Pregunta
¿Qué dice la Biblia acerca de la anarquía/el anarquismo?
Respuesta
La anarquía se suele considerar como el caos que estalla cuando falta la autoridad gubernamental en una sociedad. Sin embargo, el anarquismo—la teoría que sostiene que la sociedad mejora cuando las personas se gobiernan libremente a sí mismas al margen de toda ley—es promovido como un ideal digno por aquellos que rechazan la necesidad de autoridades de gobierno. Cuando las autoridades establecidas son anuladas o eliminadas, generalmente por la fuerza, sobreviene la anarquía, ya que cada persona se convierte en su propia autoridad. Vemos ejemplos de anarquía durante disturbios, cuando la policía es rechazada y la multitud se convierte en una entidad que saquea y destruye. Aunque pueda parecer ideal que una sociedad funcione sin supervisión, la realidad no es tan atractiva, porque el corazón del hombre es "continuamente malo" (Génesis 6:5; cf. Romanos 3:10; Jeremías 17:9).
Desde el jardín del Edén, la humanidad ha amado la idea del autogobierno (Génesis 3:1–7). De hecho, la motivación detrás de la mayoría de los pecados es la insistencia en ser nuestro propio dios. No queremos que nadie, ni siquiera nuestro Creador, nos diga qué hacer. Imaginamos que librarnos de toda restricción equivale a libertad y que, si nos dejaran solos, podríamos coexistir pacíficamente con nuestros vecinos sin necesidad de leyes y normas que se impongan. Pero este sueño utópico nunca se ha cumplido. Cada sociedad que ha intentado el anarquismo ha terminado en anarquía y desorden. El hombre pecador ha llegado a creer que nuestra necesidad de una autoridad que gobierne es un defecto que se debe corregir. Sin embargo, la Biblia presenta una historia diferente.
Dios instituyó la ley desde el principio de la historia (Génesis 2:16–17). Las leyes no son más que límites que nos protegen y aseguran que las interacciones humanas sean justas y honestas. Pero esos límites deben tener consecuencias para quienes los violan, de lo contrario serían simples sugerencias. Sin consecuencias, las opiniones se convierten en la base de las reglas, y sabemos que cada persona tiene una opinión distinta. Ya es bastante difícil para un grupo de amigos decidir dónde ir a cenar; mucho más difícil es construir una civilización sobre la base de opiniones variadas. Desde la perspectiva de una persona, lo correcto es amar al prójimo; desde la de otra, lo correcto sería comérselo. ¿Entonces, qué punto de vista prevalece? La lucha entre posturas opuestas puede conducir a la anarquía.
Romanos 13:1–7 nos dice que Dios diseñó el gobierno, y una de sus funciones principales es evitar la anarquía. Junto con esa autoridad divina viene también el poder para hacer cumplir los límites establecidos. Hubo algunas ocasiones en la historia bíblica en las que la anarquía fue el orden del día, cuando "cada uno hacía lo que le parecía bien ante sus propios ojos" (Jueces 17:6; cf. Deuteronomio 12:8). Nunca terminó bien. Primero vino la idolatría descarada, seguida rápidamente por una mayor iniquidad y el colapso de la sociedad. Dios tuvo que rescatar a Israel de sí mismo enviando una serie de jueces para mantener la paz; más tarde, envió una sucesión de reyes. Cuando la anarquía gobierna en una cultura, esa cultura se convierte en una presa fácil para que un enemigo más organizado la derrote.
El plan de Dios no es que vivamos en anarquía ni que persigamos el anarquismo. Aunque podamos sentirnos incómodos ante leyes injustas o legisladores imprudentes, aún podemos dar gracias a Dios por el sistema de gobierno que protege nuestras libertades y nuestras vidas. Debemos esforzarnos por vivir en paz bajo ese sistema (1 Timoteo 2:2), pagar nuestros impuestos (Mateo 22:21), participar en nuestros gobiernos locales en la medida en que nos sintamos guiados, y orar por quienes tienen autoridad sobre nosotros (1 Timoteo 2:1–3). Debemos obedecer a nuestras autoridades en todo, a menos que ellas nos exijan desobedecer directamente a Dios (Hechos 5:29). Solo en ese caso la desobediencia civil está de acuerdo con la Palabra de Dios.
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¿Qué dice la Biblia acerca de la anarquía/el anarquismo?
