Pregunta

¿Qué significa "Si se enojan, no pequen" (Salmo 4:4)?

Respuesta
El Salmo 4 es un salmo de confianza escrito por David. El salmo es breve, solo tiene ocho versículos (nueve, incluyendo la atribución hebrea "para el director del coro, con instrumentos de cuerda, salmo de David"). El salmo está escrito en tres secciones con un "selah" (una marca que indica una pausa o un interludio musical) al final de los versículos 2 y 4. En la segunda sección corta, David canta: "Tiemblen, y no pequen" (Salmo 4:4, NBLA) o, como dice la NVI, "Si se enojan, no pequen". La palabra hebrea traducida en la NVI como «enojan» es ragaz, y puede significar "estar perturbado o alterado". David reconoce que hay causas legítimas para estar alterado, pero advierte contra ir tan lejos como para pecar. En el Nuevo Testamento, Pablo cita el Salmo 4:4 mientras da instrucciones sobre la vida cristiana en Efesios 4:26.

David clama a Dios para que lo escuche como lo ha hecho antes (Salmo 4:1). David parece estar preocupado por los hombres que lo maltratan con falsedad (Salmo 4:2). David afirma su confianza en Dios, ya que ha apartado al piadoso y lo escucha cuando clama a Él (Salmo 4:3). Así pues, uno puede estar molesto, o incluso enfadado, y sin embargo, como el piadoso sabe que Dios oye y libera, ese enfado no debe llegar al pecado (Salmo 4:4). De la misma manera, David exhorta al oyente a meditar (en la fidelidad de Dios) en silencio durante la noche y a estar tranquilo (Salmo 4:5).

En la última y más larga sección del salmo, después de recordar al oyente que "Si se enojan, no pequen", David exhorta: "Ofrezcan sacrificios de justicia, y confíen en el Señor" (Salmo 4:5, NBLA). Debido a esa confianza en el Señor, la persona piadosa nunca necesita preocuparse por los malhechores. Incluso cuando los demás no nos tratan bien, Dios derrama Su luz sobre nosotros (Salmo 4:6). Él es quien pone alegría en nuestros corazones, más aún que la abundancia (Salmo 4:7). Descansamos en paz por la noche gracias a Él (Salmo 4:8).

Este salmo es, entre otras cosas, un útil recordatorio de que podemos "enojarnos y no pecar". Podemos estar molestos, pero no necesitamos dejarnos dominar por la ira, porque confiamos en Él. Más adelante, Pablo cita el Salmo 4:4 (traduciendo el hebreo ragaz con el griego orgizo, lo que indica que el término enfadado es una traducción precisa), recordando a los creyentes que la ira es aceptable si no llega al pecado. Pablo también establece un límite de tiempo importante para la ira, cuando dice: "no se ponga el sol sobre su enojo" (Efesios 4:26, NBLA). La canción de David parecía estar destinada a ser cantada por la noche, ya que se centraba en la provisión de Dios de un buen descanso gracias a nuestra confianza en el Señor, y Pablo desafía a sus lectores a no llevarse la ira a la cama. Mientras que las palabras de David apelan al corazón, las de Pablo apelan más al intelecto, pero ambas ofrecen la misma receta: no termines el día dominado por la ira, sino confía en el Señor.

La ira y la fe son ideas mutuamente excluyentes, ya que la ira del hombre no obra la justicia de Dios (Santiago 1:20). Dios es digno de confianza, y cualquier cosa que nos moleste hasta el punto de enfadarnos puede entregársele a Él. Podemos confiar en que Él se encargará de ello.