Pregunta
¿Cuáles son las estrategias del diablo (Efesios 6:11)?
Respuesta
Efesios 6:11 dice a los creyentes: "Pónganse toda la armadura de Dios para poder mantenerse firmes contra todas las estrategias del diablo" (NTV). La guerra espiritual es una realidad, y debemos estar preparados para ella. Nuestro principal adversario es Satanás, que maquina "estrategias" para frustrar el propósito de Dios para nuestras vidas.
Efesios 6:11 forma parte de una sección más amplia (Efesios 6:10-20) en la que Pablo describe la armadura espiritual necesaria para resistir al diablo y a sus secuaces. La palabra griega para "estrategias" en el versículo 11 es methodeias, fuente de nuestra palabra en español estrategia/método. Significa "táctica astuta, engañosa y mañosa". Así pues, Satanás y sus planes son astutos, engañosos y mañosos. Es "mentiroso y padre de la mentira" (Juan 8:44). Una vez que comprendamos quién es Satanás y lo que hace, podremos resistirle mejor y defendernos de su maldad.
Las estrategias del diablo, como sugiere la palabra methodeias, se caracterizan fundamentalmente por el engaño y la astucia. Las Escrituras proporcionan varias ideas sobre los métodos de Satanás:
- Engaño: Quizá la argucia más fundamental de Satanás sea el engaño. Desde su aparición inicial en el Jardín del Edén, donde engaña a Eva manipulando las palabras de Dios (Génesis 3:1-5), hasta ser "el que engaña al mundo entero" (Apocalipsis 12:9, NTV), el engaño es la táctica principal de Satanás. Pablo describe a Satanás como alguien que "se disfraza como ángel de luz" (2 Corintios 11:14). Satanás es experto en aparentar bondad cuando no es más que maldad.
- Acusación: Apocalipsis 12:10 describe a Satanás como "el acusador de nuestros hermanos... el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche". Acusó a Job (Job 1:9-11), acusó a Josué (Zacarías 3:1) y nos acusa a nosotros. Esta estratagema del diablo consiste en presentar acusaciones contra los creyentes para desanimar y desestabilizar su fe, explotando la debilidad de sus conciencias y sus pecados pasados.
- La tentación: Una tentación es una incitación al pecado. En los Evangelios, Satanás tienta a Jesús en un intento de desbaratar Su misión divina (Mateo 4:1-11). También tienta a los creyentes de hoy, poniéndonos delante tentaciones que apelan a "los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida" (1 Juan 2:16). Debemos estar siempre en guardia contra las artimañas del diablo que pretenden llevarnos al pecado.
- La división: En 2 Corintios 2:10-11, Pablo insta a los creyentes a perdonarse unos a otros "para que Satanás no tome ventaja sobre nosotros, pues no ignoramos sus planes" (NBLA). Crear división en la familia de Dios es uno de los planes del diablo. Satanás planta semillas de falta de perdón, ira, amargura y resentimiento, y fomenta su crecimiento. Si permitimos que estas semillas crezcan en nuestros corazones, permitimos que Satanás perturbe la armonía y la concordia que Dios desea para Su pueblo. Para combatir las maquinaciones del diablo, debemos ser "solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz" (Efesios 4:3).
Nuestra batalla contra las artimañas del diablo es mayor que nuestras luchas personales e internas. La batalla incluye el continuo conflicto cósmico entre Dios y las fuerzas del mal (ver Efesios 6:12). Por eso necesitamos la armadura de Dios y la protección divina del "capitán del ejército del Señor" (Josué 5:14, NBLA).
El llamado de Pablo a ponerse "toda la armadura de Dios" (Efesios 6:11) implica que la resistencia a las artimañas del diablo no se consigue mediante la fuerza humana, sino mediante el poder divino. Recibimos la fuerza del Señor revistiéndonos de la verdad, la justicia, el Evangelio de la paz, la fe, la salvación, la Palabra de Dios y la oración (Efesios 6:14-18). Cada elemento de esta armadura está diseñado para protegernos de las artimañas del diablo: la verdad contrarresta el engaño, la justicia nos protege de las acusaciones satánicas, el Evangelio de la paz vence la división, la fe nos blinda contra la duda, la salvación y la Palabra de Dios afirman nuestra identidad como hijos de Dios, y la oración nos mantiene alineados con la voluntad de Dios.
English
¿Cuáles son las estrategias del diablo (Efesios 6:11)?