Pregunta
¿Qué significa que "el justo por su fe vivirá" (Habacuc 2:4)?
Respuesta
Habacuc 2:4 incluye la conocida declaración: "el justo por su fe vivirá". ¿Qué significa esto?
El contexto nos ayuda a entender la intención de Dios en este pasaje. El versículo completo dice: "He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá" (Habacuc 2:4). "Aquel cuya alma no es recta" es una referencia simbólica a Babilonia. Esta nación se había vuelto orgullosa o "engreída", y como resultado eran injustos y enfrentaban el juicio de Dios. En contraste, los justos vivirían por su fe en Dios. Los justos son humildes ante los ojos de Dios y no enfrentarán Su juicio.
Habacuc 2:4 es citado tres veces en el Nuevo Testamento. Pablo lo menciona en Romanos 1:17, enfatizando que la justicia por la fe es tanto para judíos como para gentiles: "Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá" (NBLA).
Luego, en Gálatas 3:11, leemos: "Y que nadie es justificado ante Dios por la ley es evidente, porque el justo vivirá por la fe" (NBLA). Aquí, Pablo recalca que somos justificados—es decir, hechos justos delante de Dios—mediante la fe, no por la Ley. Como escribió Habacuc, las personas siempre han sido salvas por la fe, no por las obras. Habacuc 2:4 también se cita en Hebreos 10:38.
En el siglo III, el rabino Simla señaló que Moisés dio 365 prohibiciones y 248 mandamientos positivos. David los redujo a once mandamientos en el Salmo 15; Isaías los resumió en seis (Isaías 33:14–15); Miqueas los concentró en tres (Miqueas 6:8); y Habacuc los condensó todos en uno solo: "el justo por su fe vivirá" (según P. L. Tan, Encyclopedia of 7700 Illustrations, Bible Communications, #1495).
Los cristianos somos salvos por gracia mediante la fe (Efesios 2:8–9), y caminamos por fe (2 Corintios 5:7). Solo por la fe en Cristo somos hechos justos (Romanos 5:19). Pablo desarrolla aún más esta verdad en Gálatas 2:16, diciendo: "sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino mediante la fe en Cristo Jesús, también nosotros hemos creído en Cristo Jesús, para que seamos justificados por la fe en Cristo, y no por las obras de la ley. Puesto que por las obras de la ley nadie será justificado" (NBLA). Es la justicia de Cristo la que nos salva, y la única forma de recibir ese don es confiar en Él. "El que cree en el Hijo tiene vida eterna" (Juan 3:36).
Cuando Habacuc escribió: "el justo por su fe vivirá", estaba expresando una verdad eterna que ya se había modelado en la vida de Abraham (Génesis 15:6). El hombre justo "vivirá" en el sentido de que no enfrentará el juicio de Dios; en cambio, por su fe en Dios, se le ha otorgado vida eterna.
El contexto nos ayuda a entender la intención de Dios en este pasaje. El versículo completo dice: "He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá" (Habacuc 2:4). "Aquel cuya alma no es recta" es una referencia simbólica a Babilonia. Esta nación se había vuelto orgullosa o "engreída", y como resultado eran injustos y enfrentaban el juicio de Dios. En contraste, los justos vivirían por su fe en Dios. Los justos son humildes ante los ojos de Dios y no enfrentarán Su juicio.
Habacuc 2:4 es citado tres veces en el Nuevo Testamento. Pablo lo menciona en Romanos 1:17, enfatizando que la justicia por la fe es tanto para judíos como para gentiles: "Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá" (NBLA).
Luego, en Gálatas 3:11, leemos: "Y que nadie es justificado ante Dios por la ley es evidente, porque el justo vivirá por la fe" (NBLA). Aquí, Pablo recalca que somos justificados—es decir, hechos justos delante de Dios—mediante la fe, no por la Ley. Como escribió Habacuc, las personas siempre han sido salvas por la fe, no por las obras. Habacuc 2:4 también se cita en Hebreos 10:38.
En el siglo III, el rabino Simla señaló que Moisés dio 365 prohibiciones y 248 mandamientos positivos. David los redujo a once mandamientos en el Salmo 15; Isaías los resumió en seis (Isaías 33:14–15); Miqueas los concentró en tres (Miqueas 6:8); y Habacuc los condensó todos en uno solo: "el justo por su fe vivirá" (según P. L. Tan, Encyclopedia of 7700 Illustrations, Bible Communications, #1495).
Los cristianos somos salvos por gracia mediante la fe (Efesios 2:8–9), y caminamos por fe (2 Corintios 5:7). Solo por la fe en Cristo somos hechos justos (Romanos 5:19). Pablo desarrolla aún más esta verdad en Gálatas 2:16, diciendo: "sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino mediante la fe en Cristo Jesús, también nosotros hemos creído en Cristo Jesús, para que seamos justificados por la fe en Cristo, y no por las obras de la ley. Puesto que por las obras de la ley nadie será justificado" (NBLA). Es la justicia de Cristo la que nos salva, y la única forma de recibir ese don es confiar en Él. "El que cree en el Hijo tiene vida eterna" (Juan 3:36).
Cuando Habacuc escribió: "el justo por su fe vivirá", estaba expresando una verdad eterna que ya se había modelado en la vida de Abraham (Génesis 15:6). El hombre justo "vivirá" en el sentido de que no enfrentará el juicio de Dios; en cambio, por su fe en Dios, se le ha otorgado vida eterna.