Pregunta
¿Qué significa sembrar vientos y recoger tempestades (Oseas 8:7)?
Respuesta
Oseas 8:7 hace la enigmática afirmación: "Porque siembran viento, y recogerán tempestades". Este proverbio es conocido en la actualidad por su uso en discursos militares y como título de una novela de ciencia ficción. ¿Qué quiso decir Oseas?
El proverbio utiliza una ilustración tomada del proceso agrícola de la siembra y la cosecha. Un agricultor siembra semillas. Por supuesto, el tipo de semilla que planta determina el tipo de planta que crecerá y se cosechará. Este es el principio de la duplicación. En Oseas 8:7, Dios dice que Israel había sembrado viento y cosecharía tempestad. Si entendemos que "viento" significa algo sin valor y sin sentido (ver Job 7:7; Proverbios 11:29; y Eclesiastés 1:14, 17), podemos suponer que la necedad de Israel en el pasado daría lugar a una verdadera tormenta de consecuencias. De hecho, en los versículos anteriores, Oseas condena la idolatría de Israel (versículos 4-6). Su necia búsqueda de dioses falsos cosecharía un severo juicio del Señor.
En el proverbio también está presente el principio de la multiplicación: un agricultor puede plantar un grano de maíz, pero cosechará mucho más que eso: una mazorca entera. Del mismo modo, el pecado de idolatría de Israel traería consigo una consecuencia amplificada que los barrería a todos.
El resto del versículo 7 señala los resultados de esta "tempestad" de juicio: "El trigo no tiene espigas, no da grano, y si lo diera, se lo tragarían los extraños". Así pues, la cosecha no daría nada. Los extranjeros robarían todo lo que creciera. Israel habría entendido bien las palabras de Oseas. Una cosecha pobre o robada sería devastadora. Aquí, Dios advierte a Su pueblo que su idolatría lo llevará a la ruina.
Además de seguir ídolos, Israel buscaba ayuda de otras maneras igualmente pecaminosas. "Porque Israel ha subido a Asiria como asno montés solitario. Efraín alquiló amantes" (Oseas 8:9). Israel había hecho tratados insensatos con Asiria para protegerse de sus enemigos. En lugar de confiar en Dios, confiaban en su riqueza y en la ayuda de naciones paganas.
La "tempestad" vino sobre Israel en el año 722 a. C., cuando Asiria invadió Israel, destruyó la capital, Samaria, y deportó a los israelitas. Sin embargo, Oseas 14:4 prometía una gracia futura: "Yo sanaré su apostasía, los amaré generosamente, pues Mi ira se ha apartado de ellos". Una tempestad no dura para siempre, y el juicio de Dios no sería eterno. Más tarde, Dios renovaría la relación entre Él y su pueblo.
Hoy en día, podemos ver la verdad del proverbio de Oseas de muchas maneras. Aquellos que viven en pecado sin arrepentirse pueden esperar sufrir las consecuencias de su pecado, consecuencias que "se ajustan al delito" y muestran una intensidad asombrosa. Además, esta declaración de Oseas es un llamado a evitar la idolatría. Cualquier cosa que nos robe la confianza en el Señor, disminuya nuestra devoción hacia Él o nos controle, puede considerarse un ídolo y debe ser abolida de nuestras vidas.
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¿Qué significa sembrar vientos y recoger tempestades (Oseas 8:7)?
