Pregunta: "¿Qué dice la Biblia sobre las ventas en la iglesia?"
Respuesta:
Las primeras Escrituras que vienen a la mente con respecto a las ventas en la iglesia son Mateo 21:12-13, Marcos 11:15-17, Lucas 19:45-46 y Juan 2:13-17, las cuales describen los incidentes (hubo dos) cuando Jesús "limpió" el templo. Cuando vio el tipo de actividades que se llevaban a cabo en la casa de su Padre, se enfadó mucho. Claramente, esto no era el propósito del templo.
Jesús consideraba culpables tanto a los comerciantes como a los clientes de profanar el templo. Los artículos que se compraban y vendían incluían animales para el sacrificio (Juan 2:14). También estaban presentes los que cambiaban una moneda por otra. Esto era necesario porque las monedas romanas y otras formas de moneda eran consideradas inaceptables para las ofrendas del templo. El templo era el lugar donde Dios se reunía con Su pueblo. Este comercio habría obstruido la adoración, y específicamente ocupando el espacio que se había reservado para que los gentiles adoraran. Evidentemente, tanto los comerciantes como los cambistas cobraban tarifas tan excesivas que el mercado del templo adquirió la atmósfera de una guarida de ladrones (Mateo 21:13).
Obviamente, vender libros, hacer una rifa, recaudar fondos, etc., es diferente de lo que sucedía en el templo. Jesús no estaba necesariamente enfadado por el hecho de que vendieran en el templo, sino que la venta se estaba convirtiendo en el centro de atención en lugar de Dios. Jesús también estaba enojado porque los cambistas se aprovechaban de la gente, muchos de los cuales eran pobres y que necesitaban sus servicios. Se requerían palomas y otros animales para la ofrenda, y los diezmos en moneda aceptable también eran un requisito.
Este no es el caso en las iglesias de hoy. Las compras en una librería de la iglesia o en una venta de artesanía de la iglesia, por ejemplo, son totalmente voluntarias. No es necesario comprar nada para asistir al culto. Si una iglesia decide vender algo dentro de la iglesia o realizar una recaudación de fondos, debe asegurarse de que la venta no reciba una atención indebida y que no se desvíe de la adoración y la enseñanza de la Palabra de Dios. Además, la venta nunca debe hacerse bajo ninguna presión.
