Pregunta
¿Estuvo mal que los israelitas pidieran un rey?
Respuesta
En 1 Samuel 8:5, los israelitas le piden a Samuel que designe un rey: "Mira, has envejecido y tus hijos no andan en tus caminos. Ahora pues, danos un rey para que nos juzgue, como todas las naciones" (NBLA). ¿Estuvo mal ese pedido? Los versículos siguientes dejan en claro que sí. A Samuel no le agradó la petición y oró al Señor al respecto. Dios le respondió: "Escucha la voz del pueblo en cuanto a todo lo que te digan, pues no te han desechado a ti, sino que me han desechado a Mí para que Yo no sea rey sobre ellos. Así como todas las obras que han hecho desde el día en que los saqué de Egipto hasta hoy, abandonándome y sirviendo a otros dioses, así lo están haciendo contigo también" (1 Samuel 8:7–8, NBLA). Dios consideró la petición como un acto de rechazo hacia Él, una muestra más de su infidelidad y de su inclinación a servir a otros dioses.
Más adelante, Samuel abordó nuevamente el tema en su discurso de despedida: "Yo clamaré al Señor, para que mande truenos y lluvia. Entonces conocerán y verán que es grande la maldad que han hecho ante los ojos del Señor, al pedir para ustedes un rey" (1 Samuel 12:17, NBLA). En el versículo 19, el pueblo respondió: "Ruega por tus siervos al Señor tu Dios para que no muramos, porque hemos añadido este mal a todos nuestros pecados al pedir para nosotros un rey" (NBLA).
Curiosamente, Dios ya había anticipado que el pueblo pediría un rey. En Deuteronomio 17:14–15 dijo: "Cuando entres en la tierra que el Señor tu Dios te da, y la poseas y habites en ella, y digas: "Pondré un rey sobre mí, como todas las naciones que me rodean", ciertamente pondrás sobre ti al rey que el Señor tu Dios escoja" (NBLA).
Otros pasajes también predicen que habría reyes en Israel. Por ejemplo, Dios le dijo a Jacob: "Una nación y multitud de naciones vendrán de ti, y reyes saldrán de tus entrañas" (Génesis 35:11, NBLA). También se hace referencia a reyes futuros en Génesis 36:31; 49:10; Números 24:7–9; y Deuteronomio 28:36.
Entonces, ¿por qué estaba mal que pidieran un rey? Porque el Señor debía ser el gobernante de Israel. Él guiaba al pueblo por medio de Moisés y Aarón, y luego por medio de jueces y sacerdotes que levantaba como líderes. En tiempos de Samuel, el pueblo se preocupó por quién lideraría después, ya que los hijos de Samuel no seguían al Señor. Su petición de un rey reflejaba su rechazo al liderazgo divino.
Además, lo hicieron con la motivación incorrecta: "danos un rey para que nos juzgue, como todas las naciones". Dios había creado a Israel como un pueblo único. Él era su Rey. Al pedir un rey para parecerse a otras naciones, despreciaban su identidad especial como pueblo apartado para Dios. El pueblo cuyo Dios debía ser el Señor estaba envidiando a las naciones que seguían ídolos.
Más adelante, Samuel abordó nuevamente el tema en su discurso de despedida: "Yo clamaré al Señor, para que mande truenos y lluvia. Entonces conocerán y verán que es grande la maldad que han hecho ante los ojos del Señor, al pedir para ustedes un rey" (1 Samuel 12:17, NBLA). En el versículo 19, el pueblo respondió: "Ruega por tus siervos al Señor tu Dios para que no muramos, porque hemos añadido este mal a todos nuestros pecados al pedir para nosotros un rey" (NBLA).
Curiosamente, Dios ya había anticipado que el pueblo pediría un rey. En Deuteronomio 17:14–15 dijo: "Cuando entres en la tierra que el Señor tu Dios te da, y la poseas y habites en ella, y digas: "Pondré un rey sobre mí, como todas las naciones que me rodean", ciertamente pondrás sobre ti al rey que el Señor tu Dios escoja" (NBLA).
Otros pasajes también predicen que habría reyes en Israel. Por ejemplo, Dios le dijo a Jacob: "Una nación y multitud de naciones vendrán de ti, y reyes saldrán de tus entrañas" (Génesis 35:11, NBLA). También se hace referencia a reyes futuros en Génesis 36:31; 49:10; Números 24:7–9; y Deuteronomio 28:36.
Entonces, ¿por qué estaba mal que pidieran un rey? Porque el Señor debía ser el gobernante de Israel. Él guiaba al pueblo por medio de Moisés y Aarón, y luego por medio de jueces y sacerdotes que levantaba como líderes. En tiempos de Samuel, el pueblo se preocupó por quién lideraría después, ya que los hijos de Samuel no seguían al Señor. Su petición de un rey reflejaba su rechazo al liderazgo divino.
Además, lo hicieron con la motivación incorrecta: "danos un rey para que nos juzgue, como todas las naciones". Dios había creado a Israel como un pueblo único. Él era su Rey. Al pedir un rey para parecerse a otras naciones, despreciaban su identidad especial como pueblo apartado para Dios. El pueblo cuyo Dios debía ser el Señor estaba envidiando a las naciones que seguían ídolos.