Pregunta
¿Qué dice la Biblia sobre soñar despierto? ¿Es malo soñar despierto?
Respuesta
Soñar despierto es una forma de pasar el tiempo imaginando situaciones o eventos como nos gustaría que fueran. Algunas personas se sumergen tanto en sus sueños que rechazan la realidad y prefieren vivir en un mundo de fantasía. La Biblia menciona algunas veces el hecho de soñar despierto, pero nunca de forma positiva. Por lo general, se asocia con la pereza u otras ocupaciones inútiles (Eclesiastés 5:7). Sin embargo, no debemos confundir soñar despierto con los sueños o visiones reales mediante los cuales Dios, en ciertas ocasiones, ha revelado verdades a las personas (Génesis 31:11; Hechos 2:17).
Soñar despierto puede ser un pasatiempo agradable y también una forma de planear o evaluar la sabiduría de futuras decisiones. A todos nos gusta imaginar el éxito o fantasear con los "si tan solo" o los "qué pasaría si". Pero cuando soñar despierto sirve como excusa para desear con lujuria o para pecados ocultos, entonces están mal (Santiago 1:14; Marcos 7:21). Y cuando reemplazan nuestras responsabilidades o la realidad, son necias. Isaías 56:10 condena las actividades inútiles de los líderes de Israel en tiempos de Isaías: "Los centinelas de Israel son ciegos, ninguno sabe nada. Todos son perros mudos que no pueden ladrar, soñadores acostados, amigos de dormir" (NBLA). En esta reprensión, Dios señala que quienes debían estar atentos y alerta al peligro estaban, en cambio, entregados a sus sueños y desperdiciando el tiempo. Nosotros solemos cometer el mismo error.
Soñar despierto puede ser una forma de evadir las circunstancias actuales en lugar de enfrentarlas y cambiarlas. Un chico que sueña con ser una estrella de la NFL en lugar de estudiar para tener un éxito real está desperdiciando su tiempo y su potencial. Una trabajadora con salario mínimo que pasa su tiempo libre soñando con un mejor empleo en vez de trabajar realmente para conseguir uno mejor, está sacrificando su futuro en el altar de la fantasía. Cuando soñamos despiertos para planificar nuestros próximos pasos, eso puede ser productivo. Pero cuando nos entregamos a las fantasías en lugar de tomar acción, soñar despierto se vuelve destructivo.
Soñar despierto puede ser un pasatiempo agradable y también una forma de planear o evaluar la sabiduría de futuras decisiones. A todos nos gusta imaginar el éxito o fantasear con los "si tan solo" o los "qué pasaría si". Pero cuando soñar despierto sirve como excusa para desear con lujuria o para pecados ocultos, entonces están mal (Santiago 1:14; Marcos 7:21). Y cuando reemplazan nuestras responsabilidades o la realidad, son necias. Isaías 56:10 condena las actividades inútiles de los líderes de Israel en tiempos de Isaías: "Los centinelas de Israel son ciegos, ninguno sabe nada. Todos son perros mudos que no pueden ladrar, soñadores acostados, amigos de dormir" (NBLA). En esta reprensión, Dios señala que quienes debían estar atentos y alerta al peligro estaban, en cambio, entregados a sus sueños y desperdiciando el tiempo. Nosotros solemos cometer el mismo error.
Soñar despierto puede ser una forma de evadir las circunstancias actuales en lugar de enfrentarlas y cambiarlas. Un chico que sueña con ser una estrella de la NFL en lugar de estudiar para tener un éxito real está desperdiciando su tiempo y su potencial. Una trabajadora con salario mínimo que pasa su tiempo libre soñando con un mejor empleo en vez de trabajar realmente para conseguir uno mejor, está sacrificando su futuro en el altar de la fantasía. Cuando soñamos despiertos para planificar nuestros próximos pasos, eso puede ser productivo. Pero cuando nos entregamos a las fantasías en lugar de tomar acción, soñar despierto se vuelve destructivo.