Pregunta
¿Qué dice la Biblia acerca del encantamiento?
Respuesta
En el uso moderno, la palabra encantamiento se puede referir a la sensación de sentirse atraído por algo interesante, bonito o emocionante. Pero en la Biblia, el encantamiento generalmente se refiere a la práctica de las artes mágicas. El encantamiento, como parte de la hechicería y la brujería, estaba claramente prohibido en la Ley de Dios (Levítico 19:26; 2 Reyes 21:6). Un encantador era alguien que lanzaba hechizos o ponía "maldiciones" sobre otros. Algunas traducciones al español usan palabras como adivino, mago, hechicero, nigromante o astrólogo para identificar a quienes practicaban el encantamiento.
Solo existen dos fuentes de poder en el universo: las que provienen de Dios, y las que Dios ha permitido que Satanás controle (Job 1:12). Desde el principio, Dios nos ha mandado escuchar y obedecer solo a Él (Génesis 2:16–17). Aunque nos da la libertad de elegir a quién servir, Dios siempre ha hablado con fuerza contra quienes se involucran en el territorio de Satanás (Deuteronomio 18:14; Isaías 2:6; Apocalipsis 9:21). Él no tolera nuestra idolatría ni nuestra fascinación por el encantamiento (Éxodo 22:18).
Es interesante notar que la palabra griega pharmakeia, traducida en Gálatas 5:20 como "hechicería" o "brujería", también implica el uso de pociones mágicas y sustancias que alteran la mente como parte del encantamiento de un hechicero. De esta palabra griega proviene el término "farmacia" en español, relacionado con la preparación y distribución de medicamentos. Este término aparece de nuevo en Apocalipsis 18:23, cuando un ángel ejecuta los juicios de Dios sobre Babilonia, en parte por su negativa a arrepentirse de sus "hechizos mágicos" (pharmakeia), es decir, encantamientos de todo tipo.
Con este entendimiento más profundo de lo que abarca el encantamiento, la prohibición bíblica cobra aún más relevancia hoy. El abuso desenfrenado de sustancias que alteran la mente tiene raíces espirituales en el encantamiento satánico. Los mismos demonios del infierno prosperan en ambientes donde se celebran las drogas, la brujería, la adivinación y los médiums (2 Corintios 11:14; 1 Crónicas 10:13; Levítico 20:27; Hechos 13:6–11). Lo que nuestra carne pecaminosa encuentra "encantador", Dios sabe que nos destruye. Por eso prohíbe cualquier participación en la hechicería o el encantamiento.
Para un cristiano, la prohibición va aún más allá. Efesios 5:18 advierte que no podemos ser controlados al mismo tiempo por el alcohol y por el Espíritu Santo. Las bebidas alcohólicas, a menudo llamadas "espíritus", nos dominan de una forma que solo el Espíritu de Dios debería hacerlo. Cuando entregamos nuestra vida a Jesús (Lucas 9:23), el Espíritu Santo viene a habitar en nuestro corazón (Hechos 2:38), con el propósito de transformarnos a la imagen de Cristo, guiándonos mediante nuestra entrega voluntaria y obediencia a Su Palabra (Romanos 8:29; Gálatas 5:16). Esa transformación no puede ocurrir si elegimos estar bajo el control de algo diferente a Él. Si buscamos encantamientos—ya sea a través de drogas, alcohol, horóscopos, adivinación o cualquier otro medio satánico—perdemos el fruto que Dios quiere producir en nuestra vida (Gálatas 5:22; Juan 15:1–4).
El único "encantamiento" que los creyentes deben buscar se encuentra en la presencia misma de Dios. Pablo usa la palabra griega huperbolé, que significa "excelencia incomparable", para describir la experiencia de tener comunión íntima con Jesús (2 Corintios 4:7, 17; 12:7). En Filipenses 3:8, Pablo expresa su "encantamiento" con Cristo así: "Estimo como pérdida todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor" (NBLA). David estaba igualmente cautivado: "Yo dije al Señor: "Tú eres mi Señor; ningún bien tengo fuera de Ti". . . . Me darás a conocer la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; en tu diestra hay deleites para siempre" (Salmo 16:2, 11, NBLA). Ser llenos del Espíritu Santo y rendidos en adoración al Dios Todopoderoso es la forma más elevada de "encantamiento" y la única que debemos buscar.
English
¿Qué dice la Biblia acerca del encantamiento?
