Pregunta
¿Por qué hay pastores que no creen?
Respuesta
En los últimos años, varios reportajes han llamado la atención sobre el fenómeno de pastores que no creen. En encuestas anónimas, algunos han admitido ser ateos o agnósticos. ¿Por qué alguien que no cree en Dios querría ser pastor? Algunos han declarado que disfrutan del poder y la autoridad que les da ese rol. Sin embargo, la mayoría afirma que, aunque ellos mismos no creen, consideran que el mensaje cristiano puede ser útil para personas "de mente débil", por lo que están dispuestos a enseñarlo. ¿Qué dice la Biblia sobre los "pastores que no creen"?
En una palabra: "¡Ay!". "¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas!… ¡Ay de ustedes, guías ciegos!" (Mateo 23:14-16, NBLA). "¡Ay de los pastores de Israel que se apacientan a sí mismos!" (Ezequiel 34:2, NBLA). "Estos son escollos ocultos en los ágapes de ustedes, cuando banquetean con ustedes sin temor, apacentándose a sí mismos. Son nubes sin agua llevadas por los vientos, árboles de otoño sin fruto, dos veces muertos y desarraigados. Son olas furiosas del mar, que arrojan como espuma su propia vergüenza; estrellas errantes para quienes la oscuridad de las tinieblas ha sido reservada para siempre" (Judas 12-13, NBLA).
Predicar un mensaje en el que no se cree es la máxima expresión de la hipocresía. Que alguien—y más aún un pastor—vea el mensaje cristiano como un simple apoyo psicológico para personas ignorantes y necesitadas es una falta de respeto total hacia Dios. Proverbios 6:16-19 declara: "Seis cosas hay que el Señor odia, y siete son abominación para Él: ojos soberbios, lengua mentirosa, manos que derraman sangre inocente, un corazón que trama planes perversos, pies que corren rápidamente hacia el mal, un testigo falso que dice mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos" (NBLA). Si la fe cristiana fuera una mentira, no sería un simple "apoyo psicológico" con algo de valor, sino algo inútil, vacío, vano y lamentable (1 Corintios 15:14-19).
Un incrédulo está completamente descalificado para ejercer cualquier tipo de liderazgo en la iglesia. El hombre que predica un mensaje en el que no cree es un hipócrita lleno de soberbia. Muchos saben aparentar muy bien la vida cristiana, pero al final, "por sus frutos los conocerán" (Mateo 7:16, NBLA). Un pastor incrédulo, tarde o temprano, se dará a conocer por sus palabras, acciones y enseñanzas. ¡Estén alerta! ¡Manténganse vigilantes! Una iglesia dirigida por un pastor que no cree está en camino hacia la ineficacia, la apatía, la pereza espiritual y, en algunos casos, hacia una eternidad sin Dios, por haber sido alimentados con un mensaje de salvación incompleto. "Si un ciego guía a otro ciego, ambos caerán en el hoyo" (Mateo 15:14, NBLA).
Ahora bien, también existen pastores que aman verdaderamente al Señor, pero atraviesan una etapa de dudas. Esto es algo relativamente común y comprensible, ya que el ministerio pastoral implica mucho estrés y una intensa lucha espiritual. Este artículo no se refiere a ese tipo de situaciones. En esos casos, la oración debería ser: "Creo; ayúdame en mi incredulidad" (Marcos 9:24, NBLA). Si las dudas persisten, lo más sabio sería que el pastor se aparte temporalmente hasta experimentar renovación espiritual. Un pastor en esa situación merece nuestras oraciones, apoyo, consuelo y empatía.
Pero, de nuevo, respecto al pastor que predica un mensaje que no cree, que finge servir a un Dios que ni siquiera conoce, la única respuesta adecuada es su expulsión inmediata. Si no hay arrepentimiento que lleve a una fe genuina, el juicio de Dios sobre esa persona será eternamente severo.
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¿Por qué hay pastores que no creen?
