Pregunta
Antiguo pacto frente a nuevo pacto: ¿cuáles son las diferencias?
Respuesta
La palabra testamento es otra palabra para pacto, así que en cierto sentido la pregunta podría ser "¿Cuál es la diferencia entre el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento?". Los términos Antiguo Testamento y Nuevo Testamento por lo general se utilizan como títulos de dos mitades de la Biblia. Pero los términos libros del Antiguo Testamento y libros del Nuevo Testamento nos acercan más al significado. Si dijéramos "libros del Antiguo Pacto" y "libros del Nuevo Pacto", estaríamos aún más cerca. La obra literaria conocida como Antiguo Testamento se compone en realidad de 39 documentos individuales que nos dan los detalles del Antiguo Pacto. La obra literaria conocida como Nuevo Testamento se compone en realidad de 27 documentos individuales que nos dan los detalles del Nuevo Pacto.
El Antiguo Pacto es el "acuerdo de trabajo" que Dios tenía con Israel. Les había elegido para una relación especial que no tenía con ningún otro grupo de personas de la tierra. Tomó a unos pocos patriarcas (Abraham, Isaac, Jacob) y convirtió a sus descendientes en una gran nación y les dio una tierra (Canaán) y Su ley para vivir (ver Éxodo 20 y siguientes). Los israelitas debían permanecer leales a Dios, obedeciéndole y adorándole solo a Él. Si lo hacían, prometió bendecirlos, y si no lo hacían, prometió que serían castigados (ver Deuteronomio 27-28). Dios estableció un sistema de sacrificios que les permitiría quedar limpios (temporalmente) de sus pecados, pero estos sacrificios debían repetirse una y otra vez. Ordenó sacerdotes para que representaran al pueblo ante Él, ya que el pueblo nunca podía llegar directamente a la presencia de Dios. E incluso con todas estas adaptaciones, la nación en su totalidad fue infiel y finalmente cayó bajo el juicio de Dios.
Jeremías profetizó que el juicio caería sobre la nación de Israel, pero también dijo a la nación que vendría algo mejor:
"Vienen días, declara el Señor,
en que haré con
la casa de Israel
y con la casa de Judá un nuevo pacto,
no como el pacto
que hice con sus padres
el día que los tomé de la mano
para sacarlos de la tierra de Egipto,
Mi pacto que ellos rompieron,
aunque fui un esposo para ellos,
declara el Señor.
Porque este es el pacto que haré con la casa de Israel
después de aquellos días, declara el Señor.
Pondré Mi ley dentro de ellos,
y sobre sus corazones la escribiré.
Entonces Yo seré su Dios
y ellos serán Mi pueblo.
No tendrán que enseñar más cada uno a su prójimo
y cada cual a su hermano, diciéndole: “Conoce al Señor”,
porque todos me conocerán,
desde el más pequeño de ellos hasta el más grande,
declara el Señor,
pues perdonaré su maldad,
y no recordaré más su pecado".
(Jeremías 31: 31-34, NBLA).
En este nuevo pacto, dijo Dios, Israel será restaurado, los pecados serán finalmente perdonados, la gente conocerá a Dios directamente y tendrán Su ley escrita en el corazón para que quieran obedecerle.
La ley bajo el Antiguo Pacto nunca fue un medio para la salvación; más bien llevó a la condenación, ya que la gente infringió repetidamente la ley y violó el pacto.
Pablo, citando muchos pasajes de los libros del Antiguo Pacto, explica:
"Como está escrito:
No hay justo, ni aun uno;
No hay quien entienda,
No hay quien busque a Dios.
Todos se han desviado, a una se hicieron inútiles;
No hay quien haga lo bueno,
No hay ni siquiera uno.
Sepulcro abierto es su garganta,
Engañan de continuo con su lengua.
Veneno de serpientes hay bajo sus labios;
Llena está su boca de maldición y amargura.
Sus pies son veloces para derramar sangre.
Destrucción y miseria hay en sus caminos,
Y la senda de paz no han conocido.
No hay temor de Dios delante de sus ojos.
"Ahora bien, sabemos que cuanto dice la ley, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se calle y todo el mundo sea hecho responsable ante Dios. Porque por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de Él; pues por medio de la ley viene el conocimiento del pecado" (Romanos 3:10-20, NBLA).
El libro de Hebreos es un extenso discurso sobre las diferencias entre el Antiguo y el Nuevo Pacto. He aquí un pasaje que trata del tema:
"Pues ya que la ley solo tiene la sombra de los bienes futuros y no la forma misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que ellos ofrecen continuamente año tras año, hacer perfectos a los que se acercan. De otra manera, ¿no habrían cesado de ofrecerse, ya que los adoradores, una vez purificados, no tendrían ya más conciencia de pecado?"
"Pero en esos sacrificios hay un recordatorio de pecados año tras año. Porque es imposible que la sangre de toros y de machos cabríos quite los pecados...Ciertamente todo sacerdote está de pie, día tras día, ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados. Pero Cristo, habiendo ofrecido un solo sacrificio por los pecados para siempre, se sentó a la diestra de Dios, esperando de ahí en adelante hasta que Sus enemigos sean puestos por estrado de Sus pies. Porque por una ofrenda Él ha hecho perfectos para siempre a los que son santificados".
"También el Espíritu Santo nos da testimonio. Porque después de haber dicho: Este es el pacto que haré con ellos después de aquellos días, dice el Señor: Pondré Mis leyes en su corazón, y en su mente las escribiré, añade: Y nunca más me acordaré de sus pecados e iniquidades. Ahora bien, donde hay perdón de estas cosas, ya no hay ofrenda por el pecado" (Hebreos 10:1-4, 11-18, NBLA).
El sacrificio del Nuevo Pacto de Jesús en favor de Su pueblo significa que los pecados pueden ser perdonados de una vez y para siempre.
Bajo el Antiguo Pacto, solo los sacerdotes podían entrar en el Lugar Santo y solo el sumo sacerdote podía entrar en el Lugar Santísimo una vez al año.
El autor de Hebreos lo explica "Pero cuando Cristo apareció como Sumo Sacerdote de los bienes futuros, a través de un mayor y más perfecto tabernáculo, no hecho con manos, es decir, no de esta creación, entró al Lugar Santísimo una vez para siempre, no por medio de la sangre de machos cabríos y de becerros, sino por medio de Su propia sangre, obteniendo redención eterna. Porque si la sangre de los machos cabríos y de los toros, y la ceniza de la novilla, rociadas sobre los que se han contaminado, santifican para la purificación de la carne, ¿cuánto más la sangre de Cristo, quien por el Espíritu eterno Él mismo se ofreció sin mancha a Dios, purificará nuestra conciencia de obras muertas para servir al Dios vivo?
"Por eso Cristo es el mediador de un nuevo pacto, a fin de que habiendo tenido lugar una muerte para la redención de las transgresiones que se cometieron bajo el primer pacto, los que han sido llamados reciban la promesa de la herencia eterna" (Hebreos 9:11-15, NBLA).
Gracias a Cristo, sumo sacerdote del Nuevo Pacto, podemos entrar en la presencia de Dios: "Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna" (Hebreos 4:16, NBLA).
Otro aspecto del Nuevo Pacto es que los gentiles pueden ser "injertados en el árbol de Israel" por la fe en Jesús, el Rey y Mesías de Israel (ver Romanos 11:11-24). Como explicó Santiago en el Concilio de Jerusalén, "Simón ha relatado cómo Dios al principio tuvo a bien tomar de entre los gentiles un pueblo para Su nombre. Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, tal como está escrito:
"Después de esto volveré, y reedificaré el tabernáculo de David que ha caído. Y reedificaré sus ruinas, y lo levantaré de nuevo, Para que el resto de los hombres busque al Señor, y todos los gentiles que son llamados por Mi nombre", dice el Señor, que hace saber todo esto desde tiempos antiguos" (Hechos 15:14–18, NBLA).
En resumen, el Antiguo Pacto se regía por una ley que prescribía un comportamiento correcto y que el pueblo incumplía continuamente. Contenía un sistema de sacrificios que solo eliminaba temporalmente los pecados. Los sacrificios eran administrados por sacerdotes que representaban al pueblo de Israel ante Dios, pero el pueblo no podía entrar por sí mismo en la presencia de Dios.
El Nuevo Pacto se rige por una ley interiorizada por el pueblo de Dios y dinamizada por Su Espíritu. Los pecados del pueblo son perdonados y eliminados de una vez para siempre por el sacrificio de Jesucristo, y el pueblo de Dios tiene acceso directo e íntimo a Él. Por último, los gentiles que creen están incluidos en el Nuevo Pacto.
English
Antiguo pacto frente a nuevo pacto: ¿cuáles son las diferencias?