Pregunta

¿Por qué Hechos 9:7 dice que los que viajaban con Pablo oyeron una voz, pero Hechos 22:9 dice que no oyeron ninguna voz?

Respuesta
Cuando Pablo relata su experiencia de conversión a una audiencia en Jerusalén, dice: "Los que estaban conmigo vieron la luz, ciertamente, pero no comprendieron la voz de Aquel que me hablaba" (Hechos 22:9, NBLA).

Sin embargo, Lucas, al narrar el mismo evento, dice: "Los hombres que iban con él se detuvieron atónitos, oyendo la voz, pero sin ver a nadie" (Hechos 9:7, NBLA).

Entonces, ¿cuál es la verdad? Pablo dice "no comprendieron la voz", y Lucas dice que estaban "oyendo la voz".

Primero que todo, la palabra para "voz" en estos versículos es la palabra griega phone, que puede significar "un sonido, un tono, un discurso, una voz, o un sonido natural". Dado que tiene un rango tan amplio de significado, el contexto debe determinar el sentido más preciso de la palabra. Comúnmente, phone se aplica a una voz de Dios, de un ser humano o de un ángel. Sin embargo, phone también puede referirse a sonidos en general. Se traduce como "sonido" en Juan 3:8: "El viento sopla por donde quiere, y oyes su sonido..." (NBLA). Pablo usa la palabra para referirse al "sonido" de una trompeta en 1 Corintios 14:8.

La flexibilidad de phone es evidente en Apocalipsis 1:15: "Sus pies se parecían al bronce bruñido cuando se le ha hecho refulgir en el horno, y Su voz [phone] como el ruido de muchas aguas" (NBLA). Aquí, la misma palabra griega se traduce de dos formas diferentes.

Estos ejemplos muestran cómo puede surgir confusión al comparar Hechos 9 con Hechos 22. Pablo escuchó una voz mientras Jesús se comunicaba directamente con él. Los hombres con Pablo oyeron la voz que hablaba a Pablo, pero para ellos, solo fue un sonido ininteligible. ¿Oyeron ellos la voz? Sí, en el sentido de que oyeron algo. Pero, como no pudieron entender lo que la voz decía, no fue más que un sonido—es decir, no "oyeron" realmente a Jesús.

Es importante notar que algunas traducciones, como la Traducción en lenguaje actual, optan por traducir Hechos 22:9 como "no oyeron la voz", lo que puede parecer una contradicción directa con Hechos 9:7. Sin embargo, la NBLA aclara mejor la diferencia al traducir que "no comprendieron la voz", lo que refleja el matiz del texto original griego.

Esta dificultad es uno de varios problemas pequeños que surgen durante el proceso de traducción. Alabado sea Dios, tales dificultades se resuelven fácilmente y no afectan ninguna doctrina importante de nuestra fe.