Pregunta

¿Por qué se utiliza una serpiente de bronce para salvar a los israelitas en Números 21:8-9?

Respuesta
Durante todo el tiempo que los israelitas peregrinaron por el desierto, Dios les enseñó constantemente cosas acerca de Él mismo y de su propio pecado. Los llevó al desierto, al mismo monte donde se reveló a Moisés, para instruirlos en lo que esperaba de ellos. Poco después de los asombrosos acontecimientos del monte Sinaí, Dios los llevó a la frontera de la Tierra Prometida, pero cuando el pueblo escuchó los informes de los espías, su fe flaqueó. Dijeron que Dios no podía vencer a los gigantes de la tierra. Como resultado de esta incredulidad, Dios los envió al desierto a deambular hasta que muriera aquella generación (Números 14:28-34).

En Números 21, el pueblo volvió a desanimarse y, en su incredulidad, murmuró contra Moisés por haberlos llevado al desierto. Ya habían olvidado que era su propio pecado lo que los había llevado allí, y trataron de culpar a Moisés por ello. Como castigo por el pecado del pueblo, Dios envió serpientes venenosas al campamento, y la gente comenzó a morir. Esto les mostró al pueblo que ellos eran los pecadores, y acudieron a Moisés para confesar su pecado y pedir la misericordia de Dios. Cuando Moisés oró por el pueblo, Dios le ordenó que hiciera una serpiente de bronce y la colocara en un poste para que el pueblo pudiera ser sanado (Números 21:5-7).

Dios estaba enseñando al pueblo algo sobre la fe. Es totalmente ilógico pensar que mirar una imagen de bronce pudiera sanar a alguien de una mordedura de serpiente, pero eso es exactamente lo que Dios les dijo que hicieran. Se necesitaba un acto de fe en el plan de Dios para que alguien fuera sanado, y la serpiente en la vara era un recordatorio de su pecado, que les había causado su sufrimiento. No hay ninguna conexión entre esta serpiente y la serpiente a través de la cual habló Satanás en el jardín del Edén. Esta serpiente era un símbolo de las serpientes que Dios utilizó para castigar al pueblo por su incredulidad.

La Biblia enseña un par de lecciones adicionales con respecto a esta serpiente de bronce. El pueblo fue sanado cuando miró a la serpiente, y la imagen se conservó durante muchos años. Muchos años después, cuando los israelitas estaban en la Tierra Prometida, la serpiente se convirtió en un objeto de adoración (2 Reyes 18:4). Esto muestra lo fácil que es para nosotros tomar las cosas de Dios y convertirlas en idolatría. Nunca debemos adorar las herramientas o las personas que Dios elige usar, sino dar siempre el honor y la gloria solo a Dios.

La siguiente referencia que encontramos en la Biblia sobre esta serpiente está en Juan 3:14. Jesús indicó que esta serpiente de bronce era un presagio de Él. La serpiente, símbolo del pecado y del juicio, fue levantada de la tierra y colocada en un árbol, que era símbolo de maldición (Gálatas 3:13). La serpiente levantada y maldita simbolizaba a Jesús, que quita el pecado de todos los que miran a Él con fe, al igual que los israelitas tenían que mirar al símbolo levantado en el desierto. Pablo les recuerda a los gálatas que Jesús se convirtió en maldición por nosotros, aunque era inocente y sin pecado, el Cordero de Dios sin mancha. "Al que no conoció pecado, lo hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en Él" (2 Corintios 5:21).