Pregunta
¿Cuál es la historia de los diez leprosos en la Biblia?
Respuesta
Lucas 17:11-19 narra la historia de diez hombres que padecían enfermedades contagiosas de la piel, comúnmente traducidas como "lepra". En la comunidad israelita, cuando una persona descubría una erupción o un trastorno cutáneo, debía acudir al sacerdote para que la examinara. El sacerdote determinaba entonces si se trataba de una enfermedad contagiosa y si la persona debía ser declarada ceremonialmente impura (Levítico 13:1). La ley judía prohibía a cualquier persona con una enfermedad de este tipo relacionarse con la comunidad en general. Debían ser aislados y, en muchas ocasiones, vivían como parias hasta su muerte (Levítico 13:45-46). Esto era necesario para evitar que las enfermedades infecciosas se convirtieran en una epidemia. Sin embargo, para los afectados, podía suponer una condena a cadena perpetua.
Jesús había sanado a varias personas que tenían lepra o algún tipo de enfermedad infecciosa de la piel (Lucas 5:12-14; Marcos 1:40-42; Mateo 8:2-3; 11:5). En Lucas 17, diez hombres que formaban parte de una colonia de leprosos se acercaron a Él juntos, pero se mantuvieron a distancia, según la ley. Le gritaron: "¡Jesús, Maestro! ¡Ten misericordia de nosotros!". Sin parecer hacer nada para sanarlos, Jesús simplemente les ordenó que se presentaran ante los sacerdotes.
En el momento en que Jesús les dio la instrucción, los hombres aún eran leprosos. Aún no se había producido ningún cambio físico. Pero, con fe, los hombres obedecieron. Cuando comenzaron a caminar hacia el sacerdote, fueron sanados. Jesús siempre exigía fe por parte de la persona que pedía la sanidad. Muchas veces preguntaba a los que querían ser sanados: "¿Creen que puedo hacer esto?" (por ejemplo, Mateo 9:28; Marcos 9:20-24). Exigía una demostración de fe por parte de los leprosos al pedirles que se alejaran, incluso antes de haberlos sanado.
La Biblia no registra cuánto habían caminado antes de ser sanados. Sin embargo, solo un hombre regresó para agradecer a Jesús por la sanidad. Lucas hace especial mención del hecho de que el que regresó era un samaritano, una persona despreciada por los judíos (Lucas 17:15). Jesús expresó Su decepción porque los otros nueve no habían pensado en alabar a Dios por su sanidad. De esto aprendemos que Dios desea que le expresemos nuestro agradecimiento por todo lo que hace en nuestras vidas.
Aunque Jesús no les negó la sanidad a los nueve que no le dieron las gracias, hizo hincapié en su falta de gratitud (Lucas 17:18). Como tenían fe, los diez fueron sanos físicamente. Pero las últimas palabras de Jesús al samaritano agradecido dan a entender que este hombre recibió, además de la limpieza de su piel, la sanidad espiritual. Después de que el hombre ya había sido sanado de la lepra, Jesús le dijo: "Levántate y vete; tu fe te ha sanado" (versículo 19). Es posible que el hecho de que el hombre volviera a postrarse a los pies de Jesús le diera sanidad espiritual, además de la sanidad física que había recibido. Cuando nos tomamos el tiempo para reconocer al Dador y no solo los dones, agradamos al Señor y disfrutamos de la sanidad espiritual que proviene de la gratitud.
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¿Cuál es la historia de los diez leprosos en la Biblia?
