Pregunta

¿Qué es la Bendición Aarónica?

Respuesta
La Bendición Aarónica es la bendición que Aarón y sus hijos debían pronunciar sobre el pueblo de Israel, registrada en Números 6:23-27 (NBLA):

"Habla a Aarón y a sus hijos, y diles: 'Así bendecirán a los israelitas. Les dirán:

El Señor te bendiga y te guarde;

El Señor haga resplandecer Su rostro sobre ti,

y tenga de ti misericordia;

El Señor alce sobre ti Su rostro, y te dé paz'.

Así invocarán Mi nombre sobre los israelitas, y Yo los bendeciré".

Por la sencillez de la belleza y la profundidad de los sentimientos expresados en esta bendición, se ha utilizado a lo largo de los siglos, mucho después de que terminaran los sacrificios del sacerdocio aarónico. Hoy en día se utiliza comúnmente en el judaísmo y se conoce como la Bendición Sacerdotal, (birkat kohanim), el Dujanen, o la "elevación de las manos", aunque el momento específico y el método de pronunciación difieren dentro de los diversos grupos del judaísmo. La Bendición Aarónica también se utiliza en la liturgia católica, anglicana y luterana. También se pronuncia sobre la congregación con regularidad en los servicios menos litúrgicos de muchas congregaciones protestantes.

Un análisis más detallado de la bendición muestra que el énfasis se pone en Dios. Dios origina la bendición: fue Dios quien instruyó a Aarón sobre la forma adecuada de la bendición y para empezar dio instrucciones para que se pronunciara sobre el pueblo. La propia bendición enfatiza que es el Señor quien bendice al pueblo y hace por él lo que no puede hacer por sí mismo.

El Señor te bendiga y te guarde. Se pide una bendición del Señor; no se trata solo de una bendición general, sino de la protección específica del Señor al pedirle que "te guarde", palabras que tienen el sentido de custodiar o velar por alguien. Para Israel, esto habría tenido una aplicación muy práctica, pues estaban rodeados de enemigos, y Dios había prometido protegerles mientras le fueran fieles. Para el creyente del Nuevo Pacto, la protección de Dios tiene una connotación algo diferente. Aunque los creyentes esperan y oran para obtener protección física de los enemigos, sabemos que Dios no lo ha prometido. De hecho, ha prometido persecución (2 Timoteo 3:12). Sin embargo, Dios también ha prometido que nada podrá separarnos del amor de Dios que hay en Cristo Jesús (Romanos 8:36-38). Pablo, sentado en una prisión romana a la espera de su ejecución, confiaba en que Dios lo rescataría y lo llevaría sano y salvo al reino celestial (2 Timoteo 4:18). La forma en que Pablo fue transportado sano y salvo a ese reino ¡fue por la cuchilla del verdugo!

El Señor haga resplandecer Su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia. Esta línea de la bendición tiene que ver con experimentar el favor de Dios. Cuando una persona ve a un ser querido, su rostro "se ilumina". El "rostro" de Dios irradia el favor divino. El antiguo Israel podía esperar la respuesta amorosa y bondadosa de Dios a sus peticiones de ayuda. Los creyentes del Nuevo Pacto tienen la promesa del amor interminable de Dios (Romanos 8:26-38, mencionado anteriormente) y ya han experimentado la respuesta misericordiosa de Dios para salvarnos de nuestros mayores enemigos: el pecado y la muerte (1 Corintios 15:56-57).

El Señor alce sobre ti Su rostro, y te dé paz. Esta línea de la Bendición Aarónica continúa el tema del "rostro" de Dios y tiene la idea de que Su pueblo recibe toda Su atención. Las naciones que rodeaban a Israel creían en dioses que podían distraerse con otras cosas (muy parecidos a los seres humanos) y había que convocarlos, despertarlos o incitarlos a la acción. (Este es el trasfondo de las burlas de Elías a los profetas de Baal en 1 Reyes 18:27-28). Muchos rituales religiosos paganos estaban diseñados para atraer la atención de los dioses y ponerlos de buen humor para que actuaran en favor de sus adoradores. Todo esto es ajeno a la religión israelita. Cuando el pueblo era fiel a Dios, Su "rostro" estaba hacia ellos, con el resultado de que tendrían paz. La paz (shalom) es algo más que una ausencia de guerra, sino una plenitud o totalidad y madurez. Jueces 2 relata lo que ocurrió cuando Dios apartó Su rostro de Su pueblo durante un tiempo y perdieron el shalom, pero rápidamente volvió a dirigirse a ellos cuando se arrepintieron.

Al creyente del Nuevo Pacto se le ha concedido la paz con Dios a través de Jesucristo (Romanos 5:1), y nosotros también podemos acceder a la paz de Dios confiando en que Él cuidará de nosotros. La oración es el medio activo por el que podemos probar esta paz (Filipenses 4:6-7).

Para el antiguo Israel, la Bendición Aarónica expresaba el estado más elevado de bendición que la nación disfrutaría al ser fiel a Dios. La aplicación es ligeramente distinta para el creyente del Nuevo Pacto. Jesucristo ya nos ha concedido todas las cosas que se piden en la Bendición Aarónica, y se nos han concedido de forma permanente. Nuestra experiencia directa de estas cosas puede fluctuar con el tiempo. Para el creyente, esta bendición debe ser un recordatorio de lo que tiene en Cristo. También debería ser una oración por una comprensión más plena de las bendiciones de Dios en Cristo y por los sentimientos correspondientes que deberían acompañar a ese conocimiento.