Pregunta
¿Qué significa ser siervos de Dios (1 Pedro 2:16)?
Respuesta
En 1 Pedro 2:16 se nos instruye: "Anden como libres, pero no usen la libertad como pretexto para la maldad, sino empléenla como siervos de Dios" (NBLA). Esta exhortación está enmarcada en el llamado a la sumisión a las autoridades y, en un sentido más amplio, a cómo debe vivir el creyente en este mundo. Aunque los que creen en Jesús ya no están bajo la ley del Antiguo Testamento, la libertad que tenemos no debe usarse como excusa para pecar, sino como una oportunidad para vivir como siervos de Dios. El término griego que se traduce como "siervos" en muchas versiones—incluida la NBLA—es doulos, que significa literalmente "esclavo" o "siervo por obligación o entrega". Aunque pueda sonar fuerte, el sentido bíblico es distinto del concepto de esclavitud forzada de la historia humana. En el mundo antiguo, el doulos podía entregarse voluntariamente a su amo, lo cual refleja mejor la relación del creyente con Dios.
Ser siervos de Dios implica reconocerlo como nuestro Señor y vivir dedicados a Su servicio. Es lo que Pablo describe en Romanos 6:16–18: hemos pasado de ser esclavos del pecado a ser esclavos de la justicia. Nos unimos a Dios y a Su voluntad de tal forma que no deseamos vivir de otra manera. Antes de confiar en Cristo, vivíamos guiados por nuestras inclinaciones pecaminosas; pero ahora, como siervos de Dios, estamos llamados a una vida de rectitud. Cristo nos ha hecho libres para vivir para Dios.
Ser siervos de Dios también implica vivir para cumplir Su voluntad. En lugar de perseguir proyectos y sueños personales, nos dedicamos a los propósitos y planes de Dios. Esto no significa que todos debamos convertirnos en pastores o misioneros, sino que "hagamos todo para la gloria de Dios" (1 Corintios 10:31): al estudiar, emprender, criar hijos, ayudar a otros, crear arte, etc. Todo debe hacerse para honrar a Dios y reflejar Su luz en cada aspecto de nuestra vida. Como dice Colosenses 2:6–7, debemos edificar nuestra vida sobre Cristo.
Además, ser siervos de Dios implica rechazar todo lo que se opone a Su señorío perfecto. Dejamos atrás el egoísmo y las obras de la carne (Gálatas 5:19–21), y caminamos guiados por el Espíritu, dedicados a hacer el bien (Gálatas 5:16; Tito 3:8).
Es importante recordar que los cristianos no solo somos siervos de Dios, sino que también hemos sido adoptados como Sus hijos (Efesios 1:4-5). Aunque lo servimos y seguimos como doulos, también tenemos comunión con Él como Sus hijos, hemos sido introducidos amorosamente en Su familia, e incluso nos relacionamos con Él como amigos (Juan 15:13–15).
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¿Qué significa ser siervos de Dios (1 Pedro 2:16)?
