Pregunta

¿Qué significa andar por fe y no por vista (2 Corintios 5:7)?

Respuesta
Segunda de Corintios 5:6–7 dice: "Por tanto, animados siempre y sabiendo que mientras habitamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor. (Porque por fe andamos, no por vista)" (NBLA, énfasis añadido). Otras versiones usan el término vivimos en lugar de andamos. El verbo "andar" aquí se utiliza como una metáfora para referirse a la manera en que una persona lleva su vida. Todavía usamos expresiones como "personas que transitan distintos rumbos en la vida" para hablar de una variedad de estilos de vida o trasfondos culturales.

El apóstol Pablo les recuerda a sus lectores que los seguidores de Cristo no deben construir sus vidas en torno a cosas que no tienen valor eterno. En lugar de perseguir las mismas cosas que busca el mundo, un cristiano debe enfocarse en las realidades invisibles como Jesús y el cielo. Pablo continúa diciendo: "Por eso, ya sea presentes o ausentes, ambicionamos agradar al Señor. Porque todos nosotros debemos comparecer ante el tribunal de Cristo, para que cada uno sea recompensado por sus hechos estando en el cuerpo, de acuerdo con lo que hizo, sea bueno o sea malo" (2 Corintios 5:9–10, NBLA). Jesús nos instruyó a acumular tesoros en el cielo (Mateo 6:19–20; Lucas 12:33). Él prometió recompensas a todo el que haga Su voluntad (Mateo 16:27; 1 Pedro 1:17; Apocalipsis 22:12) y castigo para quienes lo rechacen (Mateo 25:24–46; Juan 3:16–18).

Andar por fe significa vivir la vida a la luz de las consecuencias eternas. Andar por fe es temer a Dios más que a los hombres; obedecer la Biblia incluso cuando entra en conflicto con los mandatos humanos; elegir la justicia en lugar del pecado, sin importar el costo; confiar en Dios en toda circunstancia; y creer que Él recompensa a los que lo buscan, sin importar lo que otros digan (Hebreos 11:6).

En lugar de amar las cosas de este mundo (1 Juan 2:15–16), los cristianos deben vivir para glorificar a Dios en todo lo que hacen (1 Corintios 10:31). Vivir así requiere fe, porque no podemos ver, oír ni tocar lo espiritual. Cuando fundamentamos nuestras vidas en la verdad de la Palabra de Dios, en lugar de seguir la filosofía popular de nuestra época, estamos yendo contra nuestras inclinaciones naturales. Nuestro instinto puede ser acumular riquezas, pero andar por fe implica dar a quienes tienen necesidad (Lucas 11:41; Efesios 4:28). La sociedad puede decir que la inmoralidad sexual es aceptable, pero quienes andan por fe basan sus estándares en la Palabra inmutable de Dios, que afirma que cualquier relación sexual fuera del matrimonio es pecado (1 Corintios 6:18; Efesios 5:3; Gálatas 5:19). Andar por fe requiere que afinemos nuestro corazón a la voz del Espíritu Santo y a la verdad de Su Palabra (Juan 10:27; 16:13). Elegimos vivir conforme a lo que Dios nos revela, en lugar de confiar en nuestro propio entendimiento (Proverbios 3:5–6).