Pregunta

¿Qué es el bautismo con/en fuego?

Respuesta
Juan el Bautista vino predicando el arrepentimiento y bautizando en el desierto de Judea, y fue enviado como un heraldo para anunciar la llegada de Jesús, el Hijo de Dios (Mateo 3:1-12). Él declaró: "Yo, en verdad, los bautizo a ustedes con agua para arrepentimiento, pero Aquel que viene detrás de mí es más poderoso que yo, a quien no soy digno de quitar las sandalias; Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego" (Mateo 3:11, NBLA).

Después de que Jesús resucitó de entre los muertos, instruyó a Sus apóstoles a "…que esperaran la promesa del Padre: "La cual", les dijo, "oyeron de Mí; porque Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo dentro de pocos días"" (Hechos 1:4-5, NBLA). Esta promesa se cumplió por primera vez en el día de Pentecostés (Hechos 2:1-4), y el bautismo del Espíritu une a cada creyente al cuerpo de Cristo (1 Corintios 12:13). Pero, ¿qué hay del bautismo con fuego?

Algunos interpretan el bautismo con fuego como una referencia al día de Pentecostés, cuando el Espíritu Santo fue enviado desde el cielo. "Y de repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso que llenó toda la casa donde estaban sentados. Se les aparecieron lenguas como de fuego que, repartiéndose, se posaron sobre cada uno de ellos" (Hechos 2:2-3, NBLA). Es importante notar que eran lenguas como de fuego, no fuego literal.

Otros creen que el bautismo con fuego se refiere a la obra del Espíritu Santo como quien energiza el servicio del creyente y purifica el mal interior, basándose en la exhortación: "No apaguen el Espíritu" (1 Tesalonicenses 5:19, NBLA). El mandato al creyente es no apagar el fuego del Espíritu al suprimir Su obra.

Una tercera interpretación, y probablemente la más acertada, es que el bautismo con fuego se refiere al juicio. En los cuatro pasajes de los evangelios que mencionan el bautismo, Marcos y Juan hablan del bautismo con el Espíritu Santo, pero solo Mateo y Lucas mencionan el bautismo con fuego. El contexto inmediato de Mateo y Lucas es claramente de juicio (Mateo 3:7-12; Lucas 3:7-17). El contexto de Marcos y Juan no lo es (Marcos 1:1-8; Juan 1:29-34). Sabemos que el Señor Jesús vendrá en llama de fuego para juzgar a los que no conocieron a Dios (2 Tesalonicenses 1:3-10; Juan 5:21-23; Apocalipsis 20:11-15), pero ¡alabado sea Dios que salvará a todos los que vengan a Él y pongan su confianza en Él! (Juan 3:16).