Pregunta

¿Qué es la justicia punitiva? ¿Qué dice la Biblia acerca de la justicia punitiva?

Respuesta
La justicia punitiva pone el énfasis en el castigo como la mejor manera de disuadir el crimen. El objetivo de la justicia punitiva es que los transgresores de la ley sufran el dolor del castigo y decidan evitarlo en el futuro, mientras que los observadores decidan no cometer actos delictivos para evitar un trato similar. En algunos casos, como la pena de muerte, el castigado no necesariamente aprende nada, pero se le impide cometer crímenes futuros, y además el criminal recibe lo que sus delitos "merecen".

Quizás la justicia punitiva se entienda mejor en contraste con la otra teoría predominante de la justicia: la justicia restaurativa. La justicia restaurativa no se centra tanto en castigar al criminal, sino en que el criminal repare el daño causado con un intento de restaurar a todos los involucrados: criminales, víctimas y la sociedad entera.

La Biblia no utiliza ninguno de estos términos, pero sí hay ocasiones en las que ambos enfoques son respaldados en la Escritura.

Bajo la Ley del Antiguo Testamento, algunas ofensas (sobre todo el asesinato—ver Génesis 6:9; Levítico 24:17; Éxodo 21:12; Números 35:30) eran tan atroces que la pena de muerte estaba justificada sin ningún intento de restauración. Después de todo, sería imposible "restaurar" el daño hecho a una víctima de asesinato o a sus seres queridos. Algunas cosas simplemente merecen castigo. Incluso el Nuevo Testamento afirma la necesidad de la justicia punitiva, pero recuerda a los cristianos que Dios ha dado a los gobiernos la autoridad para llevarla a cabo, no a los justicieros. "Sométase toda persona a las autoridades que gobiernan. Porque no hay autoridad sino de Dios, y las que existen, por Dios son constituidas. Por tanto, el que resiste a la autoridad, a lo ordenado por Dios se ha opuesto; y los que se han opuesto, recibirán condenación sobre sí mismos. Porque los gobernantes no son motivo de temor para los de buena conducta, sino para el que hace el mal. ¿Deseas, pues, no temer a la autoridad? Haz lo bueno y tendrás elogios de ella, pues es para ti un ministro de Dios para bien. Pero si haces lo malo, teme. Porque no en vano lleva la espada, pues es ministro de Dios, un vengador que castiga al que practica lo malo" (Romanos 13:1–4, NBLA). Aquí, "llevar la espada" incluye la pena de muerte, ya que la espada romana era el medio principal de ejecución en ese tiempo.

En otros casos, la Biblia respalda la justicia restaurativa más que la punitiva. Por ejemplo, en Éxodo 22:1 la ley decía: "Si alguien roba un buey o una oveja, y lo mata o vende, pagará cinco bueyes por el buey y cuatro ovejas por la oveja" (NBLA). En este caso, el perjudicado es recompensado y el criminal es castigado, pero al final el ladrón podía ser restaurado a la sociedad.

En los Estados Unidos, el énfasis está en la justicia punitiva, pero el castigo suele ser en forma de largas sentencias de prisión, lo cual genera un conjunto completamente nuevo de problemas para la sociedad. En algunos casos, las sentencias de prisión podrían reemplazarse por reparaciones y servicio comunitario productivo, lo cual permitiría al infractor compensar al perjudicado y también contribuir a la sociedad. Con demasiada frecuencia, el sistema estadounidense involucra ya sea un castigo largo en prisión o un "tirón de orejas" sin ni castigo ni reparación.

En conclusión, la Biblia respalda la justicia punitiva para ciertos delitos y la justicia restaurativa para faltas menores en las que es posible hacer restitución. Hay un lugar adecuado para ambos enfoques, según la naturaleza del crimen.