Respuesta:
Un zombi es un invento de ficción moderno utilizado en varios libros, películas y series de televisión. Los zombis pueden describirse como criaturas ficticias que han sido "revividas", es decir, que actúan como si estuvieran vivas al mismo tiempo que siguen el proceso natural de descomposición.
Sin embargo, los muertos vivientes no son simplemente una idea del siglo XXI. Los vudús de Haití y África siempre han creído que son los brujos los que reviven y controlan los muertos. Además, en las mitologías y leyendas hay muchas referencias a los fallecidos que vuelven a la "vida" cuando todavía están muertos. Fue Bram Stoker, en Drácula, quien inventó el término "muerto viviente". En Frankenstein, de Mary Shelley, se habla del mismo concepto. Pero todos estos son historias ficticias. Lo que nos hace pensar en la pregunta: ¿Acaso la Biblia, que es la verdad absoluta de Dios, demuestra la existencia o el surgimiento de los zombis en el mundo real?
En resumen, la respuesta es no. En la Biblia no aparece ninguna referencia a que los cadáveres puedan revivir y vivir en un constante estado de descomposición. Se suele mencionar que Zacarías 14:12 predice un inminente apocalipsis zombi: "Y esta será la plaga con que herirá Jehová a todos los pueblos que pelearon contra Jerusalén: la carne de ellos se corromperá estando ellos sobre sus pies, y se consumirán en las cuencas sus ojos, y la lengua se les deshará en su boca". La palabra plaga, que se traduce de la palabra hebrea maggephah, literalmente significa "pestilencia", o sea, una enfermedad. Teniendo en cuenta las tácticas de guerra actuales, es completamente posible que este versículo se refiera a una guerra biológica, o bien podría tratarse de una plaga diseñada especialmente por Dios para esta situación. Cualquiera que sea el caso, un juicio que pudra la carne viva de los huesos y el fluido de los globos oculares es horrible, sin embargo, no significa un apocalipsis zombi.
Sin embargo, la resurrección es algo totalmente diferente. La resurrección es volver a la vida después de estar muerto; una resurrección tiene como resultado un cuerpo vivo y funcional. La historia de la Biblia nos habla de muchas personas que volvieron a la vida física normal después de morir a causa de la vejez, la enfermedad o las heridas. Estos son casos de resurrección, no de revivificación. Después de ser resucitados, estas personas vivieron hasta completar su vida natural. Ellos no vagaban atacando a la gente en búsqueda de materia craneal. Dios permitió que estas personas fueran resucitadas de entre los muertos para mostrar Su poder y glorificar a Su Hijo, Jesús. Algunas de las resurrecciones que se registran en las Escrituras se encuentran en 1 Reyes 17:12-24; Mateo 9:18-26; y Juan 11:38-44.
Todas las personas que resucitaron de entre los muertos en la Biblia finalmente murieron de forma natural al final de su vida, a excepción de Jesús.
Jesús fue crucificado en la cruz y un soldado confirmó Su muerte cuando le atravesó el costado con una lanza. José y Nicodemo tomaron el cuerpo y lo colocaron en una tumba cercana (Juan 19:34-42). Tres días más tarde, se descubrió que el cuerpo de Jesús no estaba, con las telas del entierro bien dobladas. Aunque la mayoría de la gente pensó que el cuerpo había sido robado, rápidamente se supo la verdad: Jesús estaba vivo, había resucitado, después de vencer la muerte por sí mismo. Jesús se apareció en persona a muchos testigos, e incluso les permitió tocar las cicatrices en las que Su cuerpo había sido atravesado (Juan 20:26-29).
Lo que la Biblia nos cuenta sobre la resurrección de Jesús tiene como objetivo ayudarnos a entender y creer que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y que por medio de la fe podemos tener vida en Su nombre. Jesús no regresó en estado de descomposición; estaba y está totalmente vivo y lo estará para siempre. Esto no es ficción. Es la verdad de la Palabra de Dios.
Romanos 6:9 dice: "Sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él".
