Pregunta
¿Qué es la adoración al pastor?
Respuesta
La adoración al pastor es un término que se aplica al acto de elevar a un pastor u otro líder espiritual a un grado poco saludable. Gracias a internet, tenemos acceso a una cantidad casi ilimitada de enseñanzas cristianas; esto, junto con nuestra inclinación natural a la idolatría, puede llevar a las personas a poner a su pastor favorito en un pedestal. Y como los pastores son humanos, pueden sucumbir a la tentación de buscar admiración y, en ocasiones, fomentar este comportamiento.
La adoración al pastor puede ser evidente, pero la mayoría de las veces es sutil. Es bueno y correcto que una congregación aprecie a su pastor y demuestre ese aprecio de muchas maneras. Sin embargo, cuando en el corazón del creyente la apreciación hacia el pastor cruza la línea hacia la preocupación excesiva o la veneración, entonces se produce la adoración al pastor.
La adoración al pastor puede manifestarse en la forma en que la congregación habla de él. ¿En las conversaciones sobre la iglesia, siempre el tema central es el pastor—quién es, qué ha superado, sus grandes dones? Después del servicio, ¿qué queda en la mente: lo que Dios dijo a través de Su Palabra, o cuán poderoso fue Dios al usar al pastor? ¿Sienten los miembros la necesidad de consultar al pastor, sobre todo, viéndolo como la fuente de toda sabiduría? ¿Se entusiasman exageradamente al hablar de las virtudes del pastor?
El rol de un pastor cristiano no es estar en un pedestal, sino enseñar la Palabra de Dios mediante la predicación y el discipulado, y dirigir la iglesia como un pastor guía a sus ovejas. Esta analogía del pastor y el rebaño se observa en Juan 10, donde Jesús se presenta como el Buen Pastor (Juan 10:11, 14). Un pastor cuida a sus ovejas; ha pasado tiempo con ellas y las conoce. Jesús usó la relación bidireccional entre pastor y ovejas para mostrar la importancia de un líder que desea lo mejor para sus seguidores.
Cuando Jesús preparaba Sus últimas instrucciones para Sus discípulos después de la resurrección, le dio a Pedro indicaciones específicas: "Cuando acabaron de desayunar, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?. Sí, Señor, Tú sabes que te quiero, le contestó Pedro. Jesús le dijo: Apacienta Mis corderos. Volvió a decirle por segunda vez: Simón, hijo de Juan, ¿me amas?. Sí, Señor, Tú sabes que te quiero, le contestó Pedro. Jesús le dijo: Pastorea Mis ovejas. Jesús le dijo por tercera vez: Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?. Pedro se entristeció porque la tercera vez le dijo: ¿Me quieres?. Y le respondió: Señor, Tú lo sabes todo; Tú sabes que te quiero. Apacienta Mis ovejas, le dijo Jesús" (Juan 21:15–17, NBLA).
El encargo dado a Pedro es el mismo para el pastor en cualquier época. El pastor debe alimentar a las ovejas de Jesús. Ellas no le pertenecen a él; pertenecen a Cristo, por lo que el pastor tiene la seria responsabilidad de cuidar adecuadamente a los creyentes que Dios pone bajo su cuidado. Al final de los tiempos, cada pastor dará cuenta de cómo cumplió, como siervo escogido de Dios, en cuidar al pueblo ganado por el Hijo de Dios. Todo pastor que mantenga esta perspectiva evitará la adoración al pastor en su congregación.
A pesar de esta gran responsabilidad, algunos pastores buscan exaltarse a sí mismos o se hacen de la vista gorda ante la adoración al pastor. Esto puede ser con la intención de construir una iglesia más grande, y el problema de la adoración al pastor puede aumentar con una audiencia más grande. Tal vez el pastor sea un buen comunicador, y por ello más personas desean escucharlo. Cualquiera que sea la causa, la adoración al pastor es idolatría cuando un cristiano depende de su pastor de manera poco saludable. Pastores e iglesias deben tener cuidado y reconocer cuatro verdades básicas y esenciales sobre los líderes de la iglesia. Esta lista no es exhaustiva, pero se enfoca en los aspectos que pueden conducir a la adoración al pastor:
Primero, pastores, maestros y ancianos deben reconocer la seriedad de su tarea. Los pastores deben tener un claro llamado de Dios, estar debidamente capacitados para enseñar con precisión, entender su rol como subpastores que representan a Jesús y servir, no ser servidos.
Segundo, los pastores deben rendir cuentas a sus pares en el liderazgo, ya sean otros pastores o ancianos de la iglesia. La iglesia debe ser dirigida por un consenso que llega a través de la oración, no por los dictados de un solo individuo.
Tercero, los miembros de la iglesia deben someterse a la autoridad bíblica adecuada, pero deben probar todas las cosas conforme a la Escritura (ver Hechos 17:11). El pastor sirve a la iglesia con la afirmación de la congregación y los ancianos o líderes, por lo que la selección inicial de un pastor es una decisión crítica.
Cuarto, el pastor es más efectivo cuando guía a su rebaño, no cuando intenta atraer a un rebaño que no ve ni conoce. Elevar la enseñanza de un pastor a través de las redes sociales, transmisiones en línea u otras plataformas puede llevar a la tentación de buscar la "celebridad" cristiana. Sin embargo, la popularidad masiva no es el objetivo de un buen pastor o del liderazgo de su iglesia.
La mayoría de los pastores no desean ser puestos en un pedestal, ni quieren las expectativas poco realistas que acompañan a la adoración al pastor. Prefieren que su congregación los vea como hombres falibles, obras espirituales en progreso que necesitan oración.
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¿Qué es la adoración al pastor?
