Pregunta

¿Qué dice la Biblia sobre la crisis de los cuarenta?

Respuesta
La crisis de los cuarenta suele considerarse como el periodo de tiempo, entre los 35 y los 60 años, en el que una persona atraviesa una especie de "bache", un estado de depresión en el que empieza a replantearse su rumbo y su propósito en la vida. Por supuesto, cada persona es diferente y las reacciones personales ante la crisis de la mediana edad pueden variar enormemente. Algunas personas en crisis de mediana edad anhelan recuperar su juventud y, por lo tanto, se lanzan a una vida de gastos excesivos, actúan de forma coqueta o buscan aventuras. Otras se preocupan interiormente por los objetivos no alcanzados, la inutilidad de la vida o el vacío de sus relaciones. La Biblia no aborda directamente el tema de la crisis de mediana edad, ya que este fenómeno solo se ha investigado desde la década de 1970 y el término "crisis de los cuarenta" es relativamente reciente.

Algo parecido a la crisis de los cuarenta podría describirse en el libro de Eclesiastés, que detalla el vacío de una vida alejada de Dios. Incluso después de años de trabajo y de acumular logros, el Predicador se desespera por encontrar algún valor duradero:

"mi corazón gozaba de todo mi trabajo.

Esta fue la recompensa de toda mi labor.

Consideré luego todas las obras que mis manos habían hecho

y el trabajo en que me había empeñado,

y resultó que todo era vanidad y correr tras el viento,

y sin provecho bajo el sol" (Eclesiastés 2:10-11).

Podemos señalar al menos tres razones bíblicas por las que una persona puede experimentar algo parecido a una crisis de los cuarenta. En primer lugar, vivimos en un mundo caído en el que todos pecamos y ninguno de nosotros alcanza plenamente su potencial, por lo que todos luchamos con sentimientos de arrepentimiento y decepción. Estos sentimientos se amplifican naturalmente a medida que envejecemos: a medida que nuestra mortalidad se hace más evidente, nos damos cuenta de que se nos acaba el tiempo y que nuestros fracasos pasados probablemente se están volviendo más permanentes. El Predicador dice: "Antes que vengan los días malos, y se acerquen los años en que digas: No tengo en ellos placer" (Eclesiastés 12:1).

Una segunda razón por la que una persona puede enfrentarse a una crisis de los cuarenta es que está pasando por una guerra espiritual. El relato definitivo de una "crisis de los cuarenta" es el de Job. Este hombre piadoso perdió todo lo que tenía debido a los ataques de Satanás contra su vida. Después, Dios le devolvió a Job lo que había perdido y lo bendijo por no flaquear en su fe durante el tiempo del ataque (Job 42:12-17). Aunque la guerra espiritual puede ocurrir en cualquier momento de nuestras vidas, no solo en la etapa adulta, sin duda podría desempeñar un papel fundamental en lo que hoy llamamos crisis de los cuarenta.

Una tercera razón probable por la que experimentamos la crisis de los cuarenta es el egoísmo. Somos criaturas inherentemente egoístas (Romanos 8:5), y cuando pasamos la primera mitad de la vida persiguiendo la riqueza, el prestigio o la felicidad, es inevitable que nos sintamos decepcionados al llegar a los cuarenta. Puede que hayamos ganado dinero, ascendido en el trabajo y disfrutado de muchas cosas, pero ¿a qué precio? Si a los 45 años nuestras relaciones están en ruinas, nuestro trabajo está en peligro y el estrés nos está matando, entonces estamos maduros para la depresión que a menudo acompaña a la crisis de los cuarenta.

¿Qué debe hacer un cristiano si está pasando por una crisis de los cuarenta? Aquí tienes algunas sugerencias:

– Ten en cuenta que cada etapa de la vida, incluida la de los cuarenta, está ordenada por Dios y forma parte de Su buen plan para nosotros. "La gloria de los jóvenes es su fuerza, y la honra de los ancianos, sus canas" (Proverbios 20:29).

– Date cuenta de que Dios lo sabe todo sobre el pasado y que puede utilizarnos para Su gloria a pesar de nuestros pecados y fracasos pasados. Sigue sirviendo al Señor y encuentra el gozo en Él.

– Decide imitar la perspectiva de Pablo, que miraba hacia adelante: "Hermanos, yo mismo no considero haberlo ya alcanzado. Pero una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, prosigo hacia la meta para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Así que todos los que somos perfectos, tengamos esta misma actitud; y si en algo tienen una actitud distinta, eso también se lo revelará Dios" (Filipenses 3:13-15).

– Si experimentas ciertos síntomas de crisis de los cuarenta, como fatiga crónica, intranquilidad, dolores de cabeza o ansiedad, consulta a un médico.

– Por la gracia de Dios, persevera en la prueba: "Tengan por sumo gozo, hermanos míos, cuando se hallen en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de su fe produce paciencia, y que la paciencia tenga su perfecto resultado, para que sean perfectos y completos, sin que nada les falte" (Santiago 1:2-4).

El escritor Donald Richie dijo: "La crisis de la mediana edad comienza en algún momento de los 40, cuando miras tu vida y piensas: "¿Esto es todo?". Y termina unos diez años más tarde, cuando vuelves a mirar tu vida y piensas: "En realidad, esto está bastante bien" (citado por Jonathan Rauch en "The Real Roots of Midlife Crisis", The Atlantic, diciembre de 2014). Para el creyente en Jesucristo, la mediana edad es simplemente otro paso en el plan de Dios y se puede aceptar por la perspectiva, la sabiduría y las oportunidades de servicio que conlleva el envejecimiento.