Pregunta
¿Qué es la equivalencia formal en la traducción de la Biblia?
Respuesta
La traducción bíblica (y cualquier otro tipo de traducción) es a la vez un arte y una ciencia. No existe una relación única de palabras entre idiomas que dé como resultado una traducción coherente. Incluso en los ejemplos de traducciones "literales, palabra por palabra", que se presentan a continuación, el traductor sigue tomando una decisión sobre qué palabra en español transmite el significado original con mayor precisión.
Una buena traducción de la Biblia trata de comunicar el significado del hebreo, griego o arameo, de forma que también sea legible en la lengua receptora moderna. Lo que puede comunicarse con una palabra en el idioma original puede requerir tres palabras en el idioma receptor, o viceversa. Además de las diferentes estructuras gramaticales, también habrá diferencias en los contextos sociales, culturales e históricos. No todo el idioma debe entenderse "literalmente" porque la gente utiliza símiles, metáforas y frases hechas que no pueden entenderse literalmente y pueden malinterpretarse en los distintos idiomas sin más explicaciones.
Por ejemplo, un titular puede decir: "Los Ángeles destruyen a los Piratas". La mayoría de la gente de EE.UU. entendería que no se está informando de una guerra cósmica entre el Bien y el Mal. Los Ángeles y los Piratas son dos equipos de béisbol, no piratas o ángeles literales. Además, el lector nativo entendería que destruir en este contexto significa "ganar el partido por un margen decisivo". Nadie murió en la contienda.
En este ejemplo, una traducción por equivalencia formal se limitaría a traducir el titular con palabras del idioma receptor que coincidieran lo más posible, aunque los lectores no entendieran el significado que hay detrás. Como "Ángeles" y "Piratas" son nombres propios, una traducción formalmente equivalente ni siquiera traduciría esas palabras, sino que simplemente las dejaría en el idioma original. Los traductores confiarían en que el lector investigara o en que un profesor o comentarista explicara el trasfondo y, de este modo, sacara a la luz todo el significado. El traductor también podría añadir una nota explicativa a pie de página, pero el texto no incluiría ninguna información adicional que no se encuentre en el original.
La alternativa sería lo que se denomina una traducción de "equivalencia dinámica", que intentaría conservar el significado original, pero añadiría detalles adicionales para ayudar a aclarar el significado. El titular de nuestro ejemplo podría decir algo así como "Un equipo de béisbol llamado "los Ángeles" derrotó contundentemente a otro equipo de béisbol llamado "los Piratas"". Si los lectores no supieran qué es el béisbol, la traducción podría añadir aún más detalles.
Siempre existe un difícil equilibrio entre preservar el significado y preservar la redacción. El ejemplo anterior es relativamente sencillo, pero ¿qué ocurre cuando se trata de términos e ideas teológicas complejas o controvertidas? La filosofía de equivalencia formal de la traducción trata de introducir el menor cambio posible en el texto (minimizando la explicación humana), sin dejar de comunicar el significado, aunque ello signifique que el lector tenga que investigar un poco. En el mundo de las traducciones de la Biblia al español, la RVR1960 y la NBLA siguen la filosofía de la equivalencia formal.
Algunas comparaciones de versículos entre las traducciones de equivalencia formal y las de equivalencia dinámica podrían ser de ayuda. Jesús contó la parábola de un rey que perdonó a su siervo una gran cantidad de dinero. Sin embargo, en Mateo 18:28, el siervo no extendió la misma gracia a un consiervo:
Traducción literal, palabra por palabra:
"Sin embargo, habiendo salido el siervo, encontró a uno de sus consiervos que le debía cien denarios, y habiéndole agarrado, le estranguló diciendo: paga si algo debes".
(Esto, por supuesto, es difícil de leer y de darle sentido, por lo que es necesaria una traducción más suave).
El Mensaje (equivalencia dinámica - solo disponible en inglés):
"Apenas había salido el criado de la habitación cuando se encontró con uno de sus compañeros que le debía diez dólares. Le agarró por el cuello y le exigió: 'Paga. Ahora mismo'".
(La suma relativamente pequeña se compara con "cien mil dólares" en el versículo 24.)
La Nueva Traducción Viviente (equivalencia dinámica):
"Pero cuando el hombre salió de la presencia del rey, fue a buscar a un compañero, también siervo, que le debía unos pocos miles de monedas de plata. Lo tomó del cuello y le exigió que le pagara de inmediato".
(La suma de miles de monedas de plata se compara con los "millones de monedas de plata" que el siervo debía al rey en el versículo 24).
Nueva Biblia de las Américas (equivalencia formal):
"Pero al salir aquel siervo, encontró a uno de sus consiervos que le debía 100 denarios, y echándole mano, lo ahogaba, diciendo: Paga lo que debes".
(En una nota a pie de página se explica qué es un denario. La NBLA explica que 10.000 talentos equivaldrían a 216 toneladas de plata. Los 100 denarios equivaldrían al salario de 100 días).
En este caso, las traducciones formalmente equivalentes suenan más oscuras; sin embargo, el lector, investigando un poco, descubrirá que la deuda que el siervo tenía con el rey era mucho mayor que "cien mil dólares" (El Mensaje) o incluso que los "millones de monedas de plata" (NTV). La deuda era la cantidad que ganaría un trabajador en 200.000 años; en otras palabras, era una cantidad absolutamente imposible de pagar. Del mismo modo, la cantidad que debía el segundo siervo era aproximadamente el salario de cien días, mucho más que los 10 dólares de El Mensaje y probablemente más que las "miles de monedas de plata" de la NTV.
En los ejemplos anteriores, las diferencias son principalmente estilísticas. Pero a veces hay pasajes más difíciles en los que una traducción de equivalencia formal conserva la redacción para que el estudiante pueda llegar a conclusiones independientes sobre el significado. Tomaremos 1 Corintios 11:11-12 como ejemplo:
Traducción literal, palabra por palabra:
Sin embargo, ni la mujer se separa del hombre, ni el hombre se separa de la mujer en el Señor. Así como la mujer por el hombre así también el hombre por la mujer sin embargo todas las cosas de Dios.
(Una vez más, una traducción tan "literal" es de poca ayuda).
El Mensaje (solo disponible en inglés):
"Ni el hombre ni la mujer pueden ir por libre ni reclamar prioridad. El hombre fue creado primero, como un hermoso reflejo resplandeciente de Dios; eso es cierto. Pero la cabeza del cuerpo de la mujer eclipsa claramente en belleza a la cabeza de su 'cabeza', su marido. La primera mujer procede del hombre, es cierto, pero desde entonces todo hombre procede de una mujer. Y como, de todos modos, prácticamente todo procede de Dios, dejémonos de esas rutinas de "quién es primero"".
(Aquí el traductor ha tomado algunos conceptos de los versículos 7 y 8 y los ha introducido en los versículos 11-12 porque cree que así queda bien explicado. También ha añadido una aplicación que cree que está implícita).
Nueva Traducción Viviente:
"Sin embargo, entre el pueblo del Señor, las mujeres no son independientes de los hombres, y los hombres no son independientes de las mujeres. Pues, aunque la primera mujer provino de un hombre, todos los demás hombres nacieron de una mujer, y todo proviene de Dios".
(Esta traducción dinámica está mucho más cerca de la equivalencia formal que El Mensaje, pero la frase preposicional entre el pueblo del Señor es la explicación de los traductores de la equivalencia formal en el Señor).
Nueva Versión Internacional:
"Sin embargo, en el Señor, ni la mujer existe aparte del hombre ni el hombre aparte de la mujer. Porque así como la mujer procede del hombre, también el hombre nace de la mujer; pero todo proviene de Dios".
Nueva Biblia de las Américas:
"Sin embargo, en el Señor, ni la mujer es independiente del hombre, ni el hombre independiente de la mujer. Porque así como la mujer procede del hombre, también el hombre nace de la mujer; y todas las cosas proceden de Dios".
(La NVI y la NBLA son muy similares aquí, con solo ligeras variaciones).
Toda traducción es hasta cierto punto una interpretación, pero una traducción de equivalencia formal intenta minimizar la interpretación/explicación en el texto. El objetivo de la equivalencia formal es conservar la redacción y las formas gramaticales originales en la mayor medida posible, sin dejar de proporcionar una traducción que sea comprensible y fácil de leer.
English
¿Qué es la equivalencia formal en la traducción de la Biblia?