Pregunta

¿Tiene algún significado o simbolismo especial el búho en la Biblia?

Respuesta
Varias especies de búhos se mencionan en el Antiguo Testamento. Aparte de las referencias a los búhos como aves inmundas, la Biblia los presenta de manera figurada para simbolizar soledad angustiante, desolación, duelo y juicio.

La Ley mosaica clasifica a los búhos y otras aves de rapiña como inmundas, lo que significa que estaban prohibidos como alimento para Israel: "Además, estas abominarán de entre las aves, no se comerán, son abominación: el águila, el buitre y el buitre negro, el milano y el halcón según su especie; todo cuervo según su especie; el avestruz, la lechuza, la gaviota y el gavilán según su especie; el búho, el somormujo, el búho real, la lechuza blanca, el pelícano, el buitre común" (Levítico 11:13–18, NBLA; ver también Deuteronomio 14:11–17). Probablemente, se consideraban inmundos porque son depredadores que comen carne con sangre.

Los búhos se encuentran entre los depredadores salvajes que han habitado desde hace mucho tiempo en los desiertos y en las ruinas abandonadas de Egipto y la Tierra Santa. Tanto Isaías como Sofonías hablan de búhos anidando en tierras devastadas para crear imágenes simbólicas de esterilidad, vacío y absoluta desolación: "Porque es día de venganza del Señor, año de retribución para la causa de Sión. Los torrentes de Edom se convertirán en brea, su polvo en azufre, y su tierra será brea ardiente. No se apagará ni de noche ni de día, su humo subirá para siempre. De generación en generación permanecerá desolada, nunca jamás pasará nadie por ella. Pero el pelícano y el erizo la poseerán, el búho y el cuervo habitarán en ella. Dios extenderá sobre ella el cordel de desolación Y la plomada del vacío... Allí el búho hará su nido, pondrá sus huevos y sacará sus crías, y las reunirá para protegerlas" (Isaías 34:8–11, 15, NBLA; ver también Isaías 13:21; Salmo 102:3–6; Sofonías 2:13).

El profeta Jeremías ilustra la destrucción y abandono perpetuo de Babilonia como una ciudad cuyos únicos habitantes son criaturas del desierto, hienas y búhos: "Por tanto, allí vivirán las fieras del desierto junto con las hienas, también vivirán avestruces en ella; nunca más será habitada ni poblada por generación y generación" (Jeremías 50:39, NBLA).

En el Salmo 102:3–6, el búho simboliza la soledad del corazón atormentado del salmista: "Porque mis días han sido consumidos en humo, y como brasero han sido quemados mis huesos. Mi corazón ha sido herido como la hierba y se ha secado, y hasta me olvido de comer mi pan. A causa de la intensidad de mi gemido mis huesos se pegan a la piel. Me parezco al pelícano del desierto; como el búho de las soledades he llegado a ser" (NBLA)

Miqueas compara la voz de estas criaturas nocturnas con un lamento doloroso: "Por lo tanto, lloraré y me lamentaré; andaré descalzo y desnudo. Aullaré como un chacal y gemiré como un búho" (Miqueas 1:8, NTV). Un estudioso relata personalmente el sonido inquietante del búho: "Su grito es un ulular fuerte, prolongado y muy potente. No conozco nada que haya traído a mi mente de manera más vívida la sensación de desolación y soledad que el ulular de dos o tres de estos grandes búhos mientras estaba a medianoche entre los templos en ruinas de Baalbek" (M. G. Easton, citando Natural History of the Bible de Tristam, "Owl," Easton’s Bible Dictionary, Nueva York: Harper & Brothers, 1893, Traducción propia).

El Nuevo Testamento no contiene referencias a los búhos.