Pregunta
¿Cuál es la historia de Salomón y las dos prostitutas?
Respuesta
En 1 Reyes 3:16–28 encontramos un relato notable en el que el rey Salomón resuelve un caso difícil presentado por dos prostitutas (conocido como el Juicio de Salomón). Ambas mujeres vivían en la misma casa y habían dado a luz recientemente. Durante la noche, uno de los bebés murió asfixiado. La mujer cuyo hijo había muerto cambió a su hijo muerto por el hijo vivo de la otra mientras esta dormía. Al despertar, la segunda mujer, al notar que el niño muerto no era el suyo, llevó el caso ante el rey en busca de justicia. Ella explicó: "Estábamos juntas, nadie de fuera estaba con nosotras en la casa, solamente nosotras dos. Y el hijo de esta mujer murió durante la noche, porque ella se durmió sobre él. Entonces ella se levantó a medianoche, tomó a mi hijo de mi lado mientras su sierva estaba dormida y lo puso en su regazo, y a su hijo muerto lo puso en mi regazo. Cuando me levanté al amanecer para dar el pecho a mi hijo, vi que estaba muerto; pero cuando lo observé con cuidado por la mañana, vi que no era mi hijo, el que yo había dado a luz" (1 Reyes 3:18–21, NBLA).
Salomón no podía determinar la verdad simplemente escuchando sus testimonios. Entonces, dio una orden sorprendente: "Tráiganme una espada. Y trajeron una espada al rey. Entonces el rey dijo: "Partan al niño vivo en dos, y den la mitad a una y la otra mitad a la otra"" (versículos 24–25, NBLA). La mujer cuyo hijo estaba vivo suplicó: "Oh, mi señor, déle a ella el niño vivo, y de ninguna manera lo mate. Pero la otra decía: "No será ni mío ni tuyo; pártanlo"" (versículo 26, NBLA). Al escuchar sus reacciones, Salomón identificó a la verdadera madre: "Den el niño vivo a la primera mujer, y de ninguna manera lo maten. Ella es la madre" (versículo 27, NBLA).
¿Por qué Salomón haría una declaración tan extrema? ¿Realmente pensaba dividir al niño? No, su objetivo era revelar la verdad. Al provocar una reacción emocional, confió en que el amor genuino de la madre se manifestaría, y así fue. La compasión y el deseo de preservar la vida del niño confirmaron su identidad como la verdadera madre.
El último versículo del capítulo muestra el impacto de este juicio en todo Israel: "Cuando todo Israel oyó del juicio que el rey había pronunciado, temieron al rey, porque vieron que la sabiduría de Dios estaba en él para administrar justicia" (1 Reyes 3:28, NBLA). Esa sabiduría le fue concedida por Dios cuando Salomón la pidió (versículo 5). El relato del juicio entre las dos mujeres demuestra que Dios realmente había dotado a Salomón con sabiduría divina. En los capítulos siguientes, se presentan muchos otros ejemplos de su discernimiento y capacidad para gobernar con justicia.
Salomón no podía determinar la verdad simplemente escuchando sus testimonios. Entonces, dio una orden sorprendente: "Tráiganme una espada. Y trajeron una espada al rey. Entonces el rey dijo: "Partan al niño vivo en dos, y den la mitad a una y la otra mitad a la otra"" (versículos 24–25, NBLA). La mujer cuyo hijo estaba vivo suplicó: "Oh, mi señor, déle a ella el niño vivo, y de ninguna manera lo mate. Pero la otra decía: "No será ni mío ni tuyo; pártanlo"" (versículo 26, NBLA). Al escuchar sus reacciones, Salomón identificó a la verdadera madre: "Den el niño vivo a la primera mujer, y de ninguna manera lo maten. Ella es la madre" (versículo 27, NBLA).
¿Por qué Salomón haría una declaración tan extrema? ¿Realmente pensaba dividir al niño? No, su objetivo era revelar la verdad. Al provocar una reacción emocional, confió en que el amor genuino de la madre se manifestaría, y así fue. La compasión y el deseo de preservar la vida del niño confirmaron su identidad como la verdadera madre.
El último versículo del capítulo muestra el impacto de este juicio en todo Israel: "Cuando todo Israel oyó del juicio que el rey había pronunciado, temieron al rey, porque vieron que la sabiduría de Dios estaba en él para administrar justicia" (1 Reyes 3:28, NBLA). Esa sabiduría le fue concedida por Dios cuando Salomón la pidió (versículo 5). El relato del juicio entre las dos mujeres demuestra que Dios realmente había dotado a Salomón con sabiduría divina. En los capítulos siguientes, se presentan muchos otros ejemplos de su discernimiento y capacidad para gobernar con justicia.