Pregunta

¿Cuál es el significado de Galilea en la Biblia?

Respuesta
Galilea se destaca sobre todo por ser el hogar de nuestro Señor Jesucristo. Más concretamente, la Baja Galilea fue el lugar donde Jesús creció y pasó la mayor parte de Su vida terrenal y de Su ministerio.

Galilea ocupa el territorio más septentrional de la tierra de Israel. Limita al norte con el Líbano, al sur con el valle de Jezreel, al este con el Alto Jordán y el mar de Galilea, y al oeste con la llanura de Acre. Con la mayor elevación del país, Galilea goza de un clima fresco, con abundantes lluvias invernales y numerosos manantiales que mantienen la tierra bien regada.

El territorio está dividido en dos secciones: la Alta Galilea y la Baja Galilea, separadas por un profundo valle intermedio. La Alta Galilea se eleva a más de 1.000 metros sobre el nivel del mar, mientras que la Baja Galilea contiene amplios valles con un suelo fértil, ideal para la agricultura y la ganadería.

La primera mención de Galilea en la Biblia se refiere a la ubicación de Cedes, una ciudad de refugio en la región montañosa de Neftalí (Josué 20:7; 21:32; 1 Crónicas 6:76). En el reparto de tierras entre las tribus de Israel, Galilea se asocia con las tribus de Neftalí, Aser, Isacar y Zabulón (Josué 19). Más tarde, la tribu de Dan se trasladó hacia las afueras de la Alta Galilea (versículos 40–48).

El nombre Galilea proviene de una palabra hebrea que significa "circuito" o "distrito". La región se conoce con ese nombre desde al menos el siglo VII a.C. En el Antiguo Testamento, Galilea tuvo poca relevancia en la historia de Israel, pero en tiempos del Nuevo Testamento se convirtió en un centro vital de población.

Abundantes arroyos descienden desde las montañas del norte y riegan la fértil Baja Galilea, convirtiéndola en un lugar ideal para los asentamientos humanos. El mar de Galilea, el único lago de agua dulce de la región, fomentó una floreciente industria pesquera, además de actividades agrícolas como el cultivo de olivos y cereales.

Las Escrituras se refieren a veces a la Alta Galilea como la "Galilea de los gentiles" (Mateo 4:16), probablemente porque acogía a muchos no judíos—fenicios, sirios y sidonios—. Los judíos del sur solían mirar con desdén a los galileos, considerándolos rudos o poco instruidos (Juan 7:52). Su acento característico los delataba fácilmente (Marcos 14:70).

La infancia de Jesús transcurrió en Nazaret, una ciudad de la Baja Galilea, y gran parte de Su ministerio tuvo lugar en esa región. Con varias de las principales rutas del Imperio Romano atravesando la zona, Galilea ofrecía un campo estratégico de misión para el inicio del mensaje del evangelio.

Muchos de los milagros de Jesús ocurrieron en Galilea (Mateo 4:23–25; 28:16; Juan 1:46; 7:41–42). Su primer milagro—convertir el agua en vino en las bodas de Caná (Juan 2:1, 11; 4:46)— sucedió allí. Desde las orillas del mar de Galilea, Jesús llamó a Sus primeros discípulos: Pedro, Andrés, Santiago y Juan, quienes trabajaban como pescadores y fueron llamados a ser "pescadores de hombres" (Marcos 1:16; Mateo 4:13–22).

Más de setecientos años antes de que Cristo caminara por Galilea, el profeta Isaías predijo que esa región sería la puerta de salvación para las naciones: "Pero no habrá más melancolía para la que estaba en angustia. Como en tiempos pasados, Él trató con desprecio a la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí, pero después la hará gloriosa por el camino del mar al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles" (Isaías 9:1). Mateo aplica directamente esta profecía a Jesús (Mateo 4:13–15), mostrando que la tierra que antes había sufrido invasión fue honrada al ser el escenario del ministerio del Mesías, quien trajo luz, gozo y salvación al mundo.