Pregunta
¿Qué significa nacer de Dios?
Respuesta
El término "nacido de Dios" se encuentra principalmente en el libro de 1 Juan. Primera de Juan 5:1 dice: "Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios. Todo aquel que ama al Padre, ama al que ha nacido de Él". Otras referencias se encuentran en 1 Juan 2:29; 3:9; 4:7; y 5:4, 18.
El término "nacido de Dios" refleja fielmente las palabras de Jesús en Juan 3:3, cuando le dijo a Nicodemo que debía "nacer de nuevo" o, en algunas traducciones, "nacer de arriba". Nicodemo respondió como cualquiera lo habría hecho. Preguntó: "¿Cómo puede un hombre nacer siendo ya viejo?" (versículo 4). La respuesta de Jesús fue aún más desconcertante. Dijo: "El viento sopla por donde quiere, y oyes su sonido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu" (versículo 8).
¿Por qué Jesús comenzó a hablar del viento en relación con el nacer de nuevo? La palabra griega para "viento" es pneuma, la misma palabra que se utiliza para "espíritu". Cuando sopla el viento, no podemos verlo, pero vemos dónde ha estado. Las hojas de los árboles se mueven, las plantas se doblan y sentimos el viento en nuestra cara. Sin embargo, nadie puede atraparlo ni detenerlo. Cuando sopla el viento, cambia todo lo que toca. Lo mismo ocurre con el Espíritu. El nacimiento espiritual es una acción del Espíritu Santo. Él es invisible, pero cada vez que se mueve, se producen cambios evidentes. Ni las palabras persuasivas ni los acuerdos intelectuales tienen el poder de hacer que alguien "nazca de Dios". Solo el Espíritu Santo puede realizar esa transformación en un corazón arrepentido (Marcos 1:15; Hechos 2:38).
Entonces, ¿cómo se renace o se nace de Dios? Jesús utilizó una metáfora terrenal para explicar una idea espiritual. Cuando nace un bebé, surge una nueva vida que antes no existía. El bebé es un ser completamente nuevo que comienza a crecer y a parecerse a sus padres. Un cachorro crece y se parece a un perro. Un ternero crece y se parece a una vaca. Un bebé crece y se parece a un adulto. Lo mismo ocurre con los que nacen de Dios. Segunda de Corintios 5:17 dice que, si alguien está en Cristo, es una "nueva criatura". Más adelante, en Juan 3, Jesús explica cómo nacer de Dios: "todo aquel que cree en Él, no se pierda, sino que tenga vida eterna" (versículo 16). Cuando nacemos en la familia de Dios (Juan 1:12), crecemos hasta parecernos más a nuestro Padre.
Primera de Juan 3:9 describe a una persona que ha nacido de Dios: "Ninguno que es nacido de Dios practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él. No puede pecar, porque es nacido de Dios". Dios nuestro Padre es santo, y desea que Sus hijos sean santos como Él (1 Pedro 1:15-16). Cuando nacemos de Dios, tenemos un corazón nuevo, uno que quiere agradar a Dios (Ezekiel 36:26; 2 Corintios 5:9; Colosenses 1:10). Esto no se logra con buenas intenciones o con un esfuerzo desesperado. Agradamos a nuestro nuevo Padre al rendirnos a Su Espíritu Santo que vive en nosotros. Le permitimos cambiar nuestros deseos, nuestras metas y nuestra voluntad para conformarnos a los Suyos (Romanos 8:29; Filipenses 2:13). Así como un bebé crece y se parece a los padres que lo engendraron, así también nosotros crecemos y nos parecemos más a nuestro Padre celestial cuando nacemos de Dios (Filipenses 3:10; Romanos 6:1-2).
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