Pregunta
¿Qué significa encontrar tu identidad en Cristo?
Respuesta
El mundo ejerce una presión constante sobre los creyentes para que se ajusten a su concepto de identidad y finalidad. Para los creyentes, sin embargo, debemos encontrar nuestra identidad en Cristo. La vida no tendrá sentido hasta que lo hagamos.
Para encontrar nuestra identidad en Cristo, debemos aceptar que nuestra valía no se define por las normas sociales, los logros o las cualidades personales, sino por nuestra relación con Cristo. La Biblia enseña que hemos sido creados a imagen de Dios (Génesis 1:27), redimidos por la sangre de Cristo (2 Corintios 5:17), adoptados en la familia de Dios (Juan 1:12) y fortalecidos por el Espíritu Santo (Romanos 8:9). Estas enseñanzas alteran fundamentalmente la forma en que nos vemos a nosotros mismos y nuestra relación con Cristo.
Encontrar nuestra identidad en Cristo comienza por comprender que hemos sido creados a imagen de Dios. Esta creencia fundamental afirma nuestro valor y dignidad inherentes, contrarrestando cualquier percepción negativa de nosotros mismos o devaluación social. Abrazar esta verdad requiere fe, vernos a nosotros mismos como Dios nos ve. La belleza de esta verdad es saber que Dios nos ha dado valor y propósito.
El proceso de encontrar nuestra identidad en Cristo implica aceptar la obra redentora de Cristo. Segunda de Corintios 5:17 declara: "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas". Esto significa, entre otras cosas, que nuestros pecados pasados no nos definen. Al contrario, somos una nueva creación, perdonados y liberados para vivir una vida que honre a Dios. Debemos aceptar esta nueva identidad, desprendiéndonos de nuestro antiguo yo, arraigado en el pecado.
También podemos encontrar nuestra identidad en Cristo, reconociendo nuestra adopción en la familia de Dios. Juan 1:12 dice: "Pero a todos los que lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en Su nombre" (NBLA). Esta nueva relación espiritual significa que Dios nos ama incondicionalmente y nos ha traído a su familia, proporcionando un sentido de pertenencia y apoyo: "Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios" (1 Juan 3:1). Como hijos de Dios, participamos activamente en la vida de la Iglesia, cultivando relaciones positivas con nuestros hermanos y hermanas en Cristo.
La presencia del Espíritu Santo es otra forma de encontrar nuestra identidad en Cristo. Romanos 8:9 explica: "Sin embargo, ustedes no están en la carne sino en el Espíritu, si en verdad el Espíritu de Dios habita en ustedes" (NBLA). El Espíritu Santo nos da poder y nos guía, permitiéndonos vivir de una manera que honra a Dios. Su poder nos lleva al crecimiento espiritual y a la capacidad de dar frutos como el amor, la alegría, la paz y la paciencia (Gálatas 5:22-23). Para encontrar nuestra identidad en Cristo, debemos seguir al Espíritu Santo, que nos conforma a la imagen de Cristo.
Los resultados de encontrar nuestra identidad en Cristo son maravillosos y nos cambian la vida. Quizá el beneficio más significativo sea la liberación de la condenación. Romanos 8:1 nos asegura: "Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús". Esta libertad nos permite vivir con confianza y alegría, sin la carga de pecados pasados.
Otro resultado de encontrar nuestra identidad en Cristo es un renovado sentido de propósito. Efesios 2:10 dice: "Porque somos hechura Suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas" (NBLA). Cuando sabemos que Dios tiene un propósito para nuestras vidas, nos sentimos motivados a realizar buenas obras.
Encontrar nuestra identidad en Cristo significa reconocer que nuestro valor y propósito provienen de una relación personal con Él. Podemos decir: "Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí" (Gálatas 2:20). Nos hemos liberado de la condenación, tenemos un sentido renovado del propósito, una nueva comunidad espiritual y un corazón que refleja a Cristo.
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¿Qué significa encontrar tu identidad en Cristo?
