Pregunta
¿Debería una mujer cristiana usar un bikini?
Respuesta
Usar o no un bikini es una pregunta con la que muchas mujeres luchan, pero para una mujer cristiana, el tema tiene implicaciones adicionales. Dios llama a las mujeres a la modestia, lo que significa no llamar la atención: "Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad" (1 Timoteo 2:9-10). Dios también nos llama a la pureza: "Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza" (1 Timoteo 4:12). La pregunta es si el uso de un bikini es coherente con la modestia y la pureza.
En última instancia, la fidelidad de una hija de Dios no se mide por lo que lleva puesto, sino por su caminar en el Espíritu (Gálatas 5:16). Al mismo tiempo, lo que lleva puesto envía un mensaje y puede tener un efecto en otros. Un principio bíblico relativo a los temas controvertidos es que debemos amar a los demás y evitar hacer lo que sabemos que les hará tropezar. En este sentido, debemos considerar cómo nuestras elecciones de ropa afectan a otras personas de ambos sexos en su caminar con Dios, en sus propios pensamientos y en su percepción de nuestro testimonio sobre quién es Dios. Podemos y debemos limitar nuestras libertades para ayudar a otros en lo que podamos (ver 1 Corintios 10:23-28 y Romanos 14:1-13).
La motivación personal de una mujer para usar un bikini también es importante. ¿Es el bikini realmente la prenda más cómoda y apropiada para la ocasión? ¿O el uso de un bikini está diseñado para llamar la atención? ¿para recibir halagos? ¿Para encajar con la gente? ¿Para complacer a otra persona? Algunas motivaciones son mejores que otras.
Otra consideración para la mujer que usa un bikini es el entorno. ¿Pasa tiempo a solas en su propia casa? ¿Está con sus amigas o su marido? ¿O está en una fiesta en la piscina con compañeros de trabajo de ambos sexos? Algunos escenarios son más apropiados para un bikini que otros.
Ya sea en bikini o no, nuestros cuerpos pertenecen a Dios y son para ser usados para Su gloria, no para la nuestra. Romanos 12:1 nos dice: "Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional". Cuando ofrecemos nuestros cuerpos a Dios como "sacrificios vivos", estamos diciendo, en realidad, "Mi cuerpo es tuyo, Señor. Úsalo para tu gloria".
En última instancia, la fidelidad de una hija de Dios no se mide por lo que lleva puesto, sino por su caminar en el Espíritu (Gálatas 5:16). Al mismo tiempo, lo que lleva puesto envía un mensaje y puede tener un efecto en otros. Un principio bíblico relativo a los temas controvertidos es que debemos amar a los demás y evitar hacer lo que sabemos que les hará tropezar. En este sentido, debemos considerar cómo nuestras elecciones de ropa afectan a otras personas de ambos sexos en su caminar con Dios, en sus propios pensamientos y en su percepción de nuestro testimonio sobre quién es Dios. Podemos y debemos limitar nuestras libertades para ayudar a otros en lo que podamos (ver 1 Corintios 10:23-28 y Romanos 14:1-13).
La motivación personal de una mujer para usar un bikini también es importante. ¿Es el bikini realmente la prenda más cómoda y apropiada para la ocasión? ¿O el uso de un bikini está diseñado para llamar la atención? ¿para recibir halagos? ¿Para encajar con la gente? ¿Para complacer a otra persona? Algunas motivaciones son mejores que otras.
Otra consideración para la mujer que usa un bikini es el entorno. ¿Pasa tiempo a solas en su propia casa? ¿Está con sus amigas o su marido? ¿O está en una fiesta en la piscina con compañeros de trabajo de ambos sexos? Algunos escenarios son más apropiados para un bikini que otros.
Ya sea en bikini o no, nuestros cuerpos pertenecen a Dios y son para ser usados para Su gloria, no para la nuestra. Romanos 12:1 nos dice: "Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional". Cuando ofrecemos nuestros cuerpos a Dios como "sacrificios vivos", estamos diciendo, en realidad, "Mi cuerpo es tuyo, Señor. Úsalo para tu gloria".