Pregunta
¿Qué significa considerar a los demás como más importante que a sí mismo (Filipenses 2:3)?
Respuesta
Si queremos amar a los demás como lo hace Jesucristo, seguiremos Su ejemplo de humildad. Este es el mensaje que el apóstol Pablo compartió con la iglesia de Filipos: "No hagan nada por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de ustedes considere al otro como más importante que a sí mismo, no buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás. Haya, pues, en ustedes esta actitud que hubo también en Cristo Jesús" (Filipenses 2: 3-5, NBLA).
El mundo hace hincapié en la importancia de la autoestima. Pero en el reino de Dios los seguidores de Cristo marchan al compás de un tambor diferente. Estamos llamados a comprender y adoptar la humildad bíblica. Los cristianos deben mantener una percepción realista de lo que son: "ninguno se crea mejor de lo que realmente es. Sean realistas al evaluarse a ustedes mismos, háganlo según la medida de fe que Dios les haya dado" (Romanos 12:3, NTV). Se ha dicho: "Humildad no es pensar menos de ti, sino pensar menos en ti".
El cristiano auténticamente humilde, piensa en los demás antes que en sí mismo. Su atención no se centra en atender sus propias necesidades, sino las de los demás. La palabra traducida como "considerar" en Filipenses 2:3 significa "valorar, estimar, mirar, tener en cuenta". Considerar a los demás es la clave de la humildad. El creyente humilde se somete a Cristo como un siervo, ofreciendo todo lo que puede por la gloria de Dios y el bien de los demás (1 Corintios 10:24, 31; Santiago 3:13). Pablo insta a los cristianos: "Sean afectuosos unos con otros con amor fraternal; con honra, dándose preferencia unos a otros" (Romanos 12:10, NBLA). "Que vivan con toda humildad y mansedumbre, con paciencia, soportándose unos a otros en amor", explica (Efesios 4:2, NBLA).
La humildad y el servicio, la sumisión y el amor: estas cualidades están indisolublemente unidas. Jesús lo ilustró cuando se despojó de Sus privilegios divinos, se sometió en obediencia a Dios y asumió la humilde posición de un esclavo humano para morir como un criminal en la cruz a fin de que tú pudieras ser salvo (Filipenses 2:1-11).
En una de las escenas más conmovedoras de la Biblia, Jesús demostró cómo estimar a los demás más que a uno mismo al lavar humildemente los pies de los discípulos (Juan 13:1-20). Aunque Cristo era su Señor soberano, asumió el papel de siervo para mostrarles todo el alcance de su amor. Al realizar la humilde tarea de lavar los pies, Jesús presagió Su muerte sacrificial. Lo hizo para que siguiéramos Sus pasos (1 Pedro 2:21).
Jesús dio a los siervos de Su reino un nuevo mandamiento: amar como Él ama: "Así que ahora les doy un nuevo mandamiento: ámense unos a otros. Tal como yo los he amado, ustedes deben amarse unos a otros. El amor que tengan unos por otros será la prueba ante el mundo de que son mis discípulos" (Juan 13:34-35, NTV).
Pablo nos enseñó a no usar nuestra libertad en Cristo "como pretexto para la carne", sino para servirnos "por amor los unos a los otros" (Gálatas 5:13, NBLA). La unidad en el cuerpo de Cristo no puede existir sin humildad, sumisión y amor (1 Pedro 3:8, Colosenses 3:12; Gálatas 5:26; Tito 3:2; 1 Pedro 5:5).
Estimar a los demás desinteresadamente más que a uno mismo es el amor bíblico genuino. No significa que nos menospreciemos a nosotros mismos, sino que elevamos a los demás. "Ayúdense a llevar los unos las cargas de los otros, y obedezcan de esa manera la ley de Cristo" (Gálatas 6:2, NTV). "Deberíamos ayudar a otros a hacer lo que es correcto y edificarlos en el Señor", instruye Pablo (Romanos 15:2, NTV). "Así que procuremos lo que contribuye a la paz y a la edificación mutua" (Romanos 14:19, NBLA). Incluso cuando nos reunimos para adorar, "que todo se haga para edificación" (1 Corintios 14:26, NBLA). Dios nos da dones espirituales para fortalecer el cuerpo para "el bien común" (1 Corintios 12:7) y para edificar a toda la iglesia y no solo a nosotros mismos (1 Corintios 14:3-4, 12).
En la relación entre marido y mujer, estimar a los demás como mejores que uno mismo significa "[someterse] unos a otros en el temor de Cristo" (Efesios 5:21, NBLA), con la mujer respetando la autoridad de su marido (versículos 22-24, 33b) y el marido amando desinteresadamente a su mujer (versículos 25-33a). Para los hijos, implica obedecer y honrar a sus padres (Efesios 6:1-3; Éxodo 20:12). Los creyentes también están llamados a mantener una actitud de humildad y sumisión con sus líderes espirituales (Hebreos 13:17; 1 Corintios 16:15-16) y tenerles "en muy alta estima con amor, por causa de su trabajo" (1 Tesalonicenses 5:12-13, NBLA).
Cuando estimamos a los demás más que a nosotros mismos en todas nuestras relaciones terrenales, mantenemos la actitud humilde a la que Dios nos llama como siervos del reino (Juan 13:12-17; 1 Pedro 5:6; Santiago 4:7; 1 Pedro 2:21).
English
¿Qué significa considerar a los demás como más importante que a sí mismo (Filipenses 2:3)?
