Pregunta
¿Por qué Dios juzgó tan severamente a Edom en el libro de Abdías?
Respuesta
Abdías predijo con claridad la destrucción de Edom (Abdías 1:1, 8), y su profecía presenta una lista de razones específicas para el juicio inminente de Dios:
- Su corazón lleno de orgullo: "La soberbia de tu corazón te ha engañado" (Abdías 1:3, NBLA).
- Sus actos violentos contra Israel: "Por la violencia contra tu hermano Jacob, te cubrirá la vergüenza, y serás cortado para siempre" (Abdías 1:10, NBLA).
- Su actitud ante la destrucción de Jerusalén: "No te alegres en el día de tu hermano, en el día de su exterminio" (Abdías 1:12, NBLA).
- El saqueo y robo en Jerusalén: "No te apoderes de sus riquezas en el día de su ruina" (Abdías 1:13, NBLA).
- El maltrato a los sobrevivientes de Jerusalén: "No aceches en la encrucijada para exterminar a sus fugitivos" (Abdías 1:14, NBLA).
Además de estos pecados concretos, Edom había sido un enemigo constante de Israel desde tiempos del Éxodo (Números 20:14–21), cuando los edomitas trataron con dureza a los israelitas que huían de Egipto. A través del profeta Abdías, Dios presenta una lista de ocho advertencias—ocho "no lo hagas" (Abdías 1:12–14)—que Edom claramente desobedeció.
A esto se suma el hecho de que los edomitas eran parientes de los israelitas. Edom descendía de Esaú, el hermano gemelo de Jacob y nieto de Abraham. Este vínculo familiar debería haber generado compasión por el sufrimiento de Israel; sin embargo, lo que produjo fue traición. Los edomitas se opusieron no solo al pueblo escogido de Dios, sino también a sus propios familiares.
- Su corazón lleno de orgullo: "La soberbia de tu corazón te ha engañado" (Abdías 1:3, NBLA).
- Sus actos violentos contra Israel: "Por la violencia contra tu hermano Jacob, te cubrirá la vergüenza, y serás cortado para siempre" (Abdías 1:10, NBLA).
- Su actitud ante la destrucción de Jerusalén: "No te alegres en el día de tu hermano, en el día de su exterminio" (Abdías 1:12, NBLA).
- El saqueo y robo en Jerusalén: "No te apoderes de sus riquezas en el día de su ruina" (Abdías 1:13, NBLA).
- El maltrato a los sobrevivientes de Jerusalén: "No aceches en la encrucijada para exterminar a sus fugitivos" (Abdías 1:14, NBLA).
Además de estos pecados concretos, Edom había sido un enemigo constante de Israel desde tiempos del Éxodo (Números 20:14–21), cuando los edomitas trataron con dureza a los israelitas que huían de Egipto. A través del profeta Abdías, Dios presenta una lista de ocho advertencias—ocho "no lo hagas" (Abdías 1:12–14)—que Edom claramente desobedeció.
A esto se suma el hecho de que los edomitas eran parientes de los israelitas. Edom descendía de Esaú, el hermano gemelo de Jacob y nieto de Abraham. Este vínculo familiar debería haber generado compasión por el sufrimiento de Israel; sin embargo, lo que produjo fue traición. Los edomitas se opusieron no solo al pueblo escogido de Dios, sino también a sus propios familiares.