Pregunta

¿Qué significa "Me llamo Legión, porque somos muchos" (Marcos 5:9)?

Respuesta
Durante Su tiempo en la tierra, Jesús se encontró con muchos personajes extraños, entre ellos un demonio llamado Legión que había poseído a un hombre. En Marcos 5:9, Jesús le preguntó al demonio su nombre, y él respondió: "Me llamo Legión [...] porque somos muchos". Legión, entonces, no era un demonio solitario, sino que se reveló como un colectivo. Esta revelación podría arrojar luz sobre por qué el hombre poseído estaba tan atormentado y tenía tanta fuerza. La gente de la zona había intentado sujetarlo con cadenas, pero él las había roto (Marcos 5:2-5).

Históricamente, una legión constituía la unidad militar más grande del ejército romano, y a menudo estaba compuesta por miles de soldados. Por el nombre del demonio, es evidente que numerosos espíritus inmundos pueden habitar en una sola persona, un hecho que subraya la diferencia entre las entidades espirituales y las no espirituales. Sin cuerpo físico, los espíritus pueden compararse con el vapor, capaces de ocupar cualquier espacio. El uso de pronombres en singular y plural en el texto de Marcos 5 implica que una horda de demonios puede actuar de forma cohesionada, posiblemente con el propósito de engañar. Las Escrituras no indican explícitamente el número de demonios que formaban Legión, pero entraron en una manada de unos 2000 cerdos (versículo 13).

La exigencia de Jesús de que Legión diera su nombre tiene un significado importante, ya que reveló la verdadera naturaleza del demonio. Aunque algunos sostienen que Jesús pidió el nombre de los demonios para expulsarlos, es más probable que su objetivo fuera revelar su naturaleza oculta, afirmando su autoridad sobre todos ellos. Los nombres eran cruciales en el mundo antiguo, incluso más que hoy en día. La disposición de Legión a revelar su nombre subraya la soberanía de Jesús sobre los demonios.

Además, es significativo que Legión tenga un nombre asociado con la guerra. En otros lugares, la palabra se utilizaba para designar a grupos de ángeles santos. Cuando Jesús se enfrentó al arresto y Pedro intentó defenderlo, Jesús dijo: "¿O piensas que no puedo rogar a Mi Padre, y Él pondría a Mi disposición ahora mismo más de doce legiones de ángeles?" (Mateo 26:53). Una vez más, reconocemos la soberanía y superioridad de Dios, así como la realidad de la guerra espiritual.

¿Qué lecciones podemos extraer del encuentro entre Jesús y Legión? En primer lugar, las Escrituras afirman una realidad invisible más allá de la nuestra. En el entorno postmoderno y materialista de hoy en día, podemos perder de vista e ignorar la existencia de los espíritus. Incluso dentro de los círculos cristianos, las discusiones sobre lo sobrenatural pueden ser incómodas. Aunque no debemos obsesionarnos con el reino sobrenatural, tampoco debemos vivir como ateos.

En segundo lugar, la autoridad de Cristo supera todas las fuerzas, como se resume en la cruz (Colosenses 2:15). Incluso los espíritus rebeldes reconocen Su supremacía. La soberanía de Dios es absoluta, a pesar de nuestra incapacidad para comprender plenamente cómo funciona con el libre albedrío que Él dio a Su creación. Sin embargo, las Escrituras afirman tanto el control de Dios como nuestro libre albedrío.

Por último, estamos envueltos en una guerra espiritual y debemos permanecer vigilantes. Afortunadamente, tenemos suficientes armas en nuestro arsenal para resistir la amenaza (Efesios 6:10-18).