Pregunta
¿Comeremos en el cielo?
Respuesta
Muchas personas se preguntan si comeremos en el cielo, porque comer no solo es necesario, sino también agradable. Algunos suponen que todo lo placentero en la tierra—como el sexo o las relaciones familiares—estará presente en el cielo. Sin embargo, aunque allí tendremos el cumplimiento de todo deleite, será porque estaremos en la presencia del Señor. Todo disfrute en el cielo no existirá simplemente porque nos agradaba en la tierra, sino porque encuentra su verdadera plenitud en Dios. La Biblia no ofrece una respuesta detallada sobre si comeremos en el cielo, pero sí presenta observaciones importantes.
Cuando el Señor Jesús celebró la Pascua con Sus discípulos poco antes de Su crucifixión, habló de comer y beber en el reino: "En verdad les digo, que ya no beberé más del fruto de la vid hasta aquel día cuando lo beba nuevo en el reino de Dios" (Marcos 14:25). Aquí se habla claramente del reino milenario, donde muchos ya habrán recibido sus cuerpos resucitados. Esta declaración sugiere que en nuestros cuerpos glorificados comeremos y beberemos en ese reino. Jesús comió después de Su resurrección (Lucas 24:42), así que es razonable pensar que nosotros también podremos hacerlo. Pero ¿qué sucede con la comida en el reino eterno?
En la visión de Juan de la Nueva Jerusalén, él vio "un río de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero, en medio de la calle de la ciudad. Y a cada lado del río estaba el árbol de la vida, que produce doce clases de fruto, dando su fruto cada mes; y las hojas del árbol eran para sanidad de las naciones. Ya no habrá más maldición" (Apocalipsis 22:1-3). Este pasaje no especifica si comeremos de ese fruto, aunque lo menciona como parte del escenario eterno.
Jesús también habla de comer del árbol de la vida en Su mensaje a la iglesia de Éfeso: "Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios" (Apocalipsis 2:7). Si tomamos esta promesa literalmente, el árbol de la vida estará presente en la eternidad, producirá fruto y podremos comerlo.
Así que podríamos comer en el cielo, aunque no sabemos con certeza qué incluirá el "menú". Algunos sugieren que nuestra alimentación podría parecerse a la de Adán y Eva antes de la caída, cuando Dios les dijo: "Yo les he dado a ustedes toda planta que da semilla que hay en la superficie de toda la tierra, y todo árbol que tiene fruto que da semilla; esto les servirá de alimento" (Génesis 1:29).
En definitiva, no sabemos con plena certeza si comeremos en el cielo ni qué comeremos. Los creyentes "conocemos en parte" (1 Corintios 13:9). La dicha de estar para siempre con el Pan de Vida supera nuestra comprensión, porque "aún no se ha manifestado lo que habremos de ser. Pero sabemos que cuando Cristo se manifieste, seremos semejantes a Él, porque lo veremos como Él es" (1 Juan 3:2).
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