Pregunta
¿Qué dice la Biblia sobre la visualización?
Respuesta
La visualización es el proceso de formar imágenes mentales. A menudo, visualizar implica imaginar eventos o situaciones que no existen o que aún no han ocurrido. La visualización puede ser espiritualmente saludable o espiritualmente perjudicial, dependiendo de la situación y de las razones por las que se realiza.
Un jugador de baloncesto puede visualizarse encestando en una jugada difícil, o una esquiadora puede imaginarse descendiendo una pendiente antes de comenzar. Músicos, actores, escritores y otros artistas pueden usar la visualización para crear una imagen en su mente antes de escribirla o representarla. Todos usamos la visualización en cierta medida. Imaginamos lo que queremos comer antes de prepararlo o comprarlo. Imaginamos lo que queremos vestir antes de ponérnoslo. Imaginamos conversaciones antes de que ocurran. Visualizar es una manera de prepararnos antes de actuar. No hay nada antibíblico en esta tendencia natural del ser humano a visualizar de esta manera. De hecho, es sabio considerar los resultados antes de actuar (Lucas 14:28).
Sin embargo, muchos gurús del desarrollo personal moderno promueven la visualización como un medio para alterar la realidad y obtener lo que uno desea. A través de una técnica que llaman "visualización creativa", prometen desde éxito financiero hasta una mejor vida amorosa, basándose en el supuesto poder de la mente humana para "materializar" los pensamientos, "atraer" el éxito y "crear" una realidad deseada. Esto no es más que humanismo de la Nueva Era, que depende de un poder inexistente de la mente, y es completamente antibíblico. Este tipo de visualización está relacionado con falsas enseñanzas como la ley de la atracción, el poder del pensamiento positivo y el movimiento Palabra de Fe. La mente humana no tiene poder para crear la realidad ni para transformar el mundo a su antojo, por más enfocados que estén los pensamientos o clara que sea la visualización. Solo Dios crea, y todo don bueno y perfecto proviene de Él (Santiago 1:17).
En lugar de perseguir promesas vacías de éxito mundano a través de la visualización, debemos confiar plenamente en el Señor nuestro Dios. "Por nada estén afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer sus peticiones delante de Dios" (Filipenses 4:6, NBLA).
Un jugador de baloncesto puede visualizarse encestando en una jugada difícil, o una esquiadora puede imaginarse descendiendo una pendiente antes de comenzar. Músicos, actores, escritores y otros artistas pueden usar la visualización para crear una imagen en su mente antes de escribirla o representarla. Todos usamos la visualización en cierta medida. Imaginamos lo que queremos comer antes de prepararlo o comprarlo. Imaginamos lo que queremos vestir antes de ponérnoslo. Imaginamos conversaciones antes de que ocurran. Visualizar es una manera de prepararnos antes de actuar. No hay nada antibíblico en esta tendencia natural del ser humano a visualizar de esta manera. De hecho, es sabio considerar los resultados antes de actuar (Lucas 14:28).
Sin embargo, muchos gurús del desarrollo personal moderno promueven la visualización como un medio para alterar la realidad y obtener lo que uno desea. A través de una técnica que llaman "visualización creativa", prometen desde éxito financiero hasta una mejor vida amorosa, basándose en el supuesto poder de la mente humana para "materializar" los pensamientos, "atraer" el éxito y "crear" una realidad deseada. Esto no es más que humanismo de la Nueva Era, que depende de un poder inexistente de la mente, y es completamente antibíblico. Este tipo de visualización está relacionado con falsas enseñanzas como la ley de la atracción, el poder del pensamiento positivo y el movimiento Palabra de Fe. La mente humana no tiene poder para crear la realidad ni para transformar el mundo a su antojo, por más enfocados que estén los pensamientos o clara que sea la visualización. Solo Dios crea, y todo don bueno y perfecto proviene de Él (Santiago 1:17).
En lugar de perseguir promesas vacías de éxito mundano a través de la visualización, debemos confiar plenamente en el Señor nuestro Dios. "Por nada estén afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer sus peticiones delante de Dios" (Filipenses 4:6, NBLA).