Pregunta
¿Qué dice la Biblia sobre las relaciones tóxicas?
Respuesta
La palabra "tóxico" significa "venenoso". Las relaciones tóxicas son aquellas que envenenan nuestra paz y nuestra capacidad para disfrutar de otra persona. Una relación tóxica te dejará agotado, frustrado y, en algunos casos, deprimido. Las relaciones tóxicas pueden afectar a las asociaciones comerciales, los equipos deportivos y las familias. Es normal que haya cierta discordia en una relación; sin embargo, algunas personas inyectan veneno en todas sus relaciones, lo que hace imposible un intercambio saludable. La Biblia ofrece algunos consejos para lidiar con el comportamiento tóxico de las personas.
Habrá algunas personas cuya compañía no nos guste, pero aun así podemos tener una relación no tóxica con ellas. Las personas que son polos opuestos en algunos aspectos pueden mantener una relación cordial. Los demócratas pueden disfrutar de la compañía de los republicanos, un aficionado de los Yankees de Nueva York puede tener una relación amistosa con un aficionado de los Red Sox de Boston, y los cristianos pueden mantener interacciones saludables con los no cristianos. Pero cuando una relación se vuelve tóxica, es poco saludable e insegura.
Hay varios factores que determinan si una relación es tóxica:
1. La relación es completamente unilateral a favor de la persona más exigente. Las relaciones tóxicas suelen involucrar a un narcisista cuyos deseos egoístas dominan la situación. Por supuesto, el narcisismo es una violación de Filipenses 2:3-4, que dice: "No hagan nada por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de ustedes considere al otro como más importante que a sí mismo, no buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás". Las personas con tendencias tóxicas pueden fingir que están haciendo algo por otra persona, pero siempre hay un motivo oculto que les beneficia.
2. La relación se caracteriza por un drama continuo. Irónicamente, quien inyecta la toxina es a menudo quien proclama cuánto "odia el drama", pero parece prosperar con él. Del drama surge una maraña de excusas, mentiras, inventos, crisis y situaciones descabelladas que agotan a todos los demás. El objetivo del drama es mantener la atención centrada en quien lo ansía.
3. Una persona siempre tiene la razón y la otra siempre está equivocada. Las personas con comportamientos tóxicos se burlan de cualquiera que se atreva a corregirlas o a discrepar con ellas. Enmascaran su orgullo con una falsa humildad, pero rara vez se arrepienten de verdad porque no creen que estén equivocadas. Todos los demás tienen la culpa. Estas personas están abocadas al fracaso (Proverbios 16:18). Aunque expresen autocompasión o se humillen en un aparente arrepentimiento, el orgullo permanece.
4. Una persona teme las interacciones con personas ajenas a la relación. La persona con comportamiento tóxico puede parecer encantadora para los ajenos a la relación, pero quienes están más cerca conocen la verdadera historia. Cada interacción con alguien ajeno a la relación, por inocente que pueda parecer al principio, termina con una puñalada trapera. Si te sientes ansioso ante la idea de otra interacción con alguien de tu vida, sin que sea culpa tuya, es posible que estés en una relación tóxica.
5. Una persona disfruta con el victimismo. Evitar la responsabilidad personal, regodearse en la autocompasión y hacerse la víctima son comportamientos que contribuyen a la toxicidad de una relación. La parte inocente en una relación tóxica suele acabar pareciendo la mala, juzgada por ser "intolerante" o "cruel" por personas ajenas a la relación que se dejan engañar por las afirmaciones de victimismo de la otra persona. Esto crea división y malentendidos en las relaciones periféricas.
6. Mentir. Quienes muestran comportamientos tóxicos suelen mentir con facilidad y son tan convincentes que incluso quienes saben la verdad comienzan a cuestionar sus propias percepciones. Por supuesto, sus mentiras están justificadas en sus propias mentes, y si se les descubre en una mentira, pueden fingir arrepentimiento, mientras ocultan una docena más de mentiras aún por descubrir. Las Escrituras tienen palabras severas para los mentirosos. Proverbios 6:16-19 enumera siete cosas que el Señor aborrece, y la mentira aparece dos veces en la lista.
Un posible ejemplo de comportamiento tóxico en las Escrituras proviene del rey Saúl. Empezó bien, pero el poder, el orgullo y los celos paralizaron su alma. Sus furiosos celos hacia David se manifestaban en una confusa variedad de estados de ánimo. En un momento dado, Saúl estaba tranquilo y disfrutaba de la música de David; al siguiente, intentaba matarlo (1 Samuel 19:9-10). Saúl parecía mostrar remordimiento, pero pronto volvió a perseguir a David (1 Samuel 24:16-17; 26:2, 21). Más tarde, Saúl violó un mandato importante del Señor para que la gente pensara bien de él (1 Samuel 15). Ese pecado le costó a Saúl su reino.
Hemos sido llamados a la paz (Colosenses 3:15), pero una relación tóxica destruye la paz. Algunas personas se vuelven tan abusivas que no podemos buscar ni negociar la paz en ningún ámbito. Cuando la relación está continuamente llena de drama, cuando te encuentras temiendo la próxima explosión, cuando no puedes creer nada de lo que dice esta persona, o cuando alguien está destruyendo tu reputación y tu cordura, entonces es el momento de crear distancia en la relación.
El Salmo 1:1 habla de mantenerse alejado de los malvados. Somos bendecidos cuando no andamos "en el consejo de los impíos", nos negamos a estar "en el camino de los pecadores" y rechazamos sentarnos "en la silla de los escarnecedores". Es útil recordar que no puedes cambiar el comportamiento tóxico de una persona, especialmente desde dentro de la relación. Es mucho mejor elegir las bendiciones descritas en el Salmo 1 que permanecer en una relación tóxica.
Las personas complacientes son las víctimas más frecuentes de las relaciones tóxicas. Las personas complacientes quieren caer bien, y quienes tienen comportamientos tóxicos se aprovecharán de ello. Por lo tanto, hay ocasiones en las que lo más sensato es cerrar la puerta a una relación (Proverbios 22:24-25). Si tu matrimonio es una relación tóxica, entonces puede que sea necesario separarse, junto con un asesoramiento matrimonial específico. Si no estás casado, entonces es hora de decir adiós. La relación debe terminar.
En toda situación que implique una relación tóxica, lleva el asunto a Dios en oración. Clama para "recibir misericordia y hallar gracia" que te ayuden en el momento de necesidad (Hebreos 4:16). "Echando toda su ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de ustedes" (1 Pedro 5:7). Pide al Señor incesantemente que cambie el corazón de la persona que te causa toxicidad. En Él hay esperanza y sanidad.
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¿Qué dice la Biblia sobre las relaciones tóxicas?
