Pregunta
¿Qué significa que "el Señor uno es" (Deuteronomio 6:4)?
Respuesta
La apertura del Shema (una oración judía que afirma la unicidad de Dios), una enseñanza central en el judaísmo, declara: "Escucha, oh Israel, el Señor es nuestro Dios, el Señor uno es" (Deuteronomio 6:4, NBLA).
Este versículo ha sido ampliamente debatido entre los estudiosos del hebreo, por lo que algunas traducciones al español incluyen notas al pie con posibles variantes. Algunas traducciones alternativas son: "El Señor nuestro Dios es un solo Señor", "El Señor nuestro Dios, el Señor es uno", o "El Señor es nuestro Dios, el Señor es uno". En todas las opciones, el énfasis está en la unicidad de Dios. Esta afirmación contrastaba fuertemente con las teologías de los pueblos que rodeaban a Israel. Muchos sistemas religiosos, como el de los egipcios, adoraban a una gran variedad de dioses y diosas. El hecho de adorar solo a un Dios hacía que la fe de los hebreos fuera única en el mundo antiguo.
En Éxodo 20, donde se encuentran los Diez Mandamientos, también se inicia con una afirmación de la exclusividad de Dios: "No tendrás otros dioses delante de Mí" (Éxodo 20:3, NBLA). Dios se reveló como el único digno de adoración. No podía haber otros dioses.
Sin embargo, el origen del monoteísmo no se encuentra en Deuteronomio 6:4. Las primeras palabras de la Biblia ya lo establecen: "En el principio Dios creó los cielos y la tierra" (Génesis 1:1, NBLA). Solo un Dios existía antes de todas las cosas y fue quien creó todo lo que existe. Este mismo Dios fue quien habló con Adán y Eva en el huerto del Edén (Génesis 2—3), salvó al mundo a través de Noé (Génesis 6—8), y prometió a Abraham que todas las naciones serían benditas por medio de él (Génesis 12). Israel siempre fue instruido a reconocer al Señor como el único Dios, y a rechazar todos los ídolos y negar la existencia de otros dioses.
Pero si el Señor uno es, ¿cómo podemos entender la Trinidad? Aunque la palabra Trinidad no aparece como tal en la Biblia, el concepto sí está presente. El Padre, Jesucristo y el Espíritu Santo son presentados como Dios y poseen atributos que solo corresponden a Dios. Por ejemplo, Jesús estaba con Dios desde el principio (Juan 1:1), y por medio de Él fueron creadas todas las cosas (Colosenses 1:16–17). El Espíritu Santo es mencionado junto con el Padre y el Hijo como "el nombre" en el cual los creyentes deben ser bautizados (Mateo 28:19–20), y fue llamado Dios por Pedro en Hechos 5:3–4. La enseñanza de un Dios Trino es única del cristianismo y afirma que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son un solo Dios en tres Personas.
Los cristianos creemos que Dios es uno y, al mismo tiempo, trino. Conocemos a Dios por medio de la fe en Jesucristo (Juan 14:6). El Espíritu Santo obra en nosotros para ayudarnos a vivir para Dios cada día.
Este versículo ha sido ampliamente debatido entre los estudiosos del hebreo, por lo que algunas traducciones al español incluyen notas al pie con posibles variantes. Algunas traducciones alternativas son: "El Señor nuestro Dios es un solo Señor", "El Señor nuestro Dios, el Señor es uno", o "El Señor es nuestro Dios, el Señor es uno". En todas las opciones, el énfasis está en la unicidad de Dios. Esta afirmación contrastaba fuertemente con las teologías de los pueblos que rodeaban a Israel. Muchos sistemas religiosos, como el de los egipcios, adoraban a una gran variedad de dioses y diosas. El hecho de adorar solo a un Dios hacía que la fe de los hebreos fuera única en el mundo antiguo.
En Éxodo 20, donde se encuentran los Diez Mandamientos, también se inicia con una afirmación de la exclusividad de Dios: "No tendrás otros dioses delante de Mí" (Éxodo 20:3, NBLA). Dios se reveló como el único digno de adoración. No podía haber otros dioses.
Sin embargo, el origen del monoteísmo no se encuentra en Deuteronomio 6:4. Las primeras palabras de la Biblia ya lo establecen: "En el principio Dios creó los cielos y la tierra" (Génesis 1:1, NBLA). Solo un Dios existía antes de todas las cosas y fue quien creó todo lo que existe. Este mismo Dios fue quien habló con Adán y Eva en el huerto del Edén (Génesis 2—3), salvó al mundo a través de Noé (Génesis 6—8), y prometió a Abraham que todas las naciones serían benditas por medio de él (Génesis 12). Israel siempre fue instruido a reconocer al Señor como el único Dios, y a rechazar todos los ídolos y negar la existencia de otros dioses.
Pero si el Señor uno es, ¿cómo podemos entender la Trinidad? Aunque la palabra Trinidad no aparece como tal en la Biblia, el concepto sí está presente. El Padre, Jesucristo y el Espíritu Santo son presentados como Dios y poseen atributos que solo corresponden a Dios. Por ejemplo, Jesús estaba con Dios desde el principio (Juan 1:1), y por medio de Él fueron creadas todas las cosas (Colosenses 1:16–17). El Espíritu Santo es mencionado junto con el Padre y el Hijo como "el nombre" en el cual los creyentes deben ser bautizados (Mateo 28:19–20), y fue llamado Dios por Pedro en Hechos 5:3–4. La enseñanza de un Dios Trino es única del cristianismo y afirma que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son un solo Dios en tres Personas.
Los cristianos creemos que Dios es uno y, al mismo tiempo, trino. Conocemos a Dios por medio de la fe en Jesucristo (Juan 14:6). El Espíritu Santo obra en nosotros para ayudarnos a vivir para Dios cada día.