Pregunta
¿Qué significa ovejas sin pastor (Mateo 9:36)?
Respuesta
El papel de un pastor es velar por el rebaño, alimentarlo, protegerlo, guiarlo, consolarlo y sostenerlo. Los líderes espirituales tienen una responsabilidad similar hacia las personas que Dios ha puesto bajo su cuidado. Mientras Jesús recorría las aldeas y ministraba a las multitudes, sentía una profunda compasión por ellas, porque carecían de guía espiritual y atención pastoral por parte de sus líderes. "Y viendo las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban angustiadas y abatidas como ovejas que no tienen pastor" (Mateo 9:36).
La figura del pastor atraviesa toda la Biblia. En el Antiguo Testamento, el pueblo del Señor, Israel, aparece representado como un rebaño, y Dios es su Pastor amoroso y fiel (Salmo 23; 100:3; Jeremías 23:3; 31:10). Dios esperaba que los líderes de Israel actuaran como pastores espirituales bajo Su autoridad (2 Samuel 5:2; Números 27:17). Lamentablemente, no cumplieron con su deber (ver Ezequiel 34). Los profetas declararon: "Vi a todo Israel esparcido por los montes, como ovejas sin pastor; y el Señor dijo: "Estos no tienen señor" (1 Reyes 22:17; ver también Isaías 56:11; Jeremías 10:21).
El tema del pastor continúa en el Nuevo Testamento, donde Jesús es presentado como el “Buen Pastor” (Juan 10:11; cf. Isaías 40:11) y como el “Gran Pastor” (1 Pedro 5:4). Las multitudes que acudían a Jesús eran como ovejas sin pastor, porque sus líderes espirituales, los religiosos de Israel, las habían maltratado y abandonado. En Mateo 9:36, el verbo traducido como "angustiar" (skyllomai en griego) significa "afligidas, atribuladas, consternadas, molestas". "Abatir" proviene de un verbo que implica "ser derribado, rechazado, echado a un lado". Esta palabra expresa la magnitud del abandono sufrido por el pueblo y sus consecuencias devastadoras. Jesús se conmovió profundamente al ver sus rostros, porque reconoció en ellos a personas totalmente desanimadas, abatidas y sin esperanza.
En Mateo 9:36, Jesús cumple la profecía de Ezequiel 34:2–6: "Hijo de hombre, profetiza contra los pastores, los líderes de Israel. Dales este mensaje de parte del Señor Soberano: "¡Qué aflicción les espera a ustedes, pastores, que se alimentan a sí mismos en lugar de alimentar a sus rebaños!...No han cuidado de las débiles; no se han ocupado de las enfermas ni han vendado las heridas; no salieron a buscar a las descarriadas y perdidas. En cambio, las gobernaron con mano dura y con crueldad. Por eso mis ovejas se dispersaron sin pastor y son presa fácil de cualquier animal salvaje. Han deambulado por todas las montañas y las colinas sobre la faz de la tierra; sin embargo, nadie salió a buscarlas" (NTV).
Las ovejas sin pastor se dispersan fácilmente, se extravían y terminan en lugares peligrosos (Isaías 53:6; Zacarías 10:2; 13:7; Mateo 26:31; Juan 10:12). Al igual que las ovejas, todos necesitamos un pastor que nos guíe por el camino correcto (Salmo 23:3). Sin un pastor, terminaremos por morir espiritualmente. Por eso, un buen pastor nunca abandona a su rebaño (Juan 21:15–19). Y si una sola oveja se pierde, él deja las noventa y nueve para ir en busca de la que se extravió (ver Mateo 18:12–14). Jesús, el Pastor perfecto, dio Su vida por las ovejas (Juan 10:15).
En fuerte contraste con esta imagen bíblica del buen pastor, Jesús hizo una dura acusación contra los líderes de Israel: "Aplastan a la gente bajo el peso de exigencias religiosas insoportables y jamás mueven un dedo para aligerar la carga. Todo lo que hacen es para aparentar...Y les encanta sentarse a la mesa principal en los banquetes y ocupar los asientos de honor en las sinagogas" (Mateo 23:4–6, NTV). Luego los llama "hipócritas" que “cierran la puerta del reino del cielo en la cara a la gente” (Mateo 23:13, NTV). No son pastores, sino "guías ciegos" que solo se preocupan por sí mismos (Mateo 23:16).
El apóstol Pablo instruye a los líderes de la iglesia: "Tengan cuidado de sí mismos y de toda la congregación, en medio de la cual el Espíritu Santo les ha hecho obispos para pastorear la iglesia de Dios, la cual Él compró con Su propia sangre" (Hechos 20:28). En lugar de dejar a las personas como ovejas sin pastor, la Palabra de Dios llama a los verdaderos líderes espirituales a cuidar "del rebaño que Dios les ha encomendado. Háganlo con gusto, no de mala gana ni por el beneficio personal que puedan obtener de ello, sino porque están deseosos de servir a Dios. No abusen de la autoridad que tienen sobre los que están a su cargo, sino guíenlos con su buen ejemplo" (1 Pedro 5:2–3, NTV).
Los pastores que siguen el ejemplo de Jesucristo son siervos que se sacrifican, dispuestos a dar su vida por las ovejas (Juan 15:13; 1 Juan 3:16). Ellos nutren espiritualmente, guían con sabiduría y gobiernan con justicia y amor.
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¿Qué significa ovejas sin pastor (Mateo 9:36)?
