Pregunta
¿Qué dice la Biblia sobre usar gorra o sombrero en la iglesia?
Respuesta
En la cultura occidental, siempre se ha considerado de mala educación o una falta de respeto que un hombre use sombrero o gorra dentro de un edificio, incluyendo un templo. Incluso hace apenas una generación, cuando los hombres solían usar sombrero con frecuencia, era común quitárselo al entrar en un lugar cerrado o incluso al estar en presencia de una mujer. En contraste, los sombreros femeninos han sido por mucho tiempo parte de un atuendo formal o elegante, y no se considera inapropiado que una mujer los use en interiores.
Esta tradición cultural probablemente tiene raíces en la Biblia misma. El apóstol Pablo se refiere a este tema en su carta a la iglesia de Corinto, diciendo: "El hombre no debe cubrirse la cabeza, ya que él es la imagen y gloria de Dios" (1 Corintios 11:7, NBLA). Unos versículos después, añade: "¿No es obvio que es vergonzoso que un hombre tenga el cabello largo?" (1 Corintios 11:14, NTV). En ese versículo, Pablo se refiere específicamente al cabello largo, no a sombreros, pero ambos son vistos como una forma de cubrir la cabeza. La mayoría de las iglesias actuales no considerarían que un hombre con cabello largo esté faltando al respeto; sin embargo, el pasaje lo presenta como algo deshonroso, porque el cabello largo es un símbolo femenino. Como "largo" es un término relativo, su aplicación depende de la cultura en la que uno vive. En la cultura de Corinto, que un hombre usara algún tipo de cubierta en la cabeza durante la adoración era asumir un rol femenino, contrario al orden espiritual establecido por Dios (1 Corintios 11:3).
Las mujeres han usado sombreros en la iglesia durante siglos, y lo siguen haciendo sin que eso se considere inapropiado. Nuevamente, esto se remonta a la idea bíblica de cubrirse la cabeza (probablemente con velos), como un símbolo externo de una actitud interna. Sin embargo, en ninguna parte la Biblia ordena que las mujeres deban usar sombrero, velo o "kapp" en la iglesia. Los pasajes de 1 Corintios 11 que parecen sugerir que las mujeres deben cubrirse la cabeza se entienden mejor como una instrucción a seguir las normas culturales, mostrar respeto hacia el esposo y mantener una apariencia distintivamente femenina. Muchos estudiosos de la Biblia creen que la única cobertura necesaria para la mujer es su propio cabello (1 Corintios 11:15). En cualquier caso, es difícil ser dogmático respecto a este pasaje. Algunos intérpretes lo consideran uno de los textos más complejos de todo el Nuevo Testamento.
Lo importante es que comuniquemos principios cristianos dentro del contexto cultural en el que vivimos. Es costumbre en muchas culturas occidentales que un hombre se quite la gorra al entrar a un edificio o al saludar a la bandera (excepto los militares uniformados). Los cristianos que viven en contextos culturales occidentales deberían estar conscientes de esa tradición y mostrar respeto según la forma acostumbrada. Cuando se entona el himno nacional, que un civil se quite la gorra transmite respeto (hacia la bandera); durante el culto en la iglesia, transmite respeto (hacia Dios). De manera similar, en muchas culturas orientales es una muestra de reverencia quitarse los zapatos al entrar a una casa o lugar sagrado; los cristianos que viven en esos contextos deberían seguir esa costumbre, aunque no haya un mandato bíblico explícito al respecto.
Quitarse la gorra en la iglesia es, sencillamente, una forma cultural de que el hombre muestre respeto y honor hacia Dios. En lugar de desafiar la tradición y "hacer lo que uno quiere", lo mejor suele ser respetar las normas culturales, procurando siempre comunicar reverencia hacia Dios en todo lo posible.
Es claro que a Dios le importa mucho más la actitud del corazón que cualquier apariencia externa (1 Samuel 16:7). Cualquier mujer puede usar velos o tocados llamativos sin tener una verdadera reverencia por el orden de autoridad establecido por Dios. Pero las mujeres piadosas que entienden que someterse a su esposo es como hacerlo al Señor (Efesios 5:22) son las que agradan a Dios. Cualquiera que sea nuestra decisión, la motivación es clave. Si una mujer decide usar o no un velo, que lo haga con un espíritu genuino de gratitud hacia Dios, en el nombre del Señor Jesús (Colosenses 3:17).
Por supuesto, un hombre puede usar una gorra en la iglesia y aun así tener un corazón lleno de reverencia y temor del Señor. Y también es posible que un hombre se quite la gorra en el culto y, sin embargo, desprecie a Dios en su interior. Dios ve el corazón. Pero el tema, muchas veces, es lo que nuestras acciones comunican a los demás; las personas no pueden ver lo que hay en nuestro interior, por eso muchas veces debemos mostrar nuestro respeto mediante lo que hacemos.
Esta tradición cultural probablemente tiene raíces en la Biblia misma. El apóstol Pablo se refiere a este tema en su carta a la iglesia de Corinto, diciendo: "El hombre no debe cubrirse la cabeza, ya que él es la imagen y gloria de Dios" (1 Corintios 11:7, NBLA). Unos versículos después, añade: "¿No es obvio que es vergonzoso que un hombre tenga el cabello largo?" (1 Corintios 11:14, NTV). En ese versículo, Pablo se refiere específicamente al cabello largo, no a sombreros, pero ambos son vistos como una forma de cubrir la cabeza. La mayoría de las iglesias actuales no considerarían que un hombre con cabello largo esté faltando al respeto; sin embargo, el pasaje lo presenta como algo deshonroso, porque el cabello largo es un símbolo femenino. Como "largo" es un término relativo, su aplicación depende de la cultura en la que uno vive. En la cultura de Corinto, que un hombre usara algún tipo de cubierta en la cabeza durante la adoración era asumir un rol femenino, contrario al orden espiritual establecido por Dios (1 Corintios 11:3).
Las mujeres han usado sombreros en la iglesia durante siglos, y lo siguen haciendo sin que eso se considere inapropiado. Nuevamente, esto se remonta a la idea bíblica de cubrirse la cabeza (probablemente con velos), como un símbolo externo de una actitud interna. Sin embargo, en ninguna parte la Biblia ordena que las mujeres deban usar sombrero, velo o "kapp" en la iglesia. Los pasajes de 1 Corintios 11 que parecen sugerir que las mujeres deben cubrirse la cabeza se entienden mejor como una instrucción a seguir las normas culturales, mostrar respeto hacia el esposo y mantener una apariencia distintivamente femenina. Muchos estudiosos de la Biblia creen que la única cobertura necesaria para la mujer es su propio cabello (1 Corintios 11:15). En cualquier caso, es difícil ser dogmático respecto a este pasaje. Algunos intérpretes lo consideran uno de los textos más complejos de todo el Nuevo Testamento.
Lo importante es que comuniquemos principios cristianos dentro del contexto cultural en el que vivimos. Es costumbre en muchas culturas occidentales que un hombre se quite la gorra al entrar a un edificio o al saludar a la bandera (excepto los militares uniformados). Los cristianos que viven en contextos culturales occidentales deberían estar conscientes de esa tradición y mostrar respeto según la forma acostumbrada. Cuando se entona el himno nacional, que un civil se quite la gorra transmite respeto (hacia la bandera); durante el culto en la iglesia, transmite respeto (hacia Dios). De manera similar, en muchas culturas orientales es una muestra de reverencia quitarse los zapatos al entrar a una casa o lugar sagrado; los cristianos que viven en esos contextos deberían seguir esa costumbre, aunque no haya un mandato bíblico explícito al respecto.
Quitarse la gorra en la iglesia es, sencillamente, una forma cultural de que el hombre muestre respeto y honor hacia Dios. En lugar de desafiar la tradición y "hacer lo que uno quiere", lo mejor suele ser respetar las normas culturales, procurando siempre comunicar reverencia hacia Dios en todo lo posible.
Es claro que a Dios le importa mucho más la actitud del corazón que cualquier apariencia externa (1 Samuel 16:7). Cualquier mujer puede usar velos o tocados llamativos sin tener una verdadera reverencia por el orden de autoridad establecido por Dios. Pero las mujeres piadosas que entienden que someterse a su esposo es como hacerlo al Señor (Efesios 5:22) son las que agradan a Dios. Cualquiera que sea nuestra decisión, la motivación es clave. Si una mujer decide usar o no un velo, que lo haga con un espíritu genuino de gratitud hacia Dios, en el nombre del Señor Jesús (Colosenses 3:17).
Por supuesto, un hombre puede usar una gorra en la iglesia y aun así tener un corazón lleno de reverencia y temor del Señor. Y también es posible que un hombre se quite la gorra en el culto y, sin embargo, desprecie a Dios en su interior. Dios ve el corazón. Pero el tema, muchas veces, es lo que nuestras acciones comunican a los demás; las personas no pueden ver lo que hay en nuestro interior, por eso muchas veces debemos mostrar nuestro respeto mediante lo que hacemos.