Pregunta
¿Qué es una teología bíblica de adoración?
Respuesta
Una teología de la adoración es una doctrina relativa a la adoración de Dios; una teología bíblica de la adoración basa su enseñanza únicamente en lo que dice la Biblia. Al igual que una soteriología bíblica que se basa en la enseñanza general de la Biblia sobre la salvación, una teología bíblica de la adoración se basa en la enseñanza general de la Biblia sobre la adoración y reverencia a Dios.
Es importante tener una teología bíblica de la adoración. No todo lo que se llama "adoración" es realmente adoración, una lección aprendida desde el principio: tanto Caín como Abel trajeron sacrificios al Señor, pero el "Señor miró con agrado a Abel y su ofrenda, pero no miró con agrado a Caín y su ofrenda" (Génesis 4:4-5). ¿Cuál era el problema de Caín (además de los celos, la terquedad y la ira asesina)? Carecía de una teología adecuada de la adoración. Caín trajo un sacrificio inaceptable al Señor y exigió que el Señor se complaciera.
La iglesia que no opera bajo la teología bíblica de la adoración corre el peligro de no dar gloria a Dios y de no ofrecer una adoración que le sea agradable. La adoración es una doctrina tan mal entendida como cualquier otra dentro de la iglesia. Contrariamente a la creencia popular, la adoración no comienza ni termina con la parte del canto de nuestros servicios religiosos. La adoración tampoco se limita a inclinarse con reverencia ante Dios. Para empezar, la adoración la determina Dios mismo, no nuestra sinceridad, nuestros sentimientos piadosos o nuestra habilidad musical.
Hebreos 12:28 dice "ofrezcamos a Dios un servicio aceptable con temor y reverencia" (NBLA). La palabra griega traducida aquí como "ofrecer" es una forma de una palabra griega que significa "adorar" y se utiliza 21 veces en el Nuevo Testamento en el contexto del servicio y la adoración. Otra forma de la palabra "adorar" es la palabra griega therapeuo, de la que proviene la palabra "terapia", y que se traduce con mayor frecuencia como "sanar" en referencia a la sanidad de otros. En el Nuevo Testamento, esta palabra aparece en muchos pasajes relacionados con las sanidades de Jesús.
Otras palabras griegas traducidas como "adorar" son proskuneó, que significa "rendir homenaje" (1 Corintios 14:25); sebázomai, que significa "rendir honor religioso" (Romanos 1:25); y sébomai, que significa "venerar o adorar" (Hechos 16:14). Vemos una forma de la palabra sébomai que utiliza Jesús en referencia a la adoración vana e hipócrita de Dios (Mateo 15:9), lo que implica que a veces lo que llamamos "adoración a Dios" es algo completamente diferente.
La teología bíblica de la adoración se ocupa de la verdadera adoración a Dios. La verdadera adoración bíblica debe ser reverente (Hebreos 12:28). Debemos comprender a quién se adora. Dios es santo, justo, perfecto, poderoso, amoroso, etc. Somos pecadores salvos por la gracia que nos presenta ante un Dios santo por medio de nuestro Redentor. No hay lugar para el orgullo en la adoración (ver Lucas 18:9-14). Además, la adoración debe ser "en verdad", es decir, nuestra adoración debe estar bien informada (Juan 4:24). A menos que tengamos un conocimiento preciso del Dios al que adoramos, no hay adoración en verdad. Aquellos que desean adorar bíblicamente deben adorar a Dios tal como se revela en las Escrituras. Hay que rechazar las opiniones no bíblicas sobre Dios.
Una teología bíblica de la adoración reconoce que la adoración implica más que lo externo. Dios ve el corazón: "Por cuanto este pueblo se acerca a Mí con sus palabras y me honra con sus labios, pero aleja de Mí su corazón, y su veneración hacia Mí es solo una tradición aprendida de memoria" (Isaías 29:13). La adoración no se trata de rituales o arte, aunque los rituales y el arte pueden ser expresiones válidas de adoración. La adoración no se trata de expresarnos a nosotros mismos, aunque el "bailar con todas sus fuerzas delante del Señor" de David fue un acto de verdadera adoración (2 Samuel 6:14). La adoración no se trata de música, aunque los adoradores a menudo la utilizan. La verdadera adoración se trata de Dios. Le reverenciamos, honramos y adoramos, no simplemente por lo que hace por nosotros, sino por quién es Él.
Una teología bíblica de la adoración dará como resultado una adoración que produce un cambio de corazón. El adorador tendrá un deseo cada vez mayor de amar y obedecer al Señor. La adoración y el servicio van de la mano; la adoración a Dios debe impulsarnos a una mayor obediencia. Jesús dijo que los que le aman guardarán Sus mandamientos (Juan 14:15). Si decimos que le amamos y adoramos, pero no le obedecemos, nuestra adoración no tiene ningún valor.
Una teología bíblica de la adoración lleva a la convicción de que la adoración es un estilo de vida, no un momento en el tiempo (ver 1 Corintios 10:31). Nuestras vidas deben estar dedicadas a la adoración y al servicio de Dios. La adoración debe ser más que una actividad temporal, orientada a la experiencia, que se realiza el domingo, y después de la cual volvemos a nuestra vida "normal" el resto de la semana. La verdadera adoración es una alabanza constante e interior al Dios de las Escrituras, expresada en la oración, en el canto, en el servicio, en el dar y en la forma de vivir.
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¿Qué es una teología bíblica de adoración?
