settings icon
share icon
Pregunta

¿Qué es la ley del pecado y de la muerte (Romanos 8:2)?

Respuesta


El apóstol Pablo se refiere a la ley del pecado y de la muerte en Romanos 8:1-2: "Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte". ¿Qué es la "ley del pecado y de la muerte"?

En estos versículos, Pablo contrapone dos leyes: la ley del Espíritu y la ley del pecado y de la muerte. La ley del Espíritu es el Evangelio o la Buena Nueva de Jesús, el mensaje de la vida nueva mediante la fe en Cristo resucitado. La ley del pecado y de la muerte es la Ley de Dios del Antiguo Testamento. La Ley es santa, justa y buena (Romanos 7:12), pero, como no podemos cumplir la Ley de Dios por nosotros mismos, el resultado es sólo el pecado y la muerte para los que están bajo la Ley.

Romanos 7:5 explica el enfoque de Pablo sobre la Ley como algo que conduce al pecado y a la muerte: "Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte". En cambio, el "camino" o ley del Espíritu se señala en Romanos 7:6: "Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra". La Ley en sí no es pecaminosa (Romanos 7:7). Sin embargo, la Ley definió el pecado y suscitó nuestra rebelión natural contra las normas de Dios, lo que provocó el pecado y la muerte.

Romanos 7:10-11 habla de cómo están relacionados el pecado, la muerte y la Ley: "Y hallé que el mismo mandamiento que era para vida, a mí me resultó para muerte; porque el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, me engañó, y por él me mató". Esta muerte se refiere a la separación espiritual de Dios. Encadenados por nuestra naturaleza depravada, nos opusimos naturalmente a la Ley, y descubrimos que la Palabra vivificadora de Dios sólo servía para condenarnos a muerte. Por eso Pablo puede referirse a la Ley como la "ley del pecado y de la muerte".

La conclusión de Romanos 7 muestra la necesidad del Evangelio para liberarnos de las consecuencias del pecado bajo la Ley: "Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro". (Romanos 7:22-25).

El capítulo siguiente, Romanos 8, comienza declarando que ya no hay condenación ni juicio para los que están en Cristo. Hemos sido liberados de la ley del pecado y de la muerte. El argumento de Pablo de Romanos 7 pasa en Romanos 8 a un regocijo por el cambio que el Evangelio produce en la vida de los que creen en Jesús. El capítulo concluye confirmando, en los términos más enérgicos posibles, que los creyentes nunca pueden ser separados del amor de Dios: "Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro" (Romanos 8:38-39).

English



Retornar a la página inicial de Español

¿Qué es la ley del pecado y de la muerte (Romanos 8:2)?
Suscríbete a la

Pregunta de la Semana

Comparte esta página: Facebook icon Twitter icon Pinterest icon YouTube icon Email icon
© Copyright Got Questions Ministries