Pregunta
¿Podremos ver a los tres miembros de la Trinidad en el Cielo?
Respuesta
Antes de considerar si realmente podremos ver a Dios Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, debemos establecer que son tres Personas. Sin profundizar demasiado en la doctrina de la Trinidad, es importante entender que el Padre no es la misma Persona que el Hijo, el Hijo no es la misma Persona que el Espíritu Santo, y el Espíritu Santo no es la misma Persona que el Padre. Tampoco son tres dioses. Son tres Personas distintas, pero todas son el único Dios. Cada una tiene voluntad, puede hablar, amar y actuar; estas son características personales. Están en perfecta armonía y son de una misma esencia. Son coeternos, coiguales y copoderosos. Si una de las tres faltara, no habría Dios.
Así, en el cielo existen tres Personas divinas. Pero ¿podremos ver a las tres? Apocalipsis 4:3, 6 describe el cielo y el trono de Dios y del Cordero: "El que estaba sentado era de aspecto semejante a una piedra de jaspe y sardio, y alrededor del trono había un arco iris, de aspecto semejante a la esmeralda. […] Delante del trono había como un mar transparente semejante al cristal". Puesto que Dios habita en "luz inaccesible" y es "a quien ningún hombre ha visto ni puede ver" (1 Timoteo 6:16), se le representa mediante el resplandor de piedras preciosas. 1 Corintios 2:9 añade: "Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han entrado al corazón del hombre, son las cosas que Dios ha preparado para los que lo aman". Por la santidad de Dios, es posible que nunca podamos contemplar Su rostro directamente, aunque esto es solo especulación.
Apocalipsis 5:6 muestra al Cordero de pie en medio del trono, vestido de blanco resplandeciente. Dado que el Cordero representa a Cristo Jesús, y sabemos que ojos humanos lo vieron después de Su resurrección, parece razonable concluir que en el cielo podremos contemplarlo.
El Espíritu Santo, por Su propia naturaleza, puede manifestarse de diversas formas. Cuando Jesús fue bautizado, el Espíritu descendió sobre Él en forma de paloma (Mateo 3:13–17). En Pentecostés, vino acompañado de un viento recio y se manifestó en lenguas como de fuego (Hechos 2:1–4). Es posible que en el cielo no veamos al Espíritu Santo a menos que Él elija revelarse de alguna manera, pero nuevamente, eso es especulación.
Los seres humanos no tenemos la capacidad de comprender plenamente las maravillas del cielo; están más allá de nuestra imaginación. Sea como sea, el cielo superará todo lo que podamos concebir. Lo que sí sabemos con certeza es que estaremos adorando a nuestro gran Dios, llenos de asombro y gratitud porque Él murió para salvar a los pecadores.
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¿Podremos ver a los tres miembros de la Trinidad en el Cielo?
