Pregunta

¿Qué significa que Jesús sustenta todas las cosas con la palabra de su poder (Hebreos 1:3)?

Respuesta
Hebreos 1:3 describe la naturaleza divina de Jesús con palabras impactantes y llenas de significado. Se le llama "el resplandor de su gloria" y "la imagen misma de su sustancia". Luego se nos dice que sustenta todas las cosas "con la palabra de su poder". Según este versículo, Jesús está unido a la naturaleza divina de Dios como Su gloria y representación exacta, y también está relacionado con la creación, ya que la sustenta por medio de Su poderosa palabra.

Hebreos 1:3 utiliza un lenguaje y simbolismo similar al de Colosenses 1:15–17, donde dice: "Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en Él fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades; todo ha sido creado por medio de Él y para Él. Y Él es antes de todas las cosas, en Él todas las cosas permanecen" (NBLA).

La frase en español varía ligeramente entre distintas traducciones bíblicas. Por ejemplo, la RVR1960 dice: "Quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder", mientras que la NVI traduce: "Sostiene todas las cosas con su palabra poderosa". Algunas otras versiones dicen "poderosa palabra". En cualquier caso, el mensaje del autor es claro: Jesús, como el Verbo mismo de Dios (Juan 1:1–3), es la fuente de vida por la cual todo lo creado tiene existencia.

Según Génesis 1, Dios creó todo de la nada por medio de Su palabra. Y en el Nuevo Testamento, Jesús es identificado como esa misma Palabra de Dios (Juan 1:1–3). Con Su palabra, Jesús comunica vida y poder a todas las cosas: nada puede existir ni permanecer fuera de Su palabra y Su poder. Podemos imaginar a Jesús como las "columnas" que sostienen la "casa" del universo. Si quitáramos esas columnas, toda la estructura colapsaría. Sin Jesús sosteniendo la creación, todo se vendría abajo.

Así que, el hecho de que Jesús sustente todas las cosas con la palabra de Su poder nos enseña que todo en la creación no solo tiene su origen en Él, sino también su permanencia. Porque Jesús, como el Verbo eterno de Dios, no tiene principio ni fin (Juan 1:1–2).