Pregunta

¿Qué significa "bienaventurados los misericordiosos"?

Respuesta
Jesús comienza Su Sermón del Monte con las Bienaventuranzas, una serie de declaraciones que describen la vida bienaventurada. La quinta bienaventuranza dice: "Bienaventurados los misericordiosos, pues ellos recibirán misericordia" (Mateo 5:7, NBLA).

Primero, la palabra traducida como "bienaventurados" tiene un significado general de "felices" o "gozosos". Se trata de una bienaventuranza espiritual, una satisfacción divina que proviene de tener una relación correcta con Dios.

Ser misericordioso es mostrar perdón y compasión hacia quienes lo necesitan. Jesús habló con frecuencia de esta cualidad. En el Padre Nuestro, dice: "Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores" (Mateo 6:12, NBLA). En Mateo 9:13, Jesús instruye a los fariseos diciendo: "Pero vayan, y aprendan lo que significa: "Misericordia quiero y no sacrificio"; porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores" (NBLA).

Somos bienaventurados si somos misericordiosos, porque la misericordia es una cualidad que Dios mismo manifiesta. La misericordia de Dios consiste en no aplicar el castigo que merecemos; es Su compasión hacia los miserables. Deuteronomio 30:3 dice: "El Señor tu Dios te hará volver de tu cautividad, y tendrá compasión de ti" (NBLA). El salmista escribe: "Bendito sea el SEÑOR, porque ha oído la voz de mis súplicas" (Salmo 28:6, NBLA). Jesús mismo mostró misericordia en muchas ocasiones, como en la sanidad del hombre liberado de los demonios: "Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho por ti, y cómo tuvo misericordia de ti" (Marcos 5:19, NBLA).

Hemos recibido la misericordia de Dios. Romanos 11:30 dice: "Ustedes en otro tiempo fueron desobedientes a Dios, pero ahora se les ha mostrado misericordia" (NBLA). Pablo compartió que su ministerio le fue concedido por la misericordia de Dios (2 Corintios 4:1). También consideró su salvación como un acto de la misericordia divina: "Sin embargo, se me mostró misericordia porque lo hice por ignorancia en mi incredulidad" (1 Timoteo 1:13, NBLA). Nuestra salvación también se describe como un acto de misericordia: "Él nos salvó, no por las obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino conforme a Su misericordia" (Tito 3:5, NBLA). Como lo expresó Pedro: "Según Su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos" (1 Pedro 1:3, NBLA).

Los hijos de Dios reflejan Su misericordia, y por lo tanto, también son misericordiosos. Los misericordiosos en este mundo son bienaventurados en el sentido de que conocen el gozo de Dios. La persona misericordiosa será eternamente feliz porque ha conocido la misericordia de Dios.