Pregunta
¿En los últimos días, todos tendrán que ir a Jerusalén para adorar a Dios (Miqueas 4:2)?
Respuesta
Miqueas 4:2 contiene una profecía interesante sobre personas de todo el mundo que irán a Jerusalén para aprender acerca de Dios. Dice: "Vendrán muchas naciones y dirán: "Vengan y subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob, Para que Él nos instruya en Sus caminos, y nosotros andemos en Sus sendas"" (NBLA). A partir de este versículo, muchos se han preguntado si en los últimos días todos tendrán que ir a Jerusalén para adorar a Dios.
Es importante primero identificar cuándo se cumplirá esta profecía. Cuando los profetas del Antiguo Testamento hablan de "los últimos días" (por ejemplo, Miqueas 4:1), generalmente se refieren al período de la tribulación o al milenio (Deuteronomio 4:30; Ezequiel 38:16; Daniel 2:28; 10:14; Oseas 3:5). En Miqueas 4, el profeta cambia el enfoque del juicio (tema del capítulo anterior) a una bendición futura en Jerusalén, cuando Dios mismo reinará (Miqueas 4:3). Esto correspondería al reino milenial, durante el cual el Mesías reinará desde Su trono en Jerusalén.
Miqueas 4:2 enseña que, durante el milenio, personas de muchas naciones irán "al monte del Señor", una referencia a Sion o Jerusalén. Gente de todo el mundo irá al templo ("la casa del Dios de Jacob") para aprender la Ley de Dios y obedecerla.
El hecho de que personas de todas las naciones vayan a Jerusalén no significa que todos deban viajar allí durante el milenio. Lo más probable es que las personas puedan adorar al Señor desde cualquier lugar del mundo: "La tierra estará llena del conocimiento del Señor como las aguas cubren el mar" (Isaías 11:9, NBLA).
Para los judíos, que se veían a sí mismos como el único pueblo de Dios, el hecho de que muchas naciones fueran al templo era significativo. Dios siempre se ha dado a conocer a personas de todo origen que se vuelven a Él (como los ninivitas que se arrepintieron en Jonás 3), aunque seguía siendo "el Santo de Israel" (Isaías 12:6). La profecía de Miqueas destaca que el reino milenial estará compuesto por personas de muchas culturas, razas y naciones que servirán al Rey. Esta predicción anticipa la Gran Comisión de Jesucristo de hacer discípulos de todas las naciones (Mateo 28:18–20).
Algunos dicen que el interés actual por los viajes a Tierra Santa es el cumplimiento de Miqueas 4:2. Aunque visitar Jerusalén puede ser una experiencia enriquecedora y que fortalezca la fe de los creyentes, no constituye el cumplimiento de la profecía de Miqueas. Se necesita mucho más que turistas y agencias de viaje para dar inicio al milenio. Se requiere que el mismo Señor venga con poder y gran gloria (Lucas 21:27) para establecer Su trono, consolar a Su pueblo (Isaías 51:3) e inaugurar la paz mundial (Miqueas 4:3).
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¿En los últimos días, todos tendrán que ir a Jerusalén para adorar a Dios (Miqueas 4:2)?
