Pregunta
¿Qué es el marcionismo?
Respuesta
El marcionismo fue un movimiento religioso basado en las enseñanzas del hereje Marción de Sinope, del siglo II. Aunque ninguno de los escritos de Marción ha sobrevivido hasta nuestros días, conocemos sus enseñanzas a través de varios escritores cristianos primitivos, entre ellos Justino Mártir (100-165 d. C.), Ireneo de Lyon (130-200 d. C.) e Hipólito (170-235 d. C.). Estos hombres combatieron a Marción en defensa de la verdad.
Marción sostenía muchas opiniones erróneas, pero es conocido principalmente por su creencia de que las Escrituras del Antiguo Testamento no eran autoritarias para un cristiano. Negaba que el Dios del Antiguo Testamento fuera el mismo Dios presentado en el Nuevo Testamento. Para Marción, Jesús era el Hijo del Dios del Nuevo Testamento, pero no el Hijo de la deidad descrita en las Escrituras hebreas. Las deidades del Antiguo y Nuevo Testamento eran, desde la perspectiva de Marción, literalmente dos dioses diferentes. Marción no negaba la existencia del dios del Antiguo Testamento (al que se refería como Demiurgo). Simplemente, clasificaba a este dios como una deidad secundaria, inferior al Dios supremo revelado en Jesús.
Marción sostenía que Jesús era la única revelación del Dios Supremo, pero que no debía considerarse que Jesús había cumplido las profecías mesiánicas del Antiguo Testamento. Más bien, Marción veía las profecías como una predicción de un salvador terrenal de la nación judía que aún estaba por llegar. Lo que Marción defendía era una discontinuidad radical entre el judaísmo del Antiguo Testamento y el mensaje de Jesús y el apóstol Pablo. Marción también afirmaba una forma de docetismo: la opinión de que Jesús no era realmente un hombre, sino que solo parecía ser humano. Esto a pesar de la claridad de versículos como Juan 1:14 y 1 Juan 4:1-3, que hablan claramente de la verdadera humanidad de Jesús.
Después de ser expulsado de la iglesia de Roma en el año 144 d. C. por sus enseñanzas poco ortodoxas, Marción formó varias iglesias propias, muchas de las cuales conservaban un gobierno eclesiástico similar al de las iglesias cristianas ortodoxas de la época. A partir de ahí, las opiniones de Marción comenzaron a difundirse. Dada la separación completa que Marción hacía entre el Dios de la Biblia hebrea y el Dios revelado en Jesús, no es de extrañar que también rechazara la autenticidad de muchos documentos del Nuevo Testamento. Cualquier escrito apostólico que no se ajustara a sus teorías fue eliminado hasta que todo lo que quedó de su colección de libros autorizados fueron diez de las cartas de Pablo (menos 1 y 2 Timoteo y Tito) y una versión muy editada del Evangelio de Lucas. Marción consideraba a Pablo como el único apóstol legítimo, pero incluso los escritos de Pablo sufrieron bajo el bisturí de Marción. Se eliminó cualquier pasaje que identificara al Dios del Antiguo Testamento con el Padre de Jesús. Si bien es cierto que la mayoría de los libros del Nuevo Testamento fueron reconocidos como Escritura desde muy temprano, es probable que el canon truncado de Marción obligara a la iglesia a enumerar con mayor precisión que libros tenían autoridad apostólica.
El marcionismo fue uno de los primeros rivales de la iglesia cristiana. La lección que debemos aprender del marcionismo es que no tenemos derecho a actuar como editores de la Palabra de Dios, sino que debemos aceptar y creer "todo el consejo de Dios" (Hechos 20:27) y "luchar ardientemente por la fe que de una vez para siempre fue entregada a los santos" (Judas 1:3).
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