Pregunta
¿Qué dice la Biblia sobre tirar basura?
Respuesta
Tirar basura es dejar desechos u objetos desechados en lugares donde no pertenecen, esperando que otra persona se encargue de recogerlos. La Biblia no menciona específicamente esta práctica ni dice "No tirarás basura". Sin embargo, es muy claro que no es algo bueno, y que un creyente no debería ser una "persona que ensucia".
Tirar basura destruye la belleza natural y hace que carreteras, parques y lugares públicos se vean descuidados. También puede dañar a la fauna, ya que los animales pueden quedar atrapados, enredados, intoxicados o asfixiados por los desechos humanos. La basura atrae ratas y otras plagas, es insalubre y puede propagar enfermedades. Tirar basura es una elección arrogante e irresponsable que demuestra total desprecio por las personas que lo deben soportar o limpiar.
Cuando arrojamos una bolsa de papel o una lata vacía por la ventana de un auto en movimiento, actuamos como si mágicamente desapareciera. "Como no lo vemos, lo olvidamos". Pero cuando vamos en el auto detrás de quien tira basura, la perspectiva cambia. Si esperábamos disfrutar de un día en la naturaleza o en el parque con niños, la basura arruina la experiencia. Si visitamos un jardín de rosas o hacemos un picnic bajo un pino majestuoso, la vista y el olor de desechos descompuestos son ofensivos. En los últimos años, este problema se ha vuelto más peligroso, ya que a menudo incluye agujas usadas, preservativos y parafernalia de drogas.
La Regla de Oro de Jesús se aplica a quienes tiran basura: "Todo cuanto quieran que los hombres les hagan, así también hagan ustedes con ellos" (Mateo 7:12, NBLA). Imagina que unos desconocidos entran a tu jardín, vacían ahí su bote de basura y se van. ¿Te parecería bien? ¿Les despedirías con una sonrisa mientras recoges su basura? Por supuesto que no. No queremos encontrar desechos ajenos donde no pertenecen; por lo tanto, tampoco deberíamos dejar nuestra basura donde no corresponde.
Los parques públicos, carreteras y senderos naturales no pertenecen a una sola persona, sino a todos. Así que, si arrojamos basura ahí, es tan irrespetuoso como hacerlo en el patio de alguien. Filipenses 2:3–4 dice: "No hagan nada por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de ustedes considere al otro como más importante que a sí mismo, no buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás" (NBLA). Quien tira basura no está pensando en los intereses de otros. Es un acto egoísta que busca la conveniencia inmediata y evita la responsabilidad. Además, es ilegal en la mayoría de países. Por todas estas razones, la enseñanza bíblica se opone a esta práctica.
Como creyentes, no solo evitamos lo incorrecto, sino que participamos activamente en lo correcto. Muchas iglesias y grupos cristianos se unen a jornadas de limpieza en barrios, parques o carreteras, o participan en programas para recoger basura en áreas públicas. Aunque tirar basura es algo que ocurre, los cristianos conscientes ayudan a limpiar el desorden.
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