "Así demostrarán que actúan como su Padre Dios, que está en el cielo". En la medida en que una persona demuestra una característica de Dios, en esa misma medida se le puede considerar hijo de Dios.
Entonces, ¿cómo ama Dios a Sus enemigos? Hay varias maneras, pero en Mateo 5:45 Jesús da dos ejemplos prácticos: "Él hace salir Su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos". En aquella sociedad agraria, el buen clima lo era todo. Había agricultores justos (que serían considerados amigos de Dios) y agricultores injustos (a quienes se consideraría enemigos de Dios). Sin importar la actitud del agricultor hacia Dios, Él da sol y lluvia a todos por igual. Cuando Dios envía buen sol y buena lluvia a un agricultor malvado, está demostrando amor hacia Sus enemigos. En este caso, Dios no hace distinción entre justos y malvados: les da buenos regalos a ambos.
Habrá un tiempo futuro de juicio, pero hasta entonces, Dios da generosamente cosas buenas incluso a quienes lo odian. Él concede la bendición de la lluvia tanto a justos como a injustos. Personas malvadas, que se burlan de Él o incluso niegan Su existencia, aun así pueden disfrutar del buen clima, la buena comida, el amor de la familia y muchas otras bendiciones. Ya que Dios es tan generoso con sus enemigos, nosotros también deberíamos serlo.
No debemos malinterpretar la declaración de Jesús como si se pudiera llegar a ser hijo de Dios simplemente por amar a los enemigos. No ganamos un lugar en la familia de Dios haciendo esto ni ningún otro tipo de obra buena. En el idioma griego original, ser "hijo" de alguien no implicaba necesariamente ser miembro biológico de su familia; más bien, un "hijo" era alguien que actuaba como otra persona o cosa. Por ejemplo, a Jacobo y Juan se les llamó "hijos del trueno" (Marcos 3:17), probablemente por sus temperamentos fuertes; tenían "personalidades tronantes" o quizás "caracteres explosivos". La versión Traducción en lenguaje actual refleja bien este sentido en Mateo 5:45: "Así demostrarán que actúan como su Padre Dios, que está en el cielo". En la medida en que una persona demuestra una característica de Dios, en esa misma medida se le puede considerar hijo de Dios.
Entonces, ¿cómo ama Dios a Sus enemigos? Hay varias maneras, pero en Mateo 5:45 Jesús da dos ejemplos prácticos: "Él hace salir Su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos". En aquella sociedad agraria, el buen clima lo era todo. Había agricultores justos (que serían considerados amigos de Dios) y agricultores injustos (a quienes se consideraría enemigos de Dios). Sin importar la actitud del agricultor hacia Dios, Él da sol y lluvia a todos por igual. Cuando Dios envía buen sol y buena lluvia a un agricultor malvado, está demostrando amor hacia Sus enemigos. En este caso, Dios no hace distinción entre justos y malvados: les da buenos regalos a ambos.
Habrá un tiempo futuro de juicio, pero hasta entonces, Dios da generosamente cosas buenas incluso a quienes lo odian. Él concede la bendición de la lluvia tanto a justos como a injustos. Personas malvadas, que se burlan de Él o incluso niegan Su existencia, aun así pueden disfrutar del buen clima, la buena comida, el amor de la familia y muchas otras bendiciones. Ya que Dios es tan generoso con sus enemigos, nosotros también deberíamos serlo.