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Pregunta

¿Qué enseñó Jesús?

Respuesta


Es imposible dar una respuesta corta y adecuada a la pregunta de qué enseñó Jesús. De hecho, Juan, después de escribir un evangelio bastante largo, advierte que Jesús hizo muchas otras cosas que no fueron registradas. Esto sin duda se aplicaría también a Su enseñanza (ver Juan 20:30-31 y 21:25). Teólogos y estudiantes de la Biblia han trabajado durante siglos para resumir bien la enseñanza de Jesús, pero el siguiente es al menos un resumen inicial:

Jesús enseñó públicamente a las multitudes y también privadamente a Su grupo de discípulos. También denunció públicamente el liderazgo religioso judío (Mateo 23).

Jesús sostuvo pero reinterpretó la Ley del Antiguo Testamento. Lo que se llama "el Sermón del monte" es la sección más larga de la enseñanza pública de Jesús en una sola sesión (Mateo 5-7; cf. Lucas 6:20-49). Aquí Jesús enseña que no es el cumplimiento de la letra de la ley, sino el espíritu de la misma lo que es importante. Uno no puede ser justo simplemente cumpliendo la ley de manera externa.

Mucha de la enseñanza de Jesús parece haber tenido la intención de hacer que los oyentes se dieran cuenta de su incapacidad para cumplir la ley. Por ejemplo, cuando alguien le preguntó a Jesús sobre el mandamiento más grande, él respondió, "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas" (Mateo 22:37-40). En un contexto similar en Lucas 15, el interrogador se da cuenta de lo difícil que es esto en realidad y trata de justificarse a sí mismo. Le quedó claro a él (y debería serlo para todos nosotros) que no podemos cumplir estos mandamientos perfectamente, y por lo tanto necesitamos un Salvador. Jesús se acercó a los marginados y pecadores que estaban más cerca del reino que los "justos" porque reconocían sus enormes insuficiencias (ver Mateo 21:31; Lucas 18:9-14; Marcos 2:15-17).

El reino de Dios (o reino de los cielos) está cerca. Jesús proclamó que el reino de Dios estaba a punto de llegar y que Él, como Mesías, sería el encargado de instaurarlo. Sin embargo, este reino no era el reino terrenal, militar y político que los judíos a menudo esperaban. El reino de Dios estaba centrado en una relación con Jesús como Rey. La mayor parte de la enseñanza de Jesús en Mateo se centra en la naturaleza del reino de Dios. Parte integral de esta enseñanza fue que Él moriría y resucitaría (Marcos 9:31). Esta muerte fue para pagar por los pecados (Marcos 10:45; Mateo 20:28).

Jesús por lo general enseñaba en parábolas, que son ilustraciones extendidas para explicar la verdad espiritual. Algunas de las parábolas más famosas de Jesús se encuentran en Lucas, como la del Buen Samaritano (Lucas 10:25-37) y el Hijo Pródigo (Lucas 15:11-32). Dependiendo de cómo se categoricen, hay entre 30 y 40 parábolas de Jesús en el Nuevo Testamento.

Jesús también afirmó ser el Hijo de Dios, una afirmación que la gente entendió como una declaración de divinidad (Juan 10:33). Sin embargo, el término que utilizó con más frecuencia para describirse a sí mismo fue "Hijo del Hombre", basado en la figura celestial descrita en Daniel 7:13-14.

Mientras que Mateo, Marcos y Lucas contienen gran parte de la misma enseñanza de Jesús, Juan registra muchas enseñanzas que no están contenidas en los otros evangelios. Quizás las más significativas son las declaraciones "Yo soy" y sus explicaciones:

• "Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás" (Juan 6:35).

• "Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida" (Juan 8:12).

• "Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos" (Juan 10:9).

• "Yo soy el buen pastor; el buen pastor da su vida por las ovejas" (Juan 10:11).

• "Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá" (Juan 11:25).

• "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí" (Juan 14:6).

• "Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador" (Juan 15:1).

Juan también contiene el relato más largo de la instrucción privada de Jesús a Sus discípulos en una sola sesión (Juan 13-16).

No importa cómo se categoricen las enseñanzas de Jesús, es obvio que Jesús consideró la respuesta a él como el factor decisivo en la relación de uno con Dios y el destino eterno final. También es interesante notar que, mientras muchos enfatizan la enseñanza de Jesús sobre el amor, la mayoría de lo que sabemos acerca del infierno también viene de Jesús.

Hoy en día, algunos cristianos afirman ser "Cristianos de Letras Rojas". En muchas Biblias, las palabras de Cristo están impresas en rojo. Los "Cristianos de Letras Rojas" se enfocan en las enseñanzas de Cristo en el Nuevo Testamento (las letras rojas) y minimizan otras enseñanzas del Nuevo Testamento. De manera similar, a veces la gente dice: "Jesús nunca mencionó nada sobre la homosexualidad (o algún otro tema), así que yo tampoco hablo de eso". El énfasis en las "Letras Rojas" malinterpreta la enseñanza y autoridad de Jesús. Jesús afirmó el Antiguo Testamento y todos los imperativos morales contenidos en él. Los apóstoles que escribieron el Nuevo Testamento (bajo la inspiración del Espíritu Santo) hablaban por Cristo. Cuando Pablo escribe sobre la homosexualidad o cualquier otro tema, escribe con la autoridad de Cristo. Jesús prometió que el Espíritu Santo recordaría a Sus apóstoles Su enseñanza después de que él ascendiera al cielo (Juan 14:26). Jesús comisionó a los apóstoles, "Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén" (Mateo 28:18-20). Los apóstoles simplemente transmitieron y aplicaron la enseñanza de Jesús a la iglesia naciente, y encontramos el registro de esto en el resto del Nuevo Testamento.

No hay mejor manera de averiguar lo que Jesús enseñó que leer todo el Nuevo Testamento, no sólo los evangelios.

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