Pregunta
¿Por qué el período de impureza terminaba al atardecer?
Respuesta
En varias ocasiones en el libro de Levítico, se menciona que una persona que se había vuelto impura solo permanecía en ese estado hasta el atardecer. La razón de esto se encuentra en la manera en que el pueblo judío entendía el funcionamiento de los días. En Génesis 1, la semana de la creación es presentada con cada día comenzando con la tarde y luego la mañana. Los judíos reconocían la puesta del sol o el anochecer como el final de un día y el comienzo del siguiente.
Esta es también la razón por la que el día de reposo (el Shabat) comienza al atardecer del viernes y se extiende hasta el atardecer del sábado en la tradición judía. La muerte de Jesús ocurrió un viernes, y Su cuerpo fue sepultado antes de la puesta del sol de ese mismo día. Nadie visitó la tumba el sábado porque era el día de reposo judío y no se permitía realizar ningún tipo de trabajo.
Bajo la Ley de Moisés, varias acciones hacían que una persona quedara ritualmente impura hasta la puesta del sol. Por ejemplo, Levítico 11:24–25 dice: "Por estos animales, pues, serán inmundos; todo el que toque sus cadáveres quedará inmundo hasta el atardecer, y todo el que levante parte de sus cadáveres lavará sus vestidos y quedará inmundo hasta el atardecer" (NBLA). Si una persona mataba una mosca y tocaba su cadáver por la mañana, digamos a las 10:00 a. m., debía lavar sus ropas y permanecía ritualmente impura hasta esa tarde. Al anochecer volvía a considerarse pura.
Ahora bien, si esa misma persona mataba otra mosca y la recogía con la mano a las 10:00 de la noche, volvía a quedar impura. Tendría que lavar su ropa nuevamente y permanecer en ese estado hasta la tarde del día siguiente. En la mentalidad occidental, ambos eventos serían vistos como parte del mismo día (10:00 a. m. y 10:00 p. m.), pero en la forma de pensar hebrea, estos sucesos ocurrieron en dos días distintos. El resultado sería que esta persona quedaba impura por dos días diferentes.
Imagina cuán seguido la gente debía lavar sus ropas—¡y en un tiempo en el que la única forma de hacerlo era a mano, en pleno desierto! Como consecuencia, los israelitas tomaban muy en serio los mandatos relacionados con la impureza.
Una persona "impura" no podía presentar ofrendas ante el Señor ni participar en las festividades. En casos menores, como tocar un insecto, la impureza solo duraba hasta el atardecer de ese mismo día, momento en que terminaba su efecto.
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¿Por qué el período de impureza terminaba al atardecer?
